Marinette fue a su pequeña habitación y se tiró en la cama quitándose sus botas desgastadas. Minutos después de comprobar que no podía dormir, decidió terminar el conjunto de ropa que iba a ser para Iván.
Desde que había conseguido las telas en España se había dedicado a crear más ropa para sus conpañeros tripulantes, y lo disfrutaba. Ser esforzó para que quedaran bien hechas, y ya le faltaba poco para terminar.
Sin embargo, quería ver a Alya. La sirena había sido muy simpática y se sintió avergonzada por abandonar el baño por el necio de Adrien.
Se quitó y los zapatos y, en puntas, se dirigió al cuarto de Nino. Sabía que era de noche, las olas movían el barco pero no demasiado, y tenía que parar para equilibrarse.
El cuarto del moreno quedaba cerca del camarote de Adrien, y no quería despertar a nadie. Abrió la puerta lentamente, entró con cuidado. Para su sorpresa, no había rastro de Nino. Eso la preocupó más. Entró al baño y ahí encontró a Nino dormido encima del inodoro y a Alya en la bañera.
Sonrió al verlos. Claramente debieron haberse quedado conversando hasta dormirse. La peliazul se iba a ir, pero un detalle se lo impidió. El agua de la bañera era, obviamente, transparente y dislumbró dos piernas desnudas en vez de su cola naranja con toques amarillos en los bordes.
No gritó ni dijo media palabra. En reacción a la sorpresa, sus ojos vieron borroso por pocos segundos, y caminó para atrás tropezándose con una toalla en el piso. Se cayó golpeándose con la puerta.
El ruido los despertó a ambos. Nino se puso en guardia, abriendo los ojos como loco, pero se tranquilizó al ver a la azabache quejándose de dolor en el piso en vez de otro pirata.
- ¿Qué haces aquí?- preguntó vostezando. La ayudó a pararse.
- ¿Estás bien?-- Si- respondió. Luego señaló a la sirena. - Mírala. No tiene su cola- dijo. Ambos morenos miraron a las piernas de la morena. Esta gritó tan fuerte que despertó a la tripulación entera.
Adrien fue directo donde Nino, y mandó al resto a seguir durmiendo hasta que saliera el sol.
- ¿Qué sucede?- preguntó un poco malhumorado por el sueño. Se encontraba nada más en pantalones, con su torso bien formado al aire libre.
Al verlo en ese estado, Marinette se sonrojo bastante y se quedó mirando a Alya.
- ¡N- n- no t-tengo mi cola!- dijo. Adrien solo miró las piernas y se sorprendió. Luego lo miró a Nino, que evitaba mirarla.
- Marinette, ¿podrías ponerle algo a Alya?- le preguntó saliendo del baño. La azabache corrió a su cuarto torpemente. Al volver, traía unos pantalones cortos color caqui y una camiseta.
Entró al baño y, ayudó a Alya ponerse pie, ya que ella no podía sola. La secó y le puso los pantalones, luego una camiseta roja vieja.
Salió agarrándola lo mejor que podía y la dejó en la cama. Los cuatro se quedaron callados.
- ¿Y ahora?- preguntó Nino rompiendo el silencio.
- Esto es raro, muy raro. Nunca me habían dicho que una sirena podía tener piernas. ¿Cómo es esto posible?-
- Si tú no sabes peor nosotros- respondió Adrien.
- ¿Talvez porque no estás en el mar?- dijo Marinette. Alya lo consideró.
- Puede ser... el agua del baño no es salada ni del océano. Talvez sea cierto. Aunque no me siento mal, así que no tengo que volver- dijo.
- Solo tienes que aprender a caminar- dijo Nino sonriente. - En eso te puedo ayudar- ofreció rascándose la nuca.
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Navío al Rumbo /ADRINETTE/
FanfictionAU piratas. Los únicos miraculous que existen son los de Ladybug y Chat Noir, los aretes y el anillo. Descripción adentro.