15. Acción Temeraria

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Alya nadó a la orilla, y cuando quedó fuera del agua, Marinette le pasó una toalla que estaba en uno de los botes y le secó la aleta para que volvieran sus piernas. Le pasó el pantalón y volteó a ver a los chicos.

Muchos ya estaban llegando, pero Nino y Adrien eran los más quedados. Marinette le ayudó a Alya a subirse al bote.

- Quédate aquí-

- Cómo si pudiera irme a otro lugar- resopló. La tierra dejó de temblar, pero los piratas seguían corriendo.

- ¿¡Qué pasó!?- exclamó la peliazul cuando Iván y Nathaniel llegaron jadeando de cansancio.

- Adrien... solo...- el pelirrojo se tiró al suelo. Iván lo cargó y se subió al bote. Marinette giró la cabeza y distinguió a ambos jóvenes adultos salir de la pequeña selva. Los tres se subieron al bote donde estaba Alya y vieron a tres criaturas de pelaje naranja, que medían como diez metros de altura destruir los árboles y correr hacia el último grupo de personas en la orilla.

- ¡Mier...!- Nino no logró terminar su maldición ya que el bote en el que estaban empezó a moverse agitadamente rumbo al barco de Adrien y cayó de espaldas en el piso de este.

- ¿¡Qué eran esas cosas!?- exclamó Marinette.

- Tampoco lo sabemos, aunque parecían una extraña y gigantesca raza de monos, o lo que sea. Pero fue culpa de Nino, que los espantó- el moreno lo fulminó con la mirada.

- ¿¡Qué yo fui!? Máldito mentiroso, tú les disparaste- replicó. Alya saltó del agua al bote.

- Ya no se peleen, subamos- dijo. Ambos hombres subieron primero para dejar que la morena pudiera ponerse la ropa, no sin antes tener sus piernas devuelta.

Al estar la tripulación arriba, Adrien dejó a Max a cargo del curso del barco hacia el Nuevo Continente. Adrien movió a Marinette a otra habitación cerca de la suya para que fuera más espaciosa, ya que Alya estaría con la azabache. Nino se la llevó a la cubierta para intentar enseñarle a caminar por si sola, aunque para la morena aquello era algo difícil.

- Marinette, acompáñame- le indicó el rubio a la joven que observaba conmovida la escena. Bajaron al camarote de Adrien y este cerróla puerta.

- ¿Pasa algo?-

- Es que... ¿quién te contó de los miraculous?- preguntó rascándose la cabeza.

- Pues... cuando era niña mi mamá me contaba historias con eso. Me parece increíble acordarme de eso- sonrió para si misma.

- Ah- Adrien se arrimó en su escritorio. Ninguno sabía que decir por el momento, Marinette se preguntaba si debía irse.

- ¿Alguna vez pensaste que existían? ¿Qué podían definir lo que le pase al mundo?- Marinette se apoyó en la puerta y Adrien se sentó en un banco de madera.

- Siendo niña me imagino que debí creerlo- respondió.

La puerta se abrió dejando ver al pelirrojo entrar tímido, como siempre.

- Adrien, Nino y Alya quieren verte en la cubierta-

- Voy ahora mismo- dijo. Nathaniel salió de la habitación con Marinette detrás de él. Notó las sonrisas que aparecieron e instantáneamente la llamó.

- ¡Marinette, espera!- la mencionada se volteó, le dijo algo al pelirrojo y volvió al camarote.

- ¿Pasa algo?-

- ¿Sabes qué? Lo acabo de olvidar- soltó riendo. La peliazul sonrió de lado.

- Ah claro. ¿No deberíamos ir partiendo hacia América?-

Navío al Rumbo /ADRINETTE/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora