Quédate © (Completa)

PARTE 41

Se encontraban en la cafetería del hospital.
Antes de ingresar a ver a Dulce necesitaba quitarse ese peso de encima, desahogarse con alguien, despues de contarle lo sucedido comprendió y de inmediato quiso ayudarla a buscar una solución.

Luciana: Amor,papá es el único que tiene su custodia, no sé que hacer.

Francisco: Bueno, y ¿por qué no lo denuncian, una orden de restricción?

Luciana: No sé, y si sale mal, si el juez no determina la orden. Él siempre se sale con la suya y temo empeorar todo.

Francisco: Pero y si sale bien, por lo menos mientras se aclara la situación, ella se puede ir a vivir contigo en tu departamento..y por otro lado ¿La madre de Dulce no tenía algún otro familiar?

Luciana: Es cierto... puede ser que sí, eso nos podría ayudar, pero necesitamos averiguar datos de su nacimiento.

Francisco: Y.. Ana?, ella debe saber, tiene que existir algún dato...regresaré a la casa a seguir laborando, voy a  hablar con ella, te aseguro que encontraré pruebas.

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Abre lentamente los ojos, el dolor que siente es muy agudo e intenso, observa la habitación de un lado a otro para encontrarse con esos ojos que le robaron el aliento desde que los vio, con esa sonrisa que iluminaba cualquier día gris, con ella la mujer que amaba, la que sería la madre de sus hijos, a pesar de su débil estado buscaba con todas sus fuerzas, en su profundo sueño la había oído y juraba haberla visto.

Doctor: Joven por favor tranquilicese, debo de revisarlo usted no puede hacer ningún esfuerzo por lo menos por unos días o me obligará a cedarlo.

Christopher: D..uul.cee.. pronunciaba una y otra vez con gran dificultad mientras unas lágrimas rodaban por sus mejillas.

Afuera de la habitación

Dulce:¡Quiero verlo!,¡ ya desperto!¡necesito hablar con él!

Enfemera: Señorita le concedimos permiso de cinco minutos y fue una excepción, entienda que es por el bien de los dos, en esa sala de cuidados intensivos se pueden contagiar de infecciones y bacterias que pueden ser perjudiciales para sus bebés y para el paciente.

Alexandra quien está cerca la convence y la ayuda a llegar a su habitación.

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Ricardo: Vengo a colocar una denuncia por secuestro de un infante. Se trata de mi hija.

Oficial de polícia: Cuáles son los datos de la menor y cuantas horas lleva desaparecida.

Ricardo:su nombre es Mariana Espinosa, por favor tienen que encontrarla es mi pequeña, tan solo tiene cuatro años- extiende al oficial una foto de la niña fingiendo desesperación y angustia. Desapareció el sábado en la tarde, nadie se ha comunicado ni sé nada de ella.

Oficial de polícia: sospecha de alguien, ¿algún enemigo?

Su plan estaba saliendo a la perfección nadie se burlaba de él..nadie.

Ricardo: Sí señor, sospecho de la mejor amiga de mi hija, su nombre es Anahí Puente.

Luego de recopilar toda la información, una patrulla de policía se dirige a casa de Anahí.

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En la habitación de Dulce...

Anahí: Hola honey!

Dulce: Hola,¡ ya despertó!

Anahí: ¡Que felicidad!, no para de sonreir y abrazar a Dulce hasta que su celular interrumpe.

Anahí: Hola mami.

Giovana: Hija, aquí en la casa hay unos policías buscándote- preocupada.

Anahí: ¡QUE!- alarmada y ¿Por qué?

Giovana: Te acusan de secuestro de Mariana Espinosa, la denuncia es por parte de Ricardo.

Anahí traga saliva mientras observa a Dulce quien la mira extrañada y preocupada.

Anahí:Jajaja no te preocupes, - sonreía tratando de ocultar lo que sucedía- Voy para allá.

Dulce: ¿Qué pasó?

Anahí: Nada,- entre risas- mi mamá que va salir a una reunión con sus amigas de la universidad y ya sabes quiere que la ayude a elegir que ponerse y así.. te dejo, te cuidas, Bye.

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Francisco: Ana tu debes de saber algo, por favor todo es para ayudar a Dulce.

Ana: No me quiero meter en problemas, no quiero que le suceda nada malo a mi familia.

Francisco: Nadie se va a enterar que fuiste tú, te lo prometo.

Aunque duda varios minutos ante la insistencia de Francisco cede.

Ana: Yo no creo eso de que la mamá de Dulce murió, para mí Ricardo se la robó.
A los pocos días de que Ricardo apareció con la niña nos mudamos de ciudad, los niños no lo recuerdan porque estaban muy pequeños y tiempo después lo escuché  hablando por teléfono con alguien, al parecer se trataba de una persona que se la pasaba rondando la antigua casa, era una mujer.
Yo tenía contacto con las empleadas de las casas vecinas y ellas me dijeron  que era una mujer la que preguntaba deseperada por el señor y decía algo de una niña, pero no supe más.
El señor guarda bajo llave unos documentos, un día que él no estaba me atreví a abrirlos, allí se encuencuentran el registro civil y los datos donde Dulce nació pero no me atrevo a volver a abrirlo.

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Mientras observaba el hermoso jardín repleto de flores, no podía dejar de pensar en aquella personita que le arrebataron de los brazos, 17 años ya habían pasado, 17 años de angustia y sufrimiento... pero algún día la iba a encontrar... algún día.