Capitulo 65. “Allie”
La vida, de un momento a otro puede ser arrebatada, o se la pueden quitar a una persona amada y querida. ¿Por qué no tenemos una poción de inmortalidad? O mejor aun una poción que pueda curar cualquier enfermedad. Así nos evitaríamos mucho dolor y sufrimiento. Maldita enfermedad, maldito cancér. Te odio.
Todo yo poco a poco me iba desvaneciendo, parecía un alma que caminaba, me hablaban y no era capaz de responder. No asimilaba bien las cosas, y no sabía lo que estaba pasando a mi alrededor. Estaba pérdido.
Mamá me tomo de la mano haciéndome levantarme de la silla en la que había estado por horas, provocando un agudo dolor en mi parte trasera ya acalambrada. – Vamos a casa – dijo.
- ¿Qué? No mamá, yo aquí me quedo – dije seguro y volví a sentarme. Ag, calambre.
- Harry, por favor…necesitas descansar un poco, llevas aquí todo el día y la noche de ayer sin pegar un ojo. – me animo volviéndome a parar.
- Mamá no puedo de…
- No la vas a dejar sola, Harry – dijo quitándome las palabras de mi boca. – Aquí está su mamá, sus tíos, y….Louis. – Al nombrar a Louis el volteo y me sonrió como diciendo “Puedes irte, tranquilo, te avisaré si algo pasa”.
- Bueno – respondí no muy convencido. – Con tal de que si sucede algo, pueda volver inmediatamente, y que mañana a primera hora este aquí – pedí. Ni loco la dejaría sola, mucho menos ahorita, no me importa si decía que no a mis condiciones, en cuanto llegaramos a casa, tomaría un taxi que me trajera de regreso y si era necesario me encadenaría a un lado de la cama de _____. Aunque esa no es una mala idea, solo tendría que conseguir una cadena y un candado.
- Esta bien. – aceptó ella, me paso un brazo por los hombros y me atrajo hacia ella cual niño pequeño. Lo que hizo que me sintiera un poco mejor y a la vez indefenso, un niño pequeño que esta totalmente asustado.
- Se me olvido algo, voy rápido ¿ok?…- Mamá rodó los ojos.
- Esta bien, me iré adelantando, no tardes – dijo seria. Yo negué y corrí hacia donde estaba Louis.
- Sabía que vendrías por ellas – dijo y me entregó el collage que ____ me había hecho junto con una bolsa en donde había hechado las notitas y las fotos con las cuales había decorado su cuarto.
- Gracias – dije sincero. Doble el collage por la mitad tratando de que no se me doblará y lo metí en la bolsa. Tenía que hacer una cosa más antes de irme, tenía que verla una vez más y decirle que en la noche estaría con ella, recordé el camino en el cual nos llevo el tal Smith.
“A la derecha…no, no. A la izquierda, si eso”. Giré a mi izquierda siguiendo mis instintos, pero me percaté de que unos 2 hombres con batas se acercaban y si me veían ahí me preguntarían que diantres hacia en ese lugar. Corrí y me escondí detrás de una maceta con pocas plantas verdes en ella.
-¿Qué haces? – ahogué un grito. Era una mini castaña de aproximadamente 5 años. Traía pantunflas rosadas y una batita color azul. Observé su muñeca, llevaba la pulsera del hospital por lo que supuse que estaba internada aquí.
- Nada, solo hablo con las plantas. – sonreí inocentemente. Ella me devolvío la sonrisa.
-¿Y qué les dices?
- Les digo… que….tienen que absorver..el.. el agua..para poder crecer, eso. – dije no muy seguro. Ella soltó una carcajada. - Mini castaña – dije y ella sonrió. – te puedo hacer una pregunta – ella asintió energéticamente - ¿en dónde estoy?
- En pe..dratía
-¿Pediatría?
-Si, eso. – sonrió y señalo un letrero que estaba arriba de una puerta.
-Oh – entonces por aquí no era. ¿Entonces era a la derecha? Estaba seguro que era a la izquierda. Mierda, me perdí.
- ¿Eres Harry, cierto? – preguntó con una sonrisa en su rostro.
-¿Cómo lo sabes? – cuestioné.
- Todo el mundo lo sabe – sonrió. Y ahí entendí todo, me conocía por nuestra banda, por ser un integrante de 1D. Por ser, por así decirlo, famoso. – Ten – saco una bolsa de regalo, que había escondido detrás de ella.
- Gracias….- la tomé dudoso. - ¿Y a que viene esto? – ella sonrió como si eso fuera lo que más deseará, explicarme el porque me daba aquel regalo.
- Hay dos cosas ahí – dijo. – la primera es por tu cumpleaños – sonrió. – y la segunda es para _____. – al escuchar su nombre una punzada que esta entre el dolor y la felicidad se situó en mi pecho.
- Gracias…nuevamente-
- ¿Estás triste? – pregunto acercándose más a mi para poder ver mi cara.
- No – sonreí. – solo tengo miedo.
- ¿Cómo…cuando esta oscuro y no puedes dormir, y tú mamá no esta ahí para dormirte? – preguntó y yo reí.
- Algo así. – Mi miedo era diferente, era ese que te carcome vivo, no es un miedo a una película de terror, ese que en unos 2 días se quita. No. El miedo que sentía me acorralaba a cualquier lugar que iba, y era un miedo al que no podía enfrentarmele. El miedo a perderla. La mini castaña me sonrió.
- ¡Alisson! – una castaña salio de una habitación, más delante de donde estábamos nosotros. – ¡Alisson ven! – dijo al verla. La mini castaña me abrazo, yo respodí su abrazo, estaba casi sentado por lo cual estaba casi de su altura.
- Te hablan, Allie. Lindo nombre. – me volteo a ver, sus mejillas instantáneamente se tornaron a un rosado y volvío a arrojarse a mis brazos.
- ¡No quiero ir! Me darán una cosa que sabe muy feo – dijo y yo reí.
- Pero te hará bien – me levante con ella, ella rápidamente me rodeo el la cintura con sus pies y se recargó en mi hombro. La lleve con la castaña que recién había gritado su nombre.
- Gracias – dijo la castaña cuando le entregue a la pequeña Alisson.
- No hay de qué – sonreí. Alisson me sonrió ya tomada en los brazos de la otra castaña y se despidió agitando su mano en el aire.
- ¡Harry… – gritó ella. – …Adiós! – Sonreí y avente un beso al aire, ella automáticamente se sonrojo y empezó a reírse.
Mi celular sono, “Anne” vi en la pantalla. “Creo que tendré un feo regaño en unos segundos, si esque lo contesto.” Deje que sonara en mi bolsillo, y corrí a buscar el auto de mamá en el estacionamiento subterraneto. El celular volvió a sonar, bueno ahora si me preguntará ¿en donde estaba? le diría que estaba buscando su coche.
-¡Harry, ¿dónde diablos estás?! –
-Tranquila ma, me perdí en el estacionamiento. – confesé.
- Estoy en secmento B. – suspiró.
- Para allá voy –
Sí ahí estaba, no falto el regaño y luego pregunto por las bolsa de regalo.
- Me lo regalo Allie, una niña que me encontré en el pasillo de pediatría -le expliqué
- Que te he dicho de no aceptar obsequios de extraños – me regaño.
- -¡Pero es una niña! – ella rió - ¿Qué hay? – me encogí de hombros. Me dispuse a abrirlo pero me encontré con un gran problema después de salir del estacionamiento y salir a la calle. - ¡Harry, Harry! ¿Cómo te sientes? - preguntaron en mi ventanilla. - ¿Estás triste, qué esta pasando por tu cabeza en este momento? - Una bola de gente se junto en mi ventana y en la de mamá. “Harry esto, Harry lo otro” Me abrumaban de preguntas que ni yo mismo me podía responder. -¿Es cierto que tu novia esta a punto de morir? –las palabras entraron por mis oídos pero se quedaron estancados en medio camino repitiéndome una y otra vez aquella pregunta, taladreandome sinicamente el corazón.
- Dejénme en paz – dije y cerré mi ventanilla.
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Please...don't forget me
Roman d'amour- ¿Ya están juntos? - Marissa se soltó de su agarre, y nos apuntó. - ¿Qué?- dijimos al unisonó. - No- dije sonando un tanto insegura - ¿No? - dijo Harry agarrando mi mano. - No - lo miré - Casi - volteo a verme.