-Te amo mamá–dije con voz bajita.
-También me hace mucha falta –escuche la voz de mi tía, me senté sobre el suelo y voltee a verla, recargada en el marco de la puerta.
-La necesito como no tienes idea, ¿Por qué Dios se lleva a las mejores personas? –pregunte mirando el suelo.
-Cosas de la vida –contesto ella sentándose junto a mí.
Nos quedamos en silencio por un rato, derramando lágrimas de derrota antes la inesperada muerte de mi madre, habíamos perdido ante la muerte, pero claro no se le pude ganar ante algo tan poderoso.
Llegamos a su casa y mi hermosa prima Briana se lanzo a mi dándome un cálido y fuerte abrazo, llorar con ella era lo mas relajante del mundo sin que ella me dijera nada y solo me entendiera con la mirada.
-Si papá ya estoy aquí –dije asintiendo.
-Esta bien, mañana te deposito en la cuenta de la tarjeta y si necesitas mas dinero solo asegúrate de decírmelo –dijo este al otro lado de la línea.
-Gracias pero no es necesario –dije mirando a mi prima sentarse junto a mi.
-Esta bien, adiós –dijo y colgó sin mas.
Mire a mi prima y ella se quedo callada por un segundo, sabia que quería decirme algo, lo podía ver en sus ojos.
-¿Qué fue lo que paso? –pregunto al fin.
-Solo, me enamore y me enamore del equivocado –musite sosteniendo el nudo en la garganta.
-Pero ¿de tu hermanastro? –pregunto algo sorprendida.
-Si Briana, deberías conocerlo es el chico mas perfecto que he conocido en mi vida, y no bromeo –dije mirando a la nada.
-No lo puedo creer Martina tu tan fuerte, creí que después de lo de mi tía tu…
-Lo se, yo también lo creí.
Era tarde y subí a mi habitación, acomode toda mi ropa en el armario y todas mis cosas personales en el tocador, tome m celular y llame a Ruggero, aun no sabia que había vuelto a L.A.
-Ven a casa de mi prima Briana –dije al teléfono.
-¿Para que? –pregunto divertido.
-Estoy aquí, ven no quiero estar sola hoy –dije triste.
-¿En serio? Enseguida voy linda –dijo rápido.
Luego de un rato escuche a lo lejos a mi prima y a ruggero saludándose y luego escuche sus pasos firmes en las escaleras hasta llegar a mi cuarto.
-¿Qué haces aquí? –pregunto mientras me abrazaba.
-Solo abrázame –dije llorando en su pecho, no podía evitar sentirme segura con el y llorar mientras en mi mente miraba el hermoso rostro de Jorge.
-¿Qué paso hermosa? –pregunto Ruggero mirándome limpiando mis lagrimas.
-Jorge regreso con Stephie, y no me dejo explicarle sobre la foto –dije sentándome en la cama.
-¿Quieres que hable con él? –cuestiono sentándose del otro lado de la cama.
-No, no es necesario Ruggero pero gracias de todas maneras –dije limpiando un gota que corría por mi mejilla.
Nos quedamos platicando y nos quedamos dormidos luego de un rato, a la mañana siguiente desperté y Ruggero aun dormía como un bebe, me levante y fui a la sala y ahí estaba mi prima mirando la tele comiendo un sándwich.