Me encuentro sentado en la cocina, tomando mi taza de café.
Bianca sigue dormida.
Sonrío al pensar su nombre.
Mi pecho ahora rebosa felicidad.
No pensé que todo fuera a surgir de esta manera tan rápida, es decir, que me perdonara. Pero aún así, me alegro incluso más.
Hoy, después de que vengan Cristal y Daniel del colegio y de dejarles su comida preparada, voy a invitarla a comer, después daremos un paseo, y a la tarde después de merendar la voy a llevar a jugar a los bolos, ya tengo la pista reservada. Y a la noche, quiero invitarles a todos a cenar. Ahora por la mañana, vamos a dedicarnos a traernos las pocas cosas que tenía en mi apartamento.
Bueno, a lo que iba, pensaba que me iba a costar el oro y el moro que me perdonara.
Miro la hora en mi smartphone y veo que son las once de la mañana. Así que le voy a preparar el desayuno para que se lo tome en la cama.
Cuando termino de prepararlo, lo coloco todo en una bandeja.
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Subo las escaleras con cuidado y coloco la bandeja en la mesita de noche, una vez he llegado el cuarto.
Me sitúo de rodillas frente a la cama, y le aparto unos mechones que le caen por la cara.
Todo rastro de maquillaje que tenía ayer se le ha quitado. Y joder, así al natural, me gusta incluso más.
Lucas: Cariño...- le acaricio la mejilla. Se mueve pero no se despierta.- Pequeña despierta...
Bianca: Mhmm...
Lucas: Que te he traido el desayuno...- le aparto la sábana, suerte que está bocarriba, y le voy dejando besos desde el estómago, subiendo pasando por entre sus pechos, llegando a la clavícula, después al cuello, y terminando sobre su boca.
Ríe y puedo ver que ya está despierta.
Le doy un último beso rápido.
Cuando se sienta, me quito mi camiseta y se la doy para que se la ponga. Yo me quedo con una de manga corta.
Lucas: Te he traído el desayuno, mi amor.- le coloco la bandeja en las piernas.
Bianca: Huele divino- prueba el crêp- y sabe aún mejor.
Lucas: Hoy tengo planes para nosotros. Había pensado que, en la mañana, entre tú y yo, íbamos a mi apartamento y traíamos las cosas que tenía allí, nos llevamos los dos coches para así meter más cosas y no dar tantos viajes. Cuando lleguemos nos duchamos. Después, cuando les preparemos la comida a los niños, te invito a comer a ti, a la tarde te llevo a un sitio pero eso es sorpresa, y a la noche os invito a todos a cenar.