CAPITULO 47

160 5 0
                                    

CONVERSACIÓN TELEFÓNICA

-Hola Julia, ¿Todo bien? -pregunta Jesús al otro lado del teléfono.

-Jesús, Dani ha despertado. Ahora mismo le están haciendo unas pruebas, se veía muy bien -digo emocionada.

-¿Cómo? Enseguida voy para allá -dice y seguidamente cuelga.

Estaba muy emocionado y la verdad que me ha hecho gracia su rapidez.

Estoy sentada en una de las sillas de la sala de espera mirando al pasillo. Al fondo de este, veo a la chica de hace dos días entrar en la habitación de Daniel. Me levanto sobresaltada y corro detrás de ella, pasando por al lado de doctores y enfermeras. Me quedo mirándola desde el marco de la puerta y veo que va a hacerle algo a Daniel cuando la cojo de las muñecas.

-¡No lo toques! -digo grito para que venga alguien.

A los pocos segundos entran tres guardias de seguridad, la cogen como pueden y se la llevan mientras que ella grita.

-No te librarás de mí. ¡Soltadme!-dice mientras sale por la puerta cogida por los hombres de seguridad.

Me giro y miro a Daniel, el cual está dormido. Me siento a su lado y aparece un doctor con una sonrisa bastante notable.

-Sentimos el accidente, esa chica no está bien -dice lamentándose.

-Tranquilo, ¿Tiene buenas noticias? -digo amablemente.

-Sí, las pruebas han salido de maravilla. Todo lo que le hemos puesto a funcionado para cicatrizar y curar más o menos las heridas. Por suerte la herida del pulmón no llego a tocarlo. Si todo va bien mañana después de comer estará fuera, aunque se tendrá que seguir tomando antibiótico y ponerse una pomada -dice alegre.

-Genial, me encargaré de que lo haga todo -digo emocionada.

Salgo a sala de espera para esperar a Jesús. Unos diez minutos después aparece por el pasillo, al verlo corro hacia él y lo abrazó con los ojos llenos de lágrimas.

 Unos diez minutos después aparece por el pasillo, al verlo corro hacia él y lo abrazó con los ojos llenos de lágrimas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Está bien, mi hermano está bien -dice llornado de alegria.

-Si -digo riendo levemente.

-Voy a verle -dice separándose de mí.

-Vale, yo me quedaré aquí un rato y alomejor salgo a que me dé un poco el aire -digo con una sonrisa.

-OK -dice Jesús.

Se marcha y entra la habitación de Daniel.

Me siento en una de las sillas y me pongo las manos sobre la cara.

-Está bien... -susurro.

Addicted To His Kisses - {DOS TEMPORADAS} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora