Juguetes para ellas

TRECE

—¿No puedes dormir?
Dio un pequeño salto al escuchar su gruesa y ronca voz.
Sonrió incómoda al mirar hacia el sofá donde estaba acostado, sin nada arriba.
—Em... Sí, algo así... Iba por un vaso de agua.
—¿Quieres que encienda la luz?
—No, no hace falta, veo así.
—Está bien.
—¿Quieres algo? No has cenado.
—Estoy bien, gracias.
Suspiró y se dirigió a la cocina, tomó un vaso y lo llenó de agua.
Sabía que él estaba molesto, o algo así con ella.
Se cruzó de brazos y observó la despensa, le llevaría algo, y tendría que comerlo, dudaba que fuera tan grosero para rechazarlo.
Tomó un plato, y colocó dos muffins, para luego tomar dos tazas y servir algo de café.
Acomodó cuidadosamente las tazas y el plato sobre una bandeja, y con pasos lentos, se dirigió a la sala.
—¿Sigues despierto verdad? —preguntó llegando al sofá.
—Sí, ¿Por qué?
—Traje algo para ambos.
—No tengo hambres.
Rodó los ojos y colocó la bandeja sobre la pequeña mesa de cristal frente a Andrew.
—Okay, si no lo quieres, no lo tomes, pero igual me quedaré aquí —pronunció tomando su taza de café humeante y un muffins.
Realmente hacia calor para tomar el café tan caliente.
—¿Y pudiste hablar con el médico?
—Sí.
—¿Cómo está él? —preguntó mordiendo el Muffin.
—Bien.
Cruzó sus piernas, sentada sobre la alfombra de la sala.
—No tienes muchas ganas de hablar eh.
—No realmente.
—¿O estás enojado?
—¿Por qué debería estarlo?
Se encogió de hombros, dándole un sorbo al café.
—No sé, dímelo tú.
Se sentó en el sofá, y tomó la taza para darle un sorbo.
Angie lo observó y sonrió, parecía un niño haciendo una rabieta.
—¿Y que hablaron con Aleksei? —le inquirió mordiendo el muffin.
—De mi frustración sexual.
Comenzó a toser al escuchar aquello. No creyó que él le fuera a contar, y mucho menos una cosa así.
—¿Estás bien?
Asintió con la cabeza, golpeando suavemente su pecho.
Si Andrew iba a ser así de directo, tendría que acostumbrarse.

-o-o-o-o-

—Ajá sí, como si una tuviese un cuerpo como una de esas —pronunció señalando la televisión.
El moreno observó a la muchacha que aparecía en el anuncio. Figura delgada y esbelta, una sonrisa radiante, y grandes ojos azules.
Miró a Angie, y frunció levemente el ceño.
—¿Qué tiene su cuerpo?
—Oh por favor Andrew, es perfecto. Sin contar con su rostro, parece una muñeca, es preciosa.
—¿Crees que ella es hermosa? —le inquirió mirándola fijo a los ojos.
—¿Para ti no?
—No —le dijo negando con la cabeza.
—Pues sí, para mi es muy hermosa.
Desvió la mirada de ella, hacia la televisión, donde el anuncio ya había terminado.
—Entonces te gustan las mujeres.
Comenzó a reír divertida al escuchar aquello.
—¿Qué? ¿De dónde sacas eso hombre? ¡por supuesto que no me gustan las mujeres!
—¿Hombre? —le preguntó curioso.
Ella hizo un ademán con su mano, restandole importancia.
—Es una forma de decir.
—Pero... ¿me ves como hombre?
—Claro que sí, eres un hombre para mi —le dijo confundida.
—Y si no te gustan las mujeres-
—Ya Andrew, no soy lesbiana, soy heterosexual, ¿por qué tanta curiosidad sobre mi orientación sexual?
—¿Por qué me rechzaste?
Suspiró y se pasó una mano por el rostro.
—Debí imaginarlo —murmuró—. Mira Andrew, yo sé que para ti debe ser difícil comprender que yo no te quiera para los fines que fuiste creado, pero en serio, no te compre para eso, ¿okay? Yo solo quiero que el mundo entero sepa sobre ustedes.
—Lo sé.
—Entonces no te frustres, ni nada por el estilo. No soy como mi madre, a mi no debes... Pagarme con ningún tipo de "favor" —pronunció lo último con asco.
De solo imaginar las cosas que su madre le había obligado a hacer, le revolvía el estómago.
—Pero no fue por eso.
—¿Qué quieres decir?
—Yo quiero hacer el amor contigo. Es la primera vez que siento que quiero hacerlo con alguien.
Su rostro se puso completamente rojo al escuchar aquello.
—No digas eso.
—Yo te deseo Angie.
Se levantó del puf donde estaba sentada y le dio la espalda.
—Yo... Me voy a preparar el almuerzo.
—Angie.
—Vuelvo después.
Entró rápidamente a la cocina, sintiendo sus piernas temblar, su corazón latir con rapidez.
—Maldita sea —murmuró cerrando los ojos con fuerza.
¿Por qué le tenía que pasar aquello? Ya no sabría ni como mirarlo a los ojos luego de eso.
Y lo que menos quería, era incomodarlo.
Estaba siendo sincero con ella... Pero Angie no estaba preparada para aquello.

-o-o-o-o-

—Oh mira, entremos ahí —le dijo señalándole una tienda.
Estar solos en la casa, solo aumentaba aun más la tensión entre ambos, por lo que Ángela había decidido que lo mejor sería salir a dar un paseo.
Andrew la siguió por detrás, en silencio.
Sabía que él no era de hablar mucho, pero se sentía más incómoda que nunca.
—¿Estás aburrido no?
—Un poco, ¿qué compraremos aquí?
—Nada, solo quería salir a caminar un poco. Pero podríamos ir a otro lugar si quieres.
—Donde sea te seguiré.
Sonrió al escuchar aquello.
—Suena muy tierno, pero siento que me seguirías como un cachorro a su dueña.
—Eres mi dueña, me compraste.
—Soy tu amiga. Si te compré, fue porque era la única manera de sacarte de allí, pero soy tu amiga Andrew.
—Está bien Angie.
—Así se habla —le dijo sonriendo—. Ven, vayamos a otro lugar, creo que el cine te gustará.
En cuanto salieron de la tienda, él la tomó de la mano, entrelazando sus dedos.
Y ahí estaba una vez más ese frenético palpitar en su pecho.
Y no lo entendía, ya muchas veces lo había tomado de la mano.
—¿Te molesta que lo haga? —le inquirió al verla algo tensa.
—N-No, no... Solo me tomó por sorpresa.
Andrew intentó soltarla, pero apretó suavemente su mano.
—Dije que estaba bien Andrew.
Caminaron en silencio, sin decir nada más los dos, y no pudo evitarlo, sonrió al sentir aquel cosquilleo provocado por las suaves caricias que él le daba con su dedo pulgar sobre el costado de su mano.
Miró un segundo para arriba, Andrew se veía más relajado, y eso era genial, ya no lucía molesto.

...

¡Yei! Actualización nuevamente 👀❤
Y... Solo hay un motivo :c Sayla se irá pronto por un tiempo.
Así que debo terminar todo >w< jajaj❤