31. Desenlace

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Bienvenidos al capítulo final! En serio ha sido un largo camino para llegar hasta aquí, y Navío al rumbo se ha vuelto una historia excelente gracias a su apoyo y su espera por cada capítulo. Gracias por apoyarme en este fanfic. Y como hoy es él último capítulo, les daré una sorpresa al final del día

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Las olas habían crecido. El barco se mecía con agresividad. La noche pudo haber sido tranquila. Ruidos la despertaron. Se bajó de la cama y fue donde su padre, quien tiraba papeles al suelo y rebuscaba en el pequeño cuarto. Cogió lo primero que vió, un puñal. La cargó a su hija y salió de la habitación, mezclándose entre la multitud.

Debía llegar a un bote salvavidas y escapar lo más pronto posible. Saltó de las escaleras y divisó un bote vacío. Entonces, la causa del caos se presentó ante sus ojos. Había un pirata interponiéndose entre su escape y ellos. Tom apretó a su hija contra él.

- ¿Quien eres?-

- El único conocido como Hawkmoth. Y tú y Agreste tienen un asunto pendiente-

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Marinette despertó de esa pesadilla. Y todo seguía oscuro. Había una venda cubriendo sus ojos. Estaba sofocándose por el calor, el sudor le recorría por todo el cuerpo. O al menos eso esperaba.

- ¿Ya despertaste?- una voz preguntó junto a su oído. Brincó del susto y se dió cuenta que tenía las manos atadas por detrás de la silla.

- ¿Tikki?-

- Correcto. Tú y Adrien deben aprender a tomarnos en cuenta y avisarnos cuando van a salir- regañó tratando de desatarla. - Te he quitado los aretes cuando te ví sobre Hawkmoth. Cuando te libere podremos salir de aquí-

- No, avísale a Adrien y guíalo hasta aquí. Pensé que estaba alucinando cuando lo ví vivo pero al parecer Hawkmoth no ha muerto. Traélo a Adrien y lo destruiremos con nuestros miraculous. ¡Ahora!- ordenó. Al no sentir más su presencia trató de quitarse la venda de los ojos con su hombro.

Sin éxito. Empezó a frotar la cuerda contra la silla a pesar del insoportable dolor en sus muñecas.

Aquel monstruo atravesó con su espada el cuerpo de su padre. Este lo miró y le avisó con sus últimas fuerzas.

- Huye- dijo antes de caer al piso, una lágrima bajando por sus mejillas. Su padre le entregó uma botella con una carta dentro. Ella la.agarró y se se acercó, agitó su cuerpo con rudeza al verlo cerrar los ojos. No volvió a abrirlos. Hawkmoth se acercó a ella.

- Tú seguramente no darás pelea. No puedo esperar a recibir esa buena paga de Agreste- sonrió empuñando su espada. Marinette, asustada, recordó las palabras de su madre y comenzó a cantar.

"Si alguna vez te asusta algo, o te impide seguir adelante, canta como te he enseñado, ¿de acuerdo cariño"

Cantó con más fuerza, casi gritando. Hawkmoth inmediatamente se tapó los oídos y miró con odio a la infante de cinco años. Se acercó hasta quedar delante de ella.

- ¡Te enseñaré lo que es cerrar la boca!- exclamó empuñando rápidamente su espada para matarla antes de caer en su hechizo. La espada cayó al suelo.

Una sirena, de cabellos rojizos y piel morena perfecta lo agarró de la cabeza y lo noqueó con su rodilla. Murmuró algo sin sentido antes de caer al suelo. Su tripulación se apresuró en socorrerlo.

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Marinette jadeó de dolor. ¿Qué era eso? ¿Un recuerdo recuperado? Era la primera vez que rememoraba aquello. Pero por qué en ese preciso momento. Trataba de escapar no de acordarse de su pasado.

Navío al Rumbo /ADRINETTE/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora