28. Desvío apropiado

2.1K 181 15
                                    

- ¿Cuando vamos a llegar?- preguntó Nathaniel por milésima vez. Kim hizo su mejor esfuerzo en no golpearlo.

- ¡Cierra la boca!- exclamó desesperado tratando de quitárselo de encima.

- ¡Ya quiero llegar!- lloró el pelirrojo. Kim lo empujó sin importarle que cayera al suelo.

- Se que no lo toleras, pero tú eres peor cuando estás borracho- refutó Max acomodándose los lentes. Iván lo ayudó al joven a sentarse y volvió a cruzarse de brazos.

- Y a mi que me interesa, todos llevamos semanas esperando. Ya hemos hecho este viaje antes y no recordaba lo fastidioso que era- vió al ebrio acercársele. - Me largo- dijo saliendo de la gran habitación.

- Y a este que le pasa- rió Alya a carcajadas. - ¿Esto en serio les afecta?- dijo apuntando a la cerveza. Nino rodó los ojos.

- En exceso sí-

- Pero no falta mucho para llegar- dijo Max tomándose otro trago.

- Déjenlo. Ya es tarde. Iván, lleva a Nathaniel a su hamaca- el pelinegro asintió cargando en su hombro al joven de ojos turquesa que ahora roncaba.

- ¡Me desesperan! ¡Gritos gritos gritos gritos y más gritos! Los hombres son tan estresantes. Solo saben hacer todo por los golpes y los gritos- miró al rubio un segundo y sonrió. - Incluso tú. Eras insoportable pero ahora eres más lindo- Alya le dio un codazo al rubio y el moreno se palmó la frente.

- Que poca resistencia- murmuró. Le alejó la botella a Marinette pero esta se la arrebató de las manos.

- ¡Oye!- gritó Nino.

- ¡Es mía!- le respondió y empezó a bebérsela sin pausa. Adrien solo rió.

- Se quiere ahogar- habló cruzado de brazos.

- Muy bien señorita, suficiente- dijo Alya quitándole la botella en lo que Marinette tomaba aire.

- Yo quiero botellas de más...vivo con Adrien siempre en guerra,
nadando en el... en el, ¿qué seguía?- le preguntó a la morena.

- Mejor ni hables- Plagg rió a carcajadas.

- Te ha tocado una niña Tikki- Marinette se levantó molesta.

- ¡No soy una niña!- caminó a la puerta y no logró dar más de tres pasos antes de besar al suelo. Los presentes se levantaron pero ella los detuvo. Salió de la habitación seguida de Adrien, Nino y Alya. Caminó hasta la cubierta.

- Ahora que hará- suspiró el rubio.

En menos de un segundo, la azabache ya estaba escalando los obenques. Alya solo se quedó observando mientras Adrien y Nino empezaban a gritarse entre sí por su asombro.

- ¡Que alguien me explique como es que puedo tener aletas!- gritó Marinette a los cuatro vientos.

- ¡Si no bajas, iré por tí!- gritó Adrien.

- Siempre me ha perseguido capitán, ¡para llevarme a la cama!- rió estirándose, manteniéndose agarrada con una sola mano.

- No me quedaré a escuchar tonterías. Encárgate tú- murmuró Nino dándose la vuelta.

- No puedes dejarme solo- no hubo respuesta. - ¡Te ordeno que vemgas aquí!-

- ¿Dijo algo capitán?- exclamó cuando bajaba por las escaleras.

- Alégrate de tener tiempo a solas- le dijo Alya siguiendo al castaño. Adrien suspiró y empezó a perseguir a la peliazul con la única compañía que tenía de las risas de Plagg.

Navío al Rumbo /ADRINETTE/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora