SIETE

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¡Perdón! Lo publiqué sin querer y no estaba terminado aún, no fue mi intención, lo lamento amores. 😘❤💞

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Miró hacia ambos lados, no tenía idea hacia donde debía dirigirse, o con quien hablar.
Se dirigió a la mesa entrada.
—Hola, necesito hablar con alguno de los encargados.
La mujer la observó por un momento, y luego volvió la vista a su ordenador.
—¿Qué se le ofrece?
Apretó sus manos en forma de puño, no tenía tiempo para perder.
—Esta mañana llamaron para hacer una devolución, necesito cancelarla.
—¿Usted la hizo?
—No, fue mi madre, pero-
—Entonces no hay nada que pueda hacerse, no era su dueña.
—¡Eso no importa! —exclamó con rabia, golpeando el escritorio con ambas manos.
—Voy a tener que pedirle que se retire.
—Tiene razón, me alteré, lo lamento —pronunció respirando profundo, intentando controlarse—. Pero por favor, necesito hablar con alguien.
—Una vez que los modelos vuelven aquí, son reiniciados, lo lamento mucho, pero lo que usted está buscando, ya no existe.
Cada palabra, fue como un golpe. ¿Lo habían reiniciado?
—¿A qué se refiere con eso de reiniciar? ¿Qué significa?
—Es como una computadora, cuando se resetea.
—No puede ser... Tiene que haber una forma de que me comuniquen con alguien, un encargado, no lo se, ¡Debe existir una forma de impedirlo!
Suspiró y tecleó un par de veces.
—Digame el nombre del comprador.
—Jennifer Dufour, fue hace como tres o cuatro horas.
Ingresó el nombre que le había dicho, y luego asintió con la cabeza.
—Sí. hace tres horas se realizó el pedido de devolución.
—Cancelelo.
—Eso es imposible, solo la compradora puede cancelarlo.
—Pero ella no lo hará.
—Entonces no hay más nada por hacer.
Se tomó el puente de la nariz, y cerró los ojos. Debía pensar en algo, jamás se había rendido, y no lo haría ahora.
—Lo tengo, lo compraré.
Una sonrisa se escapó de los labios de la chica castaña frente a ella.
—¿Tiene idea de cuánto. sale uno de estos modelos?
—No, pero no me importa, quiero comprarlo. ¿De ese modo se cancela su reinicio verdad?
—Tal vez, si es que aun no lo realizaron.
—Okay, dime la cifra, y ve llamando para que lo cancelen.
Giró el monitor para que Angie pudiese ver, y sintió que su corazón se detenía por un momento.

-o-o-o-o-

—¿Y qué sentiste? —preguntó dándole la espalda, mientras observaba los diferentes fármacos que habían en la vitrina.
—No lo sé doctor Alekséi, con ella... Yo sentía como que había algo más que solo maltratos. Angie me trató como su igual, ella me dejó elegir, decidir por mi mismo lo que quería... Me miró como si fuese un humano, no un androide.
—Interesante.
—Angie no quiso que yo la tocara a cambio, ella no buscó nada a cambio, solo mi bienestar, no lo entiendo.
—Hay humanos que tienen un gran corazón seis cuarenta seis —le dijo mientras  tomaba una ampolla y extraía su contenido con una jeringa.
—¿Y por qué ellos no compran androides? ¿por  qué debemos ser vendidos a personas que solo buscan satisfacción en nuestro dolor?
—¿Sientes dolor?
—Sí —pronunció confundido—, yo creo que lo sentí.
—¿Lo sientes o lo emulas?
Se llevó una mano al pecho, tocando sobre su corazón.
—Yo sé que lo siento.
—Acuéstate sobre la camilla.
Andrew asintió y se acostó boca arriba sobre la camilla, con sus brazos extendidos al costado de su cuerpo.
—De todos los modelos que me ha tocado desactivar, tú serás el más difícil.
—Es su trabajo doctor, lo entiendo.
Observó sus ojos, aunque intentase parecer tranquilo, su mirada expresaba claramente el miedo que sentía.
—Tal vez si te cambio de modo.
—No, no lo haga por favor, quiero sentir todo, hasta el último momento.
Suspiró y se acercó a él.
—Está bien, te dejaré elegir.
Sonrió suavemente.
—Gracias Alekséi.
Tocó la linea flexora de su codo izquierdo con la punta de sus dedos, y luego suavemente introdujo la aguja de la jeringa.
—Fue bueno conocerlo —murmuró mientras su vista se nublaba, cerrando lentamente sus ojos.

-o-o-o-o-

—Gastaste tus fondos, hipotecaste tu departamento por un androide... Perdiste la cabeza Ángela.
—Tú no lo entiendes —dijo nerviosa, sintiendo un nudo en el estómago.
Solo quería que alguien viniera y le dijera que Andrew estaba bien, que había llegado a tiempo, que ya se lo podía llevar.
—No, la verdad que no, así como no entiendo como harás para pagar las tarjetas, ¡Dios Angie! Te endeusdaste por ese... Tipo.
—Y lo haría por cualquier persona que lo necesitara.
—En primer lugar no es una persona, y en segundo, no es verdad, no lo harías por cualquiera.
—Milo, no ayudas.
El muchacho suspiró y tomó su celular.
—Estaré afuera, Tay ha estado llamándome.
—Okay, gracias por venir, saludala por mi.
—Em... Sí.
Vio a su hermano perderse por uno de los pasillos y respiró profundo, solo quería noticias de Andrew.
La espera la estaba matando. Luego pensaría como pagaría sus recientes deudas, su mayor preocupación era él.

-o-o-o-o-

La vio y sonrió, ella también lo estaba haciendo, y no entendía porqué, pero se sentía emocionado de verla.
Ella se acercó a él, y rodeó su cuello con sus brazos, en un cálido abrazo.
—Angie, te estaba esperando, sabía que vendrías por mi.
—Sí, solo abrázame Andrew, fuerte.
—Angie.
—¿Qué?
Vio todo negro y se aferró a ella, como si fuese su única esperanza de vida.
—Tengo miedo —susurró cerrando los ojos.
—Ya estoy aquí.
—Tengo frío ¿tú no?
—Solo un poco, abrázame.

¡Andrew!
Abrió sus ojos, todo estaba igual de oscuro, solo que ella ya no estaba más en sus brazos.
—¿Angie?
—¡Abre los ojos! ¡Despierta! ¡Despierta por favor!
Podía escucharla, ella se oía desesperada, pero no la veía.
—Señorita Dufour, salga de aquí por favor, no está permitido el ingreso de personas ajenas al establecimiento.
—No me importa, ¡Andrew!
Sintió un tibio cuerpo rodeando su torso.
—Abre los ojos, hazlo Andrew, por favor, hazlo, no pude haber llegado tarde.
—Él está-
—¡No es verdad! —gritó sintiendo su pecho doler—, no lo reiniciaron, me lo aseguraron.
Miró a Andrew y tocó su rostro con ambas, logrando levemente calmar el temblequeo de sus manos.
—¿Recuerdas lo qué te dije? Estoy aquí por eso, pero debes despertar Andrew, necesito que lo hagas, abre los ojos, no puede ayudarte si no lo haces, por favor.
—Él no puede oírla, salga de aquí, no me obligue a llamar a los oficiales.
Ignorando al médico, tomó una de las manos de él y la puso sobre su pecho, en el lado izquierdo.
—Siente, estoy aquí, abre los ojos Andrew, sé que puedes hacerlo, sé que puedes oírme.
En ese momento, escuchó más pasos en la habitación, y antes de que pudiera hacer algo más, dos oficiales la tomaron de los brazos, arrancándola de Andrew.
—¡No! ¡Suéltenme!
—Llevenla afuera.
—Él está vivo aun ¡No pueden hacer esto! ¡Andrew!
Lo miró, por encima de los cuerpos de esos dos tipos por última vez, y aquel pequeño movimiento de una de sus manos, no pasó desapercibido por ella.
—¡Se movió! Por favor suéltenme, juro que me iré luego.
El médico hizo un ademán con su mano, y la soltaron.
Angie corrió a Andrew una vez más y tocó su rostro.
—Abre los ojos, solo un poco, pestañea, muestrales que aun sigues aquí, que me escuchas, que entiendes, hazlo Andrew.
Lo vio mover suavemente sus párpados y lo abrazó con fuerza.
—Lo sabía, lo sabía... Todo estará bien ahora, te lo prometo Andrew.
Alekséi observó curioso la escena, y luego le pidió a los oficiales que se retiraran.
Debía hablar con ella.

...

¡Feliz día a mis bellos lectores! Mi regalo ❤💞

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