Capítulo 15.

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Lucas.

Bajo a la cocina y me encuentro una nota.

«He ido con Cristal a hacer la compra y a visitar a mi madre. Volveremos para la hora de la comida. Besos. Te quiere, Marina. Y Cristal.»

Sonrío ante la idea que se me acaba de ocurrir.

Subo las escaleras y entro al cuarto de Cristal.

Como suponía, Bianca está dormida.

Le quito la manta con la que estaba tapada, y me subo encima de ella.

Empiezo a darle besos por el cuello.

Gruñe pero no abre los ojos.

Sigo besándole el cuello pero esta vez mordiéndolo un poco. Voy desde su cuello hasta su boca.

Me sigue el beso, pero se aparta.

Lucas: ¿Qué pasa?

Bianca: ¿Y si sube Marina y nos pilla, o Cristal?

Lucas: No están ninguna.- Aprieto mi cadera con la suya y gime.- Han ido las dos a casa de mi suegra.

Le cojo las manos y se las coloco encima de la cabeza. Esta vez se deja hacer.

Ataco su boca de nuevo.

Ella abre más las piernas y me coloco mejor.

En un ágil movimiento, le quito la camiseta del pijama, y ella me quita la mía.

Desciendo los besos hasta el valle de sus pechos donde me entretengo por un rato.

Acabo por quitarle el sujetador.

Voy bajando hasta llegar a su abdomen y cuando llego al pantalón del pijama se lo quito. En cambio, las bragas se las quito con los dientes.

Le beso desde los pies hasta su feminidad, donde dejo un beso sobre ella y suspira; sigo acariciando y besándole el cuerpo.

Ella, con un tanto de desesperación, me baja los pantalones y los bóxers de un tirón. Y yo, deseoso, acabo por quitármelos.

Sonríe al ver mi excitación, y pasa una mano por ella. Cierro los ojos y echo la cabeza para atrás. Esta es la entrada al paraíso. Es que Dios, esto es de ensueño. Tengo a una tía sentada enfrente mía a la que está muy buena, y que estoy comenzando a sentir cosas por ella más que atracción sexual, haciendome una paja con la cara a la altura de mi abdomen. Y yo, de rodillas frente a ella. Cuando siento que voy a llegar al clímax le aparto la mano.

Ella frunce el ceño.

La beso mientras la tumbo, y cuando encuentro su entrada, me meto en ella.

Ella aprieta nuestras manos entrelazadas.

Esta vez, a pesar de todo, le hago el amor.

Cuando llegamos juntos, ella se tumba a mi lado.

Bianca: En estos meses, nunca me habías hecho el amor.

Lucas: Ya era hora, ¿no? No quiero que pienses que lo único que siento por ti es atracción sexual.

Bianca: ¿Sientes más cosas por mí?- Sonríe ampliamente.

Lucas: Siento demasiado por ti.

Se acerca a mí y me besa.

Bianca: Prométeme una cosa.- asiento para que siga hablando.- Prométeme que no me romperás como lo hizo David. Tengo miedo a sufrir otra vez.

Lucas: No te lo puedo prometer.- Ella aparta la mirada, y veo que una lágrima baja por su mejilla.- Te lo puedo jurar.- Le cojo la cara con las manos y le doy un beso.

La tumbo junto a mí, y le doy un beso en la frente, y otro en la nariz.

Lucas: Anda, vamos a darnos una ducha por separado, porque sé que si nos bañamos juntos no saldremos nunca, y vamos a recoger un poco la casa.

Le doy un beso y me dirijo hacia el baño del dormitorio que comparto con Marina.

(...)

Llamada telefónica.

Lucas: Entonces, ¿está todo en orden?

X: Sí, todo en orden.

Lucas: Entonces quedamos en media hora y las recojo.

Me monto en coche, y me dirijo al lugar para recoger eso que tenía que coger.

Más adelante sabréis lo que es.

Me despido y vuelvo a casa.

Entro y está Marina en el sofá.

Marina: Cielo, ¿te puedo comentar algo?- Dice triste.

Lucas: ¿Estás bien? ¿El bebé está bien?

Marina: Sí, si. No es nada mío. Es que mira, mi hermana ha tenido una hija, ayer. Y me han dicho de ir y también que me lleve a Cristal y eso.

Lucas: Pero eso es bueno, ¿no? ¿Por qué esa cara tristona?

Marina: Porque me han dicho que tú no puedes ir.- Por dentro, sonrío.- Me da coraje que no les caigas bien.

Lucas: Bueno..., no importa. Yo me quedo aquí en casa, y quedo con Marcos y eso.

Marina: Ya, pero...puf, no sé. El vuelo sale en seis horas. Es decir, salimos de aquí a las ocho y llegamos a Valencia a las nueve y media. Nos recogería mi hermano.

Lucas: ¿Has hecho la maleta?

Marina: Mientras esta mañana tú fuistes con Marcos a ver eso que querías ver,- sí, le conté una mentirijilla,- yo hice las maletas.- Asiento.- Pero claro, aunque el avión salga a las ocho, tenemos que estar en el aeropuerto a las cinco. Nos acompañarás, ¿verdad? Mi madre después de comer vendrá aquí.

Lucas: Claro que os acompañaré.

(...)

Estamos en el aeropuerto, llevamos aquí como por casi dos horas.

Pasajeros con destino Valencia, les anunciamos que en unos diez minutos saldrá el avión. Vayan pasando para embarcar.

Marina: Te voy a echar de menos.- Dice abrazada a mí.

Lucas: Yo también, a las dos.- Digo dándole un casto beso en los labios.

Cristal: Papi.- Dice llorando.

Lucas: ¿Qué pasa mi niña?

Cristal: Que te voy a echar de menos.

Lucas: Solo serán cuatro días, el mismo martes nos vemos mi amor.

Cristal: Prométeme que me llamarás todas las noches para darme las buenas noches.- Dice alzando su dedo meñique.

Lucas: Te lo prometo.- Entrelazo mi meñique con el suyo.

Le doy un beso en la frente a Cristal, uno a Marina en los labios, y un pequeño abrazo a mi suegra.

Let me love you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora