Salgo de trabajar ya que acaba mi turno, y me dirijo a la parada del autobús.
X: Eh, Lucas.
Lucas: Dime, Sandra.
Sandra: Como también ha acabado mi turno, por si querías ir a tomar un café o algo. Nos duchamos cada uno en su casa, y si quieres paso a por ti en mi coche. Me mandas la dirección y...
Lucas: Está bien, total, tampoco tenía nada mejor que hacer.
Sandra: Bueno, pues hasta luego entonces. Oye, eh...-me llama justo antes de empezar a caminar- ¿te llevo con el coche?
Lucas: Me vendría bien.
Durante el trayecto en el coche, vamos hablando del trabajo y algún que otro tema ajeno a este.
Aparca una vez llega a donde vivo.
Sandra: He pensado, que en vez de quedar ahora para tomar algo, te recojo esta noche a eso de las diez menos cuarto. Estate listo, eh.
Le doy un beso en la mejilla, y me bajo del coche despidiéndome de ella.
Saco mi smartphone del bolsillo de mis pantalones, y veo que son las siete menos cuarto.
Me dirijo a mi cuarto, me pongo ropa de chandal para hacer la compra antes de empezar a prepararme.
Cuando voy por el pasillo de los lácteos, veo a unos metros de mí a Bianca de espaldas acompañada de un hombre.
Esto no me gusta nada.
Veo como él dice algo, y ella ríe.
Esto me gusta menos.
Furioso, cojo las dos últimas cosas que me quedaban por comprar y me dirijo a la caja. Por suerte no había mucha gente delante de mí, por lo que pago pronto.
(...)
Salgo de la ducha y me dirijo a mi armario para ponerme unos bóxers.
Miro toda la ropa que tengo, pero no sé que ponerme. Hasta que veo algo que me convence. Es un conjunto normal, ni muy elegante ni muy desarreglado.
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Cierro las puertas del armario, cojo el secador, lo enchufo cerca, y me peino en los espejos situados en las puertas de este.
