Solo Yo |Sterek•M-Preg|

Capítulo 1: Un encuentro olvidado (Parte I).

Un típico día en Beacon Hills luego de acabar con unos cuantos Wendigos, nada que la manada de Scott no pueda solucionar, aun a Jackson no le hacía mucha gracia pertenecer a la manada de McCall, pero poco a poco iba aceptándolo.

Como siempre Derek Hale los venció con facilidad algo que a los demás le costó un poco, con su ceño siempre fruncido, que a más de uno llevaba loco, este tenía un secreto que ni el mismo recuerda como comenzó, ni el por qué, no recordaba desde cuándo comenzó a seguir al humano más intolerante, Stiles Stilinski, ahora se preocupaba un poco más por él y aunque este no se diera cuenta siempre lo cuidaba y protegía de cualquier que pudiera hacerle daño.

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En un extremo del bosque de Beacon Hills se encontraba un castaño de 8 años persiguiendo mariposas, y en otro extremo un adolescente de 13 años para muchos era un paseo de lo más normal, cada uno en lo suyo iban hacia ninguna dirección, pero eran atraído por una extraña fuerza.

Se encontraron con un árbol talado con muchas raíces brotadas, fue algo mágico de repente el niño de 8 años tropezó con una de las raíces que sobresalía y casi cae de espaldas cuando un moreno de cabellos azabaches lo sujeto por la cintura y evito que se golpeara, al encontrarse sus miradas el tiempo se detuvo y cada uno sintió algo extraño, algunas hierbas casi imperceptiblemente empezaron a crecer a su alrededor y una pequeña luz rodeaba aquel mágico árbol talado.

- ¿Ee, estás bien? - pregunto el azabache sin dejar de sujetar al pequeño.

- Sí, emm gracias, ¿Por qué tus ojos brillan? - el castaño sintió curiosidad de aquel par de ojos dorados.

El azabache quedo petrificado había empezado el proceso de transformación que según su madre aun le faltaba para que iniciara, casi suelta al castaño, pero cerro los ojos recupero la compostura y ayudo al pequeño a que se estabilizara, luego abrió los ojos y lo que el niño vio fueron dos ojos muy verdes tan llamativos que quedo sin habla, literalmente.

- Wooooo, ahora son verdes, ¿Cómo lo haces?, ¿podrías enseñarme?, debe ser muy cool eso, ¿acaso eres un mago o algo así? - preguntaba y preguntaba el castaño con tanto entusiasmo.

- Apestas - fue lo único que dijo el moreno.

- Oye me bañe antes de salir - respondió indignado el chico con un puchero.

- No dije que fuera un mal olor - dicho eso el moreno agarro al pequeño, lo apego a su cuerpo para a continuación acercar su nariz al cuello del chico y aspirar todo su aroma.

- Hey, hey ¿que estas hacien...? - su pregunta quedo en el aire, sentía que se mareaba pues de repente un agradable aroma llego a su respingona nariz y que este chico estuviera frotando su nariz contra su cuello le provocaba muchas reacciones que al instante hicieron enrojecer sus mejillas.

Tuvo que poner toda su fuerza de voluntad para poder despegarse de aquel pequeño castaño que despedía un agradable perfume.

- Yo, yo, emm, nada - desvió la mirada intentando encontrar una excusa para su repentino accionar.

La tarde empezaba a caer y el pequeño castaño tenía que volver a su hogar aunque no quería dejar de ver a aquel chico de verdes ojos, quedo cautivado por sus gruesas cejas y sus dientes de conejo que se le notaban al hablar, sintió una gran curiosidad hacia el moreno, algo le atraía de él.

De repente los dorados ojos del azabache volvieron a hacer acto de presencia y el moreno callo de rodillas al suelo, mareado se sentía, pues el intenso mirar de aquel par de ojos color whiskey no dejaban de observarlo.