Capítulo 29.

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Bianca.

Noto que me colocan una chaqueta por los brazos, y sé que es Lucas. Aunque pasen los años, su olor sigue siendo el mismo.

De repente comienza a llover, y no poco.

Lucas: Para hoy no daba lluvia, ¿no?

Bianca: No.

Lucas: Vaya, tendré que ducharme en cuanto llegue a casa, porque seguro me mojo.

Bianca: Tiene pinta de que va a estar así toda la noche, así que te puedes quedar a dormir. Te dejastes ropa aquí.

Se aproxima más a mí, giro la cara hacia la izquierda, que es donde está él, y veo que me está mirando fijamente. Me coloca las manos en la cara, y me besa. Mi cuerpo no reacciona, quiero apartarme pero a la vez no.

 Mi cuerpo no reacciona, quiero apartarme pero a la vez no

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Lucas: Ay, yo... lo siento. Bueno en realidad no lo siento porque lo necesitaba, pero siento si te ha molestado.

Esta vez, lo callo yo con otro beso. Me rodea la cintura con los brazos, y me aprieta más contra él.

Al separarnos, suspiramos. Y a mí se me escapa una pequeña sonrisa.

Lo abrazo por la cintura, poniendo mi parte izquierda de la cara en su pecho.

Me besa la coronilla de la cabeza, y apoya su mejilla derecha en ella.

Bianca: Lucas...- trago saliva- ¿por qué te fuistes? No quiero discutir, solo quiero saber el por qué. Depende del argumento, me será más fácil perdonarte. Y sí, ambos sabemos que voy a acabar perdonándote, pero no te lo quiero poner fácil, porque tengo miedo de que te vayas otra vez.

Lucas: No pienses eso ni de coña, ahora que os tengo de nuevo cerca, y que Daniel sabe que soy su padre, sería gilipollas si me fuera y volviera a romper lo que estoy intentando reconstruir. Y... me fui porque estaba acojonado hasta las trancas. El hecho de que Marina muriera, me supuso... algo muy grande. Y pensé que no estaba preparado para afrontarme a mis dos hijos. No tengo palabras para agradecerte todo lo que has hecho por ellos, que a pesar de que huí como un cobarde, y de que estos niños no son tuyos, les has cuidado y querido, y eso, juro que nunca tendré palabras suficientes para agradecértelo, porque sin ti, a saber que sería ahora de ellos. Seguramente me odiarían a muerte, y aunque pensaba que ahora me iban a odiar, creo que gracias a ti no lo hacen tanto. Y al principio, no sabes lo duro que se me hizo, siempre pensaba en vosotros y en volver, pero nunca tenía los cojones suficientes para hacerlo. Me fui lejos, y al principio estuve bajo un puente. A las semanas, una familia me acogió un tiempo, hasta que conseguí trabajo y con el sueldo, me pude alquilar un pequeño apartamento. Hasta siete años después. Estaba cansado de volver a casa y no tener a nadie y sentirme solo. Así que decidí volver a Madrid, encontré trabajo pronto en un bar y de hecho, sigo trabajando en el mismo sitio. Aunque suene de locos, os estuve viendo durante esos tres años, no sé si te lo ha contado la niña; cuando íbais a recoger a Daniel al colegio, o cuando salías con amigas, pero no por nada malo, solo os quería ver. A ti, lo siento muchísimo de verdad, porque joder, estabas rota y yo te rompí más aún, y eso no sabes lo que me duele. Siempre tenía la duda de si habías encontrado a un hombre mejor que yo. Y solo espero, que os pueda recuperar pronto y ser la familía que éramos antes.

Let me love you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora