Capítulo 7: Orígenes (Parte III).

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Muy sorprendidos estaban todos de ver como el bosque cobraba vida rápidamente, la alegría inundaba sus corazones, el lobo estaba ensimismado en sus pensamientos, pero al notar como el chico perdía el conocimiento y gracias a sus reflejos corrió hacia él sosteniéndolo antes de que su cuerpo tocara el suelo.

- Hey, hey despierta vamos, ¿Qué le paso? – la preocupación en el lobo era notoria.
- ¿Qué le hicieron? – pregunto la Banshee con su característica voz.

- Nosotros nada, solo está sin energía, si se dan cuenta solo se desmayó pronto despertara – decía una de las Dríadas, mientras la otra fue hacia el chico y le acaricio el cachete mientras su mano emitía una leve luz.

Al cabo de un par de horas el chico fue abriendo los ojos lentamente y lo  primero que vio fue la cara del lobo, este no se había despegado de él en ningún momento.

- ¿Dónde estoy? – el recién despertado chico al fin pudo articular palabra.

- ¡En el bosque dah! – respondió como si fuera lo más normal una de las Dríadas, allí se dio cuenta que una era más alta que la otra y sus alas eras diferentes.

- Ahora explíquenme todo – pidió el chico.

- Primero que nada nuestros nombres, yo soy Adalia tu guardián, como sabes cuando alguien de tu especie nace, una dríada guardiana de inmediato lo sabe y aunque no era considerado como dríada guardián por ser un dríada varón yo lo supe cuando naciste, vi tus primeros pasos y aunque no me recuerdes yo siempre te observaba aun cuando estaba dentro del Nemeton podía sentir a través de ese lazo que nos une que era lo que sentías, nací para instruirte en tu camino y cuidarte - habló el dríada más alto, su piel en un tono verde claro, sus ojos redondos y de un violeta claro que resaltaban en contraste al color de su piel, de finos brazos, manos delicadas adornadas por dedos delgados, sus uñas largas y en cada una de ellas unas pequeñas enredaderas se encontraban, en realidad no eran como las demás dríadas, pues sus cabellos los delataban, Adalia tenía su cabello plateado, casi blanco desde la raíz hasta la mitad de su espalda donde se volvía de un verde hoja y caía hasta sus rodillas, en su espalda una líneas curveadas sobresalían brillando de un verde más oscuro que el de sus ojos y desprendían un luz del mismo color, pero más clara, eran grandes, sus alas, debían estar en primavera.

- Yo soy Josías soy tu segundo guardián, yo a diferencia de Adalia no sentí cuando naciste - sonó melancólico - pero si sentí un poder diferente en el momento de tu nacimiento, no te sentí a ti, sentí el poder en tu interior yo nací ayudarte a controlarlo y protegerte – dijo el más bajito de las dríadas, su piel aunque igual de verde no era como el de Adalia era más azulado, casi turquesa, de ojos verdes, en combinación con su piel, casi de la misma contextura que Adalia aunque Josías no tenía uñas largas sino redondas, cortas y bien acomodadas, su cabello si era blanco desde la raíz hasta la mitad de su espalda y de un tono casi azulado hasta el final de ella, sus alas más pequeñas, pero anchas, solo líneas curvadas hacia arriba y hacia abajo, resplandeciendo en azul.

- No somos Dríadas normales pues por lo general las Dríadas son todas femeninas y como lo vez somos chicos – finalizo Adalia.

Se sorprendieron al escuchar de Dríadas masculinos, pues como dijo Adalia, las dríadas son femeninas.

- Woow nunca había visto a una Dríada son muy pequeñas, yo soy Kalldor – hablo el Jaguar.

Mas asombrados quedaron al ver al jaguar como un adolescente de rubios cabellos, azules ojos y piel tostada.

Sin darse cuenta todos habían cambiado, la Banshee una belleza de piel palida, con rasgos muy definidos, ojos verdosos en un tono oliva y una larga cabellera de color blanco que llegaba a sus tobillos, la Kitsune se mostraba como una chica de cabellos castaños, ojos almendrados y de piel blanca, un poco más baja que la Banshee.

Solo Yo |Sterek•M-Preg|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora