16. Ventajas de sirena

2.4K 212 17
                                    

- ¿Es qué cree que puede hacer lo que le da la gana?- Alya suspiró por milésima vez.

- Eso es obvio- respondió mirando al techo acostada en la cama. Se había mareado de observar a la peliazul caminar de un lado a otro.

- Intento no hacerlo pero, ¡ah! ¡lo detesto! Y más aún, su cuarto queda a unos pasos de la nuestra- golpeó con un puño la puerta de madera y se tiró al piso.

- Yo creo que le gustas- rió la morena.

- Está claro que le gusta molestarme- corrigió Marinette sobándose la mano.

- Me equivoqué, todos los piratas de este barco son muy raros- pensó Alya en voz alta.

Se sentó y le pidió ayuda a su amiga para apoyarse, ya que caminar era aún difícil para la morena. Juntas salieron a la cubierta y Alya se sentó en el borde.

- ¿Te vas a quedar ahí?- preguntó la azabache. Alya se quitó el pantalón corto que llevaba puesto.

- No- respondió y se lanzó al agua. Marinette se acercó y vió a su amiga sirena salir. Nino se acercó a verla.

- Parece que nos acompañará allá abajo-

*************************

Alya sabía que a la velocidad en la que iban, tardarían años en llegar a América, contando la pésima actitud de Adrien. Nadó con cuidado de no toparse con el barco en movimiento.

Nadó hasta el fondo buscando a algunos de sus amigos animales. Puesto que las sirenas y los animales acuáticos llevaban una relación estrecha, Alya no tardó en encontrarlos. Delfines, pulpos, tortugas y peces se presentaron ante el llamado de Alya. La joven sirena les dió las indicaciones y todos ayudaron a empujar el barco desde la parte de atrás.

Alya también ayudó empujando, y esperaba que aquello hiciera una diferencia en el transcurso del viaje.

*****************************

Adrien salió a la cubierta y notó el barco moverse un poco más rápido.

- ¡Eres muy lista Alya!- gritó Marinette desde la popa. Max se encontraba en la cofa, viendo al horizonte, mientras que algunos comversaban trepados en los obenques.

Adrien se acercó al peliazul y la agarró de la cintura para jalarla a la cubierta, en cualquier momento podía resbalar. Sintió su cuerpo tensarse y sonrió.

- Si sigues ahí te caerás- dijo enderezándola. Marinette se volteó y lo alejó.

- No necesito tu ayuda, ni siquiera te pedí que vinieras asi fuera- dijo haciendo gestos con las manos.

- Algo severo para una niña- Marinette apretó los puños.

- No perderé mi tiempo contigo ¿tan aburrido estás para dañarme el día?- Adrien se arrimó al borde, a un lado de ella.

- No, pero si quiero estar contigo- rió. - El viaje a América será muy largo, incluso con la ayuda de la señorita sirena sabelotodo- Marinette suspiró.

- ¿Cómo sabes que tan largo es? ¿Ya has estado allí?- el rubio asintió.

- Hace muchos años, era un niño, más inmaduro que tú- Marinette lo miró fulminante, sacándole otra sonrisa al pirata. - Y me parece que nunca has estado siquiera fuera de París, ¿o me equivoco?-

Navío al Rumbo /ADRINETTE/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora