Capítulo 26.

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Lucas.

Se queda estática cuando me ve.

Minutos atrás, aparecen dos amigas suyas, preocupándose por ella, ya que está blanca.

Cristal: Chicas...- pronuncia en apenas un susurro- de verdad estoy bien. Después os explico.

Ambas le dan un beso en la mejilla, y se marchan pero sin que la preocupación abandone sus rostros.

Con miedo, le cojo de la mano.

Y en el momento en que lo hago, lágrimas brotan de sus ojos.

Rápidamente, se abraza a mí.

Lucas: Dios, pequeña...- inevitablemente, se me aguan los ojos a mí también.

Cristal: Ahora... ahora mismo no sé que sentir. Es decir, por una parte te sigo teniendo rencor por habernos abandonado; pero otra parte de mí, quiere hacerme creer que te perdone, que esta vez estás aquí para quedarte.

Lucas: Y pequeña- la separo de mí- esta vez he venido para quedarme. Hagamos una cosa, mañana, ahora no porque es tarde, pero mañana, quedamos para ir a desayunar. Y lo explicamos todo, tú tu parte y tu punto de vista, y yo el mío. Solo quiero que me des una oportunidad, que me deis una oportunidad.- suspiro- te demostraré que de verdad he estado arrepentido, y cuando tú te veas capaz, me llevas a ver a mamá.

Cristal: ¿La sigues queriendo?

Lucas: Sí, cielo. La sigo queriendo. He intentado reemplazarla pero no. Simplemente no puedo. Nadie será como ella. Nunca ninguna chica ha conseguido hacerme sentir lo que ella sí consiguió. Y una pregunta, y necesito que me respondas con sinceridad, ¿ha tenido algo con algún que otro hombre?

Cristal: No. También ha intentado sacarte de su cabeza pero no lo ha conseguido. Aún hay noches que la escucho llorar. Y por si te consuela, los veranos duerme con las pocas camisetas que dejastes en casa.

Lucas: ¿Crees que tendré oportunidad de recuperarla?

Cristal: Si te lo curras mucho, mucho, muchísimo, tal vez. No te va a ser nada fácil.- suspira- Bueno, papá, yo tengo que volver a casa. Dame tu móvil que te apunte mi número para quedar mañana.- se lo doy y lo apunta- Buenas noches, te... te quiero.- La abrazo fuerte, y con una sonrisa se marcha.

(...)

Estoy en la cafetería en la que la ví ayer con las amigas.

Quedamos a las diez y media y estoy sentado en una mesa apartada.

Ahora son las once menos diez y aún no ha aparecido.

¿Y si se ha echado atrás?

Pero ese pensamiento se desvanece cuando la veo aparecer por la puerta.

Se dirige hacia donde estoy sin problemas ya que sabía donde me encontraba.

Va tan guapa.

Va muy simple, con una sudadera roja de la marca Hollister, unos vaqueros negros y unas Vans. Pero aún así va preciosa.

Cristal: Hola- sonríe- perdón por tardar, me quedé dormida.

Después de haber pedido y que nos hayan traído las cosas, viene lo que ambos, indirectamente, tratábamos de retrasar.

Cristal: Prometo que hasta que no termines no hablaré, solo escucharé y preguntaré después. Tómate tu tiempo, sé que no será fácil.

Lucas: A ver, desde luego no es fácil. Empezaré por el principio.- suspiro- Aún después de diez años sigo lamentando mi ida. La muerte de tu madre, aunque la engañaba con Bianca, me afectó mucho. Y no por ello digo que Bianca fuera la culpable de que fuera mal lo nuestro, si no que con Bianca, aprendí lo que era amar de verdad, a tu madre la quería sí, pero Bianca no solo era una cara y un cuerpo bonito, era más que eso. Cuando yo estaba mal, había ocasiones en las que sabía que necesitaba estar solo, y otras en las que quería un abrazo, y no se achicaba, mostraba su coraje. No sé si te lo ha contado, pero sufrió un pasado muy duro por culpa de su ex.- asiente dándome a entender que sí que se lo ha contado- eso la marcó, y tenía miedo de volver a lo mismo. Y yo, que le prometí un para siempre, y lo que dejé para siempre fue el recuerdo, no la puta realidad. Y bueno, la muerte de tu madre me afectó muchísimo, y lo que hice fue una cobardía porque joder, os dejé huérfanos a ti y a tu hermano. Y a ella la rompí, más de lo que estaba. Pero no sé, fue lo que se me pasó por la cabeza y actué sin pensar. Me fui lejos, y al principio pues aunque suene difícil, durante un tiempo estuve durmiendo bajo un puente. Poco después, una familia me acogió unos meses, hasta que conseguí trabajo y me pude alquilar un apartamento. Y así hasta siete años después. Estaba cansado de volver a casa y estar solo. Decidí volver a Madrid, encontré trabajo pronto y sigo trabajando en el mismo sitio. Aunque suene psicópata, os estuve viendo durante esos tres años. Cuando íbais a recoger a Daniel al colegio, o cuando salías con amigas, pero no por nada malo, solo os quería ver. Y ayer no pretendía que me viérais, pero la verdad no me arrepiento. Y solo espero, que con el pasar de los meses, pueda volver a teneros a ti, a Daniel y a Bianca, como la familia que éramos antes.

Let me love you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora