VII

7.2K 590 49
                                    

Capítulo 7.

Madrid, España. 5 de noviembre, 2016.

Devon: ¿Sam? ¿Ya vienes?

5:39

Leído al segundo.

...

...

Esperé y esperé y los malditos puntitos no dejaban de aparecer. Miré a mí alrededor y acomodé mejor mi sombrero, llevaba aquí veinte minutos esperándola pero no respondía ningún mensaje.

...

...

Y luego desaparecieron. ¿Podría ser peor? Suspiré y dejé mi teléfono en la mesa.

Samantha: Lo siento tanto Dev, no podré llegar. Pero te prometo que te tendré un sándwich de chimichurri cuando nos miremos. Prometo que ya no volverá a suceder, pero surgió un contratiempo y tú sabes lo olvidadiza que soy.

5:46.

Sonreí ante el texto y negué con la cabeza. ¿No podía solo dejarme enojado con ella?

No, no podría. Es demasiado dulce, ya tendrá sus motivos para faltar. Me levanté de la mesa y dejé una propina por el vino y salí por las calles. Pero un sentimiento me recorrió la columna vertebral. ¿Por qué siento que algo no anda bien? Se siente agrio y no puedo quitarme esa sensación, mi corazón palpitaba cada vez más rápido.

* * *

Fue a medianoche, cuando una llamada inesperada de Samantha me despertó, entonces en ese momento, supe porque la sensación en el pecho. Y no solo me apretó una parte de mí, sino que apenas podía gesticular una palabra.

—Dev... dev, ayúdame, por favor. Ven —ella hablaba atropelladamente, sollozando y pausando cada palabra. Yo me levanté de inmediato y me puse como pude una chaqueta y unos zapatos.

—¿Dónde estás? Mierda Samantha, no me asustes por favor —traté de hablarle con cariño, pero entre cada entrecorte que hacía y sus balbuceos, solo me quedaba estático.

En estos meses, Samantha se ha vuelto una persona importante para mí. Es como una segunda hermana, donde puedo ser yo mismo, tirarme un gas para ganarme una manada de su parte, charlar un buen rato, que me ayude con chicas... y juntarnos para burlarnos de "Demantha", el loco ship que circula por internet. Al principio, a su novio, no le agradé pero no hay nada que un tiempo conmigo no lo arregle. Ahora que quería a Samantha, haría lo que fuera por ella, siempre contará conmigo.

Una parte de mí pensaba que estaba reemplazando a Blake, pues ella era mi mejor amiga, y no había cosa que ella no supiera de mi vida y me daba palabras para no derrumbarme. Y la misma confianza que le tenía, ahora la tenía con Samantha. Jamás me ha juzgado, siempre me ha motivado y me recuerda mis buenas cualidades. Era increíble, esa mujer bajó del mismo cielo para traer luz y energía a la gente que pertenece a su vida. Todos deberían ver y conocer, la Samantha que yo sé.

—Estoy en mi casa... pero, no. ¡No, vengas! Fue mala idea llamarte, adiós Dev —y colgó la llamada. Miré indignado mi teléfono y corrí en búsqueda de las llaves de mi auto.

¿Qué mierdas acaba de pasar? Era imposible que cambiara de opinión. Hace unos segundos sonaba asustada, como si temiera por su vida. Oí su llanto, su tono era de súplica. Algo pasaba con ella y lo iba a averiguar. No la dejaría sola.

* * *

Llamé a su puerta por horas y horas, pero solo me tocaba escuchar sus sollozos, oírla partirse y derrumbarse. Una impotencia creció dentro de mí, pero no podría hacer algo, no si ella no me lo permitía.

Hermosa Pertinencia (Beautiful Last Chance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora