34: "Para Siempre"

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Capitulo 34 – “Para siempre”

-Lo mataré cuando vuelva–dijo Marissa negando con la cabeza 

-Ni me lo digas – dije yo. Marissa me miró, me devolvió el celular y su mirada se dirigió al espejo delantero. - 

Ninguna de las dos volvió a hablar, ¿qué esperaba?, ¡Vamos May pideme disculpas, di algo!, ya no soportaba estar de esa manera con ella, no podía si quiera pensar en como sería mi vida sin ella, sería la persona más infeliz del mundo, eso era seguro.

Debería yo de decir algo primero, disculparme, decir algo… no sabía que hacer, solo espero no meter la pata.

-¿Qué no vas a decir nada? – pregunté, ella me ignoró como era de esperarse. -¿Sabes Marissa? En verdad no te entiendo – 

-¿Qué no entiendes? – preguntó ella aún con un tono arrogante. ¡Por fin!

-Esto – dije - ¿Por qué eres así conmigo? Me puedes decir ¡¿que te hice?!– pregunté con el corazón en la garganta, podía notar como esta estaba a punto de cerrarse. 

Ella volteo a verme mientras apretaba los labios. 

-¿Qué te hice para que te portaras de esa manera?¡¿Qué demonios te hice?! – grite. Marissa ahora ni siquiera me volteo a ver. Cobarde. Yo tampoco volví a abrir la boca, no se por cuanto tiempo pasamos así, sin hablarnos, pero eso ya me estaba molestando.

No entendía sus estúpidas razones para comportarse de esa manera, si es que ella tenía o solo le dio por comportarse así.

-¡Te vas a quedar así todo el tiempo!¡No te entiendo Marissa, Harry ya esta bien conmigo!¡¿Porque tu no puedes superarlo?! – grite sin pensarlo.

-¿Podrías dejar de gritarme? – dijo ella con la mirada fija en el parabrisas del auto y con la voz quebrada. ¿Estaba llorando?.

Sí definitivamente ella lo hacía, una lágrima vagaba perdida por su mejilla. 

- Marissa, ¿estás llorando?. 

- No –dijo ella cortante – No te importa – su voz se quebró.

Odiaba verla llorar, y aún lo odio. Me brinque al asiento del piloto y me acerque a ella. 

-Marissa, ey…. –

- Pensé que me habías cambiado – dijo ella con sus ojos totalmente cristalinos. – Que yo ya no te importaba, que – respiro hondo para no romper en llanto – que..yo ya no era nadie en tu vida. 

-¿pero que dices? Jamás lo haría, no te puedo reemplazar Marissa, solo habrá una Marissa en mi vida, y esa serás tú. – negué con la cabeza, ¿cómo podía pensar que de un día al otro podría reemplazar, olvidar todo aquello que ella me hizo vivir? Imposible. al decir eso ella sonrió. 

-Yo me sentía sucia –sonreí – Todo aquello que me dijiste era cierto, soy una p..- 

-No –ella me interrumpió. – No lo eres – negó con la cabeza. –Lo siento por decirte eso, estaba enojada, no lo pensé, no creí que te haría daño – 

-Tú solo me querías ayudar, regañar, no lo sé, y yo lo tomé a mal – dije con mi mirada baja. 

-Lo siento – dijimos al unísono. Y automáticamente nos abrazamos. 

-Perdóname por esto, por todo – me susurro al oído – Te quiero ____ - 

-Y yo a ti – dije y en verdad lo sentía. Volver a abrazarla y decirle lo mucho que significaba para mí se sentía tan jodidamente bien, sin ella no hubiera podido vivir, es mi mejor amiga y siempre lo será, no importa que pase, tal vez si existen los “para siempre”.

Please...don't forget meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora