TREINTA Y UNO

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¡Hola amores míos! Lamento mucho la demora 💔😔 estuve muy ocupada, y la inspiración tampoco me llegaba.
Pd: Recuerden que los amo 🙊❤❤❤

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—Mi respuestas es no —pronunció serio un joven rubio de ojos azules.
—Pero señor Mc'Kallister —intentó insistir Angie.
—No —La interrumpió—. Hace seis meses perdí a mi hijo, y casi perdemos la vida mi mujer y yo, no la expondré una vez más.
—¿Tiene idea de cuántos androides viven en situaciones deplorables? ¿explotados como juguetes sexuales? Hay incluso niñas ahora mismo siendo violadas.
—No lo sé, y no me interesa tampoco —pronunció en un tono carente de emoción alguna, que le heló la sangre a Angie.
—Mi familia es lo único importante para mi, y ella ahora solo es mi mujer.
—Usted podría hacer la diferencia, que lo que le ocurrió no vuelva a pasarle a nadie más.
—No, busquen a alguien más, yo no pondré a mi mujer en peligro."

—¿Qué pasa? —le inquirió abrazándola por la espalda, apoyando su mentón sobre el hombro de ella.
—Que ellos como testigos hubiesen sido muy valiosos para el caso amor —pronunció afligida—. Ella es la única androide que pudo procrear un bebé, y seguir viva.
—Sí, ¿pero a cambio de qué Angie? De todos modos hubo una muerte, y fue la de su hijo. Sé que quizás suene un poco injusto que él se negara, pero intenta ponerte en su lugar. No quiere perder a su mujer.
—Sí... —murmuró.
Andrew sonrió y besó su mejilla varias veces, hasta hacerla reír bajo.
—Te amo, no me gusta verte triste.
Se giró entre sus brazos, y lo tomó del rostro, acariciando suavemente sus mejillas.
—Y yo te amo a ti —le dijo antes de besarlo.

-o-o-o-o-

—Sería muy sospechoso si actuamos ahora —pronunció un muchacho con cierta preocupación en su tono de voz.
El tipo sentado frente a él, se inclinó hacia atrás levemente, llevándose una mano a los labios, analizando la situación.
—Tal vez —le dijo no muy seguro—. Pero nadie sospecharía de nosotros si un fanático religioso actuara.
—Quizás, pero dudo mucho que ellos quieran involucrarse. Se saben que fueron los culpables de las muertes de Uno y Dos.
—Es verdad, pero no es necesario que sea uno de ellos, simplemente que crean que es uno al momento de actuar.
—No comprendo, ¿A qué se refiere?
—Usa una mujer, prográmala, que diga un discurso creíble, digno de esos retrógradas, y luego mándala a que opere fuera del tribunal, al frente de todos. Quiero que las cámaras la filmen, que los reporteros hablen de ella.
—¿Usará uno de los nuevos modelos?
—Sí, usa a la última.
—¿La que acaba de dar a luz a la niña de los Phoenix?
—Exacto, ya no nos sirve. No quiero ningún error, esto debe salir a la perfección. De lo contrario... No solo tu puesto de trabajo estará en juego aquí.

-o-o-o-o-

-Una semana después-

—¿Nerviosa? —le preguntó con una cálida sonrisa, saliendo ambos del departamento.
—Sí, mucho.
—Todo estará bien, ya lo verás. Tienes pruebas más que suficientes para presentar ante la corte, el testimonio de varios compradores y médicos que han decidido apoyarnos.
—Lo sé Andrew, pero no lo sé, temo equivocarme en algo.
La tomó de la mano, y juntos subieron al ascensor.
—Confío en ti, y si nada de eso sirve, seguiremos apelando. Hemos esperado bastante, un poco más no importará.
—Claro que sí, es tiempo en que podríamos estar rescatando a niñas abusadas.
—Intenta no pensar en eso si no es una motivación.
Bajaron, y frente a ellos, había una jovencita de cabello rubio hasta los hombros, lacio, de apariencia escolar, quizás no más de dieciséis años.
Al ver Angie y Andrew, sonrió y les entregó una flor.
—Hola, mi nombre es Grace. Mis padres me rescataron hace dos meses, luego de que ustedes hicieran pública aquella lista de compradores —pronunció con su dulce voz—. Por favor, recíbala como agradecimiento, sé que usted está luchando por una causa muy noble.
—Muchas gracias cariño, es una rosa hermosa —le dijo Angie con una sonrisa.
Levantó la cabeza, y luego observó a una pareja de unos treinta años, a unos metros de ellos, quienes al verlos, sonrieron y los saludaron con la mano.
—Que tenga un estupendo día señorita Dufour —saludó la jovencita antes de alejarse.
Angie y Andrew salieron del edificio, y se dirigieron a la zona de estacionamiento.
—Ya me siento más que motivada con esa niña —pronunció ella con una gran sonrisa.
Él sonrió y la besó, antes de que abriera la puerta del auto.
—Es bueno saberlo, andando.

-o-o-o-o-

—Ellos ya salieron.
"—¿Pudieron interceptarlos?"
—Sí, Candy lo hizo, hemos clonado la tarjeta de su departamento, también puede rastrear su ubicación, ella aceptó el señuelo.
"—Perfecto."
—¿Qué debemos hacer?
"—Quiero que ambos ataques ocurran simultáneamente. Cuando te dé la señal, haces volar el departamento, no quiero que quede prueba alguna."
—Pero... Los daños serían para el edificio entero.
"—Bajas inevitables, elimina todo."

-o-o-o-o-

—¿Por qué hay tantos policías y reporteros? —preguntó Andrew, sorprendido.
—Por el caso. Y por esos idiotas —señaló a un grupo de manifestantes que se encontraban detrás de unas barandas, siendo contenidos por los oficiales de seguridad.
—Esos carteles me dicen que no son simpatizantes —murmuró el moreno, mientras se acercaban lentamente con el auto.
—Así es, pero no te preocupes, no pueden cruzar esas vallas.
Llegaron hasta la puerta del tribunal, y aunque los policías intentaron resguardarlos, varios reporteros se acercaron a ellos, llenando de preguntas a Angie, que no contestó ninguna.
No era momento para hacer declaraciones, y no le gustaba tampoco estar frente a las cámaras.
Entraron al juzgado, y Andrew le pasó un maletín que él había llevado todo ese momento, donde se encontraban algunas de las pruebas del caso que Angie presentaría, junto con su laptop.
—Se que no es buen momento, pero... Lo estuve pensando.
—¿Qué cosa? —le inquirió él deteniéndose.
—¿Recuerdas que hablamos de adoptar a un bebé?
Sonrió emocionado.
—Sí.
—Pues, creo que después de esto, podríamos hacerlo.
—Oh Angie —exclamó abrazándola, besando suavemente la coronilla de su cabeza.
—¿Sí quieres? —le preguntó sonriendo, abrazándolo también.
—Por supuesto, nada me haría-
Dejó de hablar al ver a una mujer parada a unos cinco metros de ellos.
¿En qué momento había llegado?
Ella lo miró seria, Angie estaba dándole la espalda, ya que Andrew aún la tenía abrazada.
—¿Andrew?
—Jamás serán considerados como humanos, son aberraciones para Dios, ¡Las máquinas nunca serán personas!
Sacó un arma que escondía debajo de su blusa, y antes que disparara, Andrew giró en el mismo lugar, abrazando protectoramente Angie, que antes de poder reaccionar a lo que esa joven había gritado, escuchó el primer disparo.
Cerró sus ojos con fuerza, y escuchó que él le decía que todo estaría bien, que solo debía quedarse quieta.
Dos más pudieron oírse, antes de escuchar que los de seguridad entraran corriendo al pasillo.
Sus ojos estaban cubiertos de lágrimas, y tenía miedo de abrirlos.
—A-Andrew —pronunció sollozando.
Al no recibir respuesta, abrió los ojos, su rostro estaba contra el pecho de él.
—¿Amor?
Levantó la cabeza y lo tomó del rostro, él estaba con los ojos cerrados.
—Andrew.
Sus labios comenzaron a temblar al ver que no reaccionaba.
—No, no por favor —suplicó en un tono tembloroso.
Lo abrazó, y allí fue cuando sintió algo tibio y húmedo en su espalda, escurriéndose lentamente.
Quitó sus manos y observó una de ellas, tenía sangre.
Miró hacia abajo, y más de ella estaba rodeando el cuerpo de él.
—No, no, ¡Ayuda! ¡Por favor!
—Señorita Dufour —pronunció un paramédico acercándose a ella.
—É-Él no responde, está sangrando, ¡Ayúdelo por favor! —le pidió llorando desconsolada.
Él médico quitó con cuidado el cuerpo de Andrew sobre Angie, y al ver sangre en la ropa de ella, otro más se acercó a la castaña para atenderla.
—¡Yo no tengo nada! —gritó histérica, sin poder dejar de llorar—. Por favor ayúdenlo, por favor.
El médico tocó el pulso al costado de su cuello, y la expresión de su rostro cambió, por una de lamento.
—Señora, lo siento mucho, pero-
—¡No! —exclamó acercándose a él, abrazándolo por el pecho, sin importarle que su sangre la manchara—. No Andrew, por favor... Abre los ojos mi amor, por favor —pidió lloró—. Abre los ojos.
Su celular comenzó a sonar, y no quiso tomarlo, no le importaba.
Solo quería que él abriera los ojos, que la mirara, que le hablara, le dijera que aún estaba allí.

-o-o-o-o-

—¿Y bien?
"—Creo que si pone cualquier canal, estará enterado de las noticias señor."
Una sonrisa se esbozó en sus labios al escuchar aquello.
—¿Eliminaron todo?
"—Las pruebas, su departamento, y... Ella no murió, el androide la protegió, y antes de que alguna bala pudiera llegarle, los oficiales llegaron primero."
—¡Eso no fue lo acordado! ¡Quería a esa mujer muerta!
"—Dudo mucho que ella quiera continuar con esto señor, lo ha perdido todo."

...

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