*NOTA DE AUTORA IMPORTANTE, CAPÍTULO CON CONTENIDO SENSIBLE*
Capítulo 28.
—Alessandra la gorda, Alessandra la gorra
Hincada y tirada, con su poca dignidad. Arrastrándose con sus pies hasta el baño, cerrando la puerta con fuerza. Ella, débil y sola se echó a llorar en un rincón. Sin aquel rizado que alegraba sus días para sostenerla con fuerza, sin un amigo genuino que le dijera lo valiosa que era. Necesitaba ese recordatorio, lo necesitaba en el fondo de su corazón.
¿Era hermosa? Él, él chico que tal vez ella amaba, se había ido; y no podía recordárselo, pues era fácil de olvidar.
Gorda, horrible. Llena de pecas y sin gracia. Muy alta e inteligente. ¡Un monstruo!
¿Qué podía ella pensar tras mucha humillación? La secundaria era difícil y si no llegabas a los estándares necesarios que la propia sociedad te imponía, te destruía completamente; hasta dejar a un humano sin vida propia o amor... Dejarlo con el deseo de poder ser algo que nunca podrá llegar a ser.
Miró el retrete miles de veces por medio del espejo, luchando contra su interior. Si romper aquella promesa que le hizo a él, o dejarse llevar por la presión. Ella quería ver lo que él miraba, pero cada reflejo suyo le causaba desagrado, hasta repulsión. Miró de nuevo su rostro, rojo de tanto llorar y con algunos golpes que le habían proporcionado "sus amigas". Recordaba de nuevo sus palabras sobre el beneficio de adelgazar. Así iba a ser bonita, así los hombres se iban a fijar en ella y por fin sería aceptada.
Gorda, fea, gorda, fea.
Esas palabras se repetían una y otra vez en su mente, sin dejarla descansar o pensar. Se jaló los pelos fuertemente, queriendo salir de ese lugar. Lloro aún más fuerte y en su momento más débil, levantó su puño contra el espejo y lo rompió en miles de pedazos. Golpeó una y una vez, clavando los cristales entre sus nudillos y manos. Su reflejo en miles de pedazos, su autoestima por los suelos... la llevó a romper aquella decisión, a romper aquella imagen pura que la identificaba.
Llevó su otra mano a su boca y expulsa todo lo que estaba en su estómago.
Entre sangre y lágrimas ella misma comenzó su autodestrucción, viendo lo que otros ven en ella sin ser la verdad.
Ahí tirada, siguió lamentándose su decisión. Miró de nuevo su acción, sin saber que desde ese momento, todo estaba por cambiar.
***
Una libra tras otra, se notaba en la medida de su ropa. Cada vez más floja y cada vez más vacía.
Iba y venía, sonriendo con hipocresía. Encajaba con el prototipo establecido, pero no se aceptaba a ella misma. Buscaba con desesperación una identidad, la razón de vivir y su verdadera personalidad. Quería encajar
Levantó su blusa y sollozó, tres años seguidos de ocultarse. De verse tan delgada y demacrada. No comía y cuando lo hacía, lo tiraba.
Sin darse cuenta cayó al suelo sin ser consciente que tal vez, sólo tal vez, sería el último día de su vida. Del último suspiro que dio, de la última oportunidad que tuvo para amarse a ella misma.
Y sobre todo, de no romper aquella promesa que olvidó con los años y el afán de la aceptación.
***
Blanco y vacío. Cuerpos movilizándose de un lado a otro, el sonido de las máquinas y los llamados de emergencia. Ella abrió sus ojos, sin conocer la situación en que se encontraba. Vio a sus padres a su lado, llorando y lamentándose por ser tan descuidados y poner su trabajo antes que la familia.
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Hermosa Pertinencia (Beautiful Last Chance)
RomanceEl "primer" amor de Devon, empezó con una aventura, noches de pasión, entrega total y sin compromisos. No terminó nada bien, solo un chico con el corazón herido y bajo los términos de nunca volverse a enamorar. Para Devon, jugar constantemente con e...