Capítulo Final.

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Tres meses después.

Cristal.

Estoy realmente nerviosa.

Estamos de camino al ginecólogo porque hoy nos dirán el sexo del bebé. Hugo quiere que sea niña porque dice que así sería su princesa, y a mí la verdad me da igual, con que venga sano o sana me conformo. Pero un secreto así entre vosotros y yo, yo también quiero que sea niña. Que si es un niño lo voy a querer igual, pero ya me entendéis.

Una vez aparcado el coche, nos bajamos y andamos hacia la consulta.

Después de decir mi nombre en recepción, nos dice que esperemos en la sala de espera, y por suerte no hay mucha gente.

Y ahora que nos toca a nosotros, mis nervios aumentan.

Pasamos, y el doctor me indica que me tumbe en la camilla y que me suba la camiseta.

Doctor: ¿Qué queréis que sea?

Hugo: Niña, sin lugar a dudas. Bueno a ver, que si es un niño también lo voy a querer igual. Pero ya sabe, los padres casi siempre deseamos tener a una pequeña en nuestros brazos.

Asiente, y después de ponerme la crema que se le suele poner a las embarazadas, me pasa la máquina por la barriga.

Doctor: Pues vas a tener suerte. Es una niña.

Miro a Hugo y tiene una sonrisa gigante en la cara.

Y a mí, se me llenan los ojos de lágrimas. En seis meses tendré a mi pequeña en brazos.

Que largo se me van a pasar estos meses.

Me quito con un papel la crema, y volvemos hacia casa.

De camino, por el grupo de la familia, aviso de que es niña y lo acompaño con los emoticonos del bebé y de la niña del WhatsApp.

A los pocos instantes todxs empiezan a darme la enhorabuena.

Hugo: ¿Quieres que a la hora de comer vayamos a algún sitio así para celebrarlo?

Cristal: Me parece genial.

Hugo: Estoy tan feliz de que sea niña.

Sonrío y le doy un beso.

Bianca.

Salgo del supermercado con dos bolsas en cada mano, cruzo la carretera y en un banco veo a una mujer y a una bebé realmente hermosa.

Bianca: Vaya, es realmente bonita.- tiene unos ojos azules y grandes.- Se parece mucho a una persona que conocí en mi pasado.

X: La verdad, es que es clavada al padre.

X²: Cariño ya estoy aq... ¿Bianca?

Bianca: Oh... Hola David, cuánto tiempo.- para mi sorpresa, soy yo la que me acerco a darle un abrazo.

X: Si no es molestia... ¿de qué os conocéis?

David: Pues, ¿te acuerdas que te conté que se lo hice pasar muy mal a una chica cuando era adolescente, porque la maltrataba? Pues es ella de la que te hablaba.

La mujer abre los ojos como platos.

Bianca: Pero bueno, ya han pasado bastantes años de lo ocurrido. Ya fuera rencores. Porque ya hemos hecho cada uno nuestra vida. ¿Y vosotros desde cuando hace que estáis juntos?

X: Cinco años.- dice sonriente.- Por cierto me llamo Giulia. Es un nombre raro lo sé, pero soy italiana.

Bianca: Tal vez me esté precipitando pero, ¿queréis venir a casa a cenar esta noche?

David: Esta noche no podemos pero, ¿te viene bien mañana?

Bianca: Sí claro, ¿te doy mi número?- me da el móvil y me agrego- Bueno pues hasta mañana, un gusto Giulia.

La mujer sonríe y se marchan.

Wow.

Después de unos diez minutos, llego a casa y huelo a comida.

Bianca: ¿Que estás haciendo de comer, amor?- le abrazo por la espalda después de dejar las bolsas en la mesa de la cocina.

Lucas: Pollo al ajillo.

Bianca: Huele que alimenta. Ah por cierto, no te vas a creer lo que me ha pasado.

Lucas: ¿El qué?

Bianca: Pues, salí de comprar y al venir vi a una mujer con una bebé en brazos, y me sorprendí el color azul de los ojos porque era muy intenso. Total, hablando con la mujer, llega su novio, y no te lo vas a creer, era David, mi ex y tu primo.

Lucas: No jodas.

Bianca: Sí, y está totalmente cambiado. Le contó a la mujer la historia, y le dijo que la chica de la que le hablaba era yo. No sé, se ve que está mas centrado. Y como ya he cerrado esa etapa, los he invitado a cenar. Vienen mañana a la noche.

Lucas: ¿Qué? No, me niego Bi. Me niego.

Bianca: Por favor.

Lucas: No, ni por favor ni por favar. Conmigo no cuentes. Avisada quedas.

Apaga el fuego, y sale por la puerta.

Se me ponen los ojos vidriosos, y caen por mi cara varias lágrimas.

Me siento en la silla de la mesa y apoyo mis manos en mi cara.

Venía yo con toda la ilusión.

Mi día se ha basado en estar tumbada en el sofá mirando a la nada y llorar a ratos.

Ah, y en llamarle. Pero, o no me lo coge o me cuelga.

Miro la hora por no sé cuanta vez, y veo que mi móvil marca las doce justas de la noche.

Con mi rostro bañado en lágrimas, subo las escaleras y me tumbo en la cama.

Menos mal que Daniel por este fin de semana se quedaba a dormir en casa de la novia.

Me abrazo a la almohada, entierro la cara en ella, y en el silencio de la noche lloro todo lo que no he podido llorar en el día porque no me salía.

Pasado un rato, escucho la puerta de casa abrirse. No sé que hora es.

Se abre la puerta de la habitación, y Lucas entra tras cerrarla.

Lucas: Nena..., ¿estás despierta?-susurra.

Alargo el brazo, y enciendo la luz de la lamparita de la mesita de noche que hay a mi lado de la cama.

Asiento.

Le miro el rostro, y puedo ver que al menos no está borracho.

Lucas: Siento haber reaccionado así antes.

Me siento en la cama, apoyando la espalda en el cabecero.

Él se sienta frente a mí.

Bianca: Es que no entiendo por qué tan así. Han pasado bastantes años de lo ocurrido, así que no sé vaya.

Lucas: Ya, ya, y lo sé. Pero no he podido evitar que se me haya venido a la mente esa época a cuando me lo contabas.- Asiento- y sí, sé que han pasado ya bastantes años pero bueno.
Bianca: Entonces... ¿le digo que no vengan?

Lucas: No, de verdad. No importa. Ha sido solo un arrebato. Que vengan a cenar.

Bianca: Oye nene... ¿dónde has estado todo este tiempo?

Lucas: He estado en casa de la niña, estaba Hugo allí. Cristal estaba con una amiga.

Asiento. Se acerca a mí, y me besa, de esos besos que te paraliza todo lo que hay a tu alrededor, que solo sientes que estáis tú y la otra persona.

Me separo de él sonriendo.

Se pone los pantalones de pijama y se mete en la cama.

Pongo la cabeza en su pecho, y no tardo mucho en quedarme dormida.

Let me love you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora