Lucas.Son las diez de la noche. Y para lo enfadada que estaba Marina conmigo, hoy ha llegado estando simpática.
Llegó de la compra, se vistió, cogió a Cristal y se fue.
Cristal viene con un osito de peluche que antes no tenía, hasta donde yo estoy, que es en el sofá.
Estira los brazos para que la coja y la coloque en mi regazo.
Lucas: ¿Y ese osito?
Cristal: Me lo ha comprado la nueva amiga de mamá. Es una compañera de su trabajo.
Asiento mientras la tapo con la mantita.
Veo la tele mientras le acaricio la cabeza, y Marina prepara la cena.
Cristal: Papi... tengo sueño.
La subo a su cama y la tumbo.
Lucas: Buenas noches princesa.
Bajo abajo junto con Marina.
Marina: ¿Podemos hablar?
Lucas: De verdad, si es algo sobre que me fui a comer, no tengo ganas.
Marina: No, no. Hoy he estado con ella, y me ha contado una cosa y la verdad, esa chica lo ha pasado bastante mal. Es más simpática. Lo siento por juzgarla, pero no la conocía.
Asiento y le doy un beso en la frente.
Marina: ¿Y Cristal?
Lucas: La subí arriba porque decía que tenía sueño.
Marina: Voy a subir a ver como sigue.
Asiento y voy a la nevera a por agua. Me la echo en un vaso y bebo.
Marina: ¡Lucas, Lucas ven, rápido!
Subo corriendo y me la encuentro llorando.
Lucas: ¿Qué pasa?
Marina: Por favor, vamos a llevarla al médico. He subido para ver como seguía y la vi dormida. Le toqué la frente, y la noté muy caliente. La moví un poco para que despertara pero no despierta.
Cojo a Cristal y la llevo corriendo al coche.
Me subo en el conductor y ella se sienta con la niña en el asiento de copiloto.
Cuando llegamos vamos a recepción.
Lucas: ¡Por favor, ayuda!
Un médico se acrca a nosotros.
Doctor: ¿Qué le pasa?
Lucas: Estaba en su cuarto, fuimos a verla y tenía la frente muy caliente. La movimos un poco pero no despierta.
Doctor: Tiene que esperar, hay más pacientes.
Lucas: ¡Lo siento pero no! Mi hija no despierta así que más vale que hagáis algo rápido.
Se la llevan a una camilla.
Abrazo a Marina fuerte.
Marina: ¿Y si... y si le pasa algo a mi niña?
Lucas: No nena, Cristal se va a poner bien.
Al cabo de un rato, nos llaman diciendo que Cristal está en planta.
Doctor: ¿Familiares de Cristal?
Nos levantamos.
Marina: ¿Mi hija está bien?
Doctor: Sí señorita, no se preocupe. Solo ha sido una subida de fiebre alta, alta para su edad. Le hemos puesto suero y demás y se le irá bajando. En diez minutos pueden entrar a verla. Despertará en quince, y le gustará ver a sus padres allí, aparte porque sé que si está sola, se puede asustar.
A los diez minutos entramos, y se me parte el alma ver a mi niña así, con tantos cables.
Efectivamente a los cinco minutos de entrar nosotros, ella despierta.
Cristal: ¿Donde estamos mamá?
Marina: Estamos en el hospital mi amor. Te has puesto muy malita y te hemos tenido que traer.
Cristal: No quiero estar aquí, quiero irme a casa.- Llora y patalea.
Lucas: No, mi niña. Ya mismo nos vamos.
Cristal: Me duele un poco la cabeza.
Lucas: Duerme un ratito.
Cuando se tumba y acurruca, Marina se sienta en el típico sillón azul marino que hay al lado de la cama y explota en llanto.
Lucas: Hey, hey. Mi amor se va a poner bien, ya verás.- La abrazo y esconde su cara en mi cuello.
Al cabo de media hora, Cristal se despierta de golpe, llorando como nunca agarrándose la cabeza con las manos.
Cristal: ¡Me duele!
Después de pedir ayuda y que vengan los médicos, se la llevan para hacerles pruebas. Queremos entrar pero no nos dejan.
Doctor: Sé que es pequeña, y que necesita a sus padres. Pero no pueden entrar, lo siento. Vamos a dormirla y a hacerle un TAC, para ver que es lo que le ha causado ese dolor tan fuerte.
Asentimos y nos sentamos en la silla que hay enfrente de la sala.
(...)
Estamos ya en la habitación, Cristal sigue dormida.
Estamos de pie al lado de la camilla mirándonos.
Pegan a la puerta, y por ella entra el doctor.
Doctor: Buenas tardes, os explico. La mayoría de los dolores de cabeza no tienen su origen en el cráneo, sino que son debidos a que los músculos o vasos sanguíneos se pueden inflamar y ejercer presión sobre los nervios circundantes, que envían mensajes de dolor al cerebro. Y eso es lo que le ha pasado a Cristal. Algunos de los vasos sanguíneos se le han inflamado, y es lo que ha causado que le de ese gran dolor de cabeza.
Marina: ¿Pero es grave?
Doctor: No, no. No hay nada lo que preocuparse. Cuando despierte, le seguirán dando punzadas de vez en cuando, y quizás sienta naúseas. Si todo va bien, pueden irse a casa en tres días. Eso sí, cuando llegue a casa, reposo absoluto y que no salga a la calle. En un rato le traerán la cena.
Se despide de nosotros y sale por la puerta.
(...)
Hace dos días que llegamos a casa. Estamos a Jueves y son las siete de la tarde.
La tutora de Cristal nos acaba de decir que quiere que vayamos al colegio para justificar la ausencia de Cristal. Para esto no suele citar personalmente, pero es cierto que a Cristal le tiene mucho cariño.
Lucas: ¿Quién viene a quedarse con la niña?
Marina: Mi amiga.
Asiento y me hecho colonia. Poquita, dos pulveraciones en el cuello, y una poca en la ropa.
Lucas: Voy yendo al coche.
(...)
Acabamos de terminar la tutoría y nos dirigimos a casa.
Miro mi Iphone y veo que uno de los profesores, el de Francés me ha dicho de ir a Zepri's a tomar algo. Y acepto.
Lucas: Cariño, ¿te importa que vaya con Marcos a Zepri's a tomar algo? Con todo esto último necesito relajarme.
Marina: ¿Quién es Marcos?
Lucas: El profesor de Francés.
Marina: Ah claro, ve. Pero no te me descontroles mucho ¿vale?
Lucas: Te prometo ser responsable mi bella dama.- Le beso el dorso de la mano. Ella ríe.- Adiós mi amor.- Le doy un dulce beso en los labios y me dirijo al bar.
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Let me love you.
Fiksi RemajaY que le hago si me he enamorado. Queda prohibida cualquier copia o adaptación. Publicada: 25/05/2017