-¿Estas bien? –me pregunto tomando mi mano para ayudar a levantarme.
-Si no te preocupes –le dije tratando de sonreír.
-No eres de por aquí ¿Cierto? –pregunto.
-No, ¿Se nota? –dije sarcástica.
-Si, te hubiera recordado si te hubiera visto antes, una chica tan linda como tu no creo que se olvide –dijo mostrando su perfecta dentadura –Soy Diego, pero todo me dicen Chachi.
-Soy Martina soy nueva en el pueblo –dije con una pequeña sonrisa y encogiendo mis hombros.
-¡Claro eres la hija de Sr. Alejandro Stoessel!
-¿Cómo lo sabes? –pregunte mirándolo extrañada.
-Es un pueblo pequeño aquí hasta las paredes hablan –dijo riendo divertido.
-Pues muy pequeño debo decir.
-¿Y cual es la razón de tu visita? Claro si se puede saber –pregunto interesado.
-De mi residencia aquí querrás decir, mi madre murió hace 3 semanas así que mi padre me dijo que viniera con el –musité haciendo una mueca.
-Oh yo lo siento no lo sabia –dijo haciendo la boca un tanto torcida.
-No esta bien, la vida sigue sin ella así como seguirá sin mi la vida no espera –dije mirando el suelo.
-Oye perdón por tropezar contigo, siempre vengo a correr en las tardes y no te vi lo siento –dijo un tanto avergonzado.
-No te preocupes, estoy bien –sonreí.
-¿Y que hacías? –cuestiono.
-Sentir el agua pegar con los dedos de mis pies me gusta –reí –Y luego iría a comprar algo de ropa pero creo que es tarde.
-Si ya casi todo estará cerrado, pero oye ¿Ya comiste? Te puedo llevar al mejor restaurante del pueblo.
-Sueno bien, y además tengo hambre así que acepto –dije con una sonrisa apenada.
Comenzamos a caminar por aquel hermoso pueblo, entre una platica que se hacen personas desconocidas para empezar a conocerse, por alguna razón encontraba a Diego interesante era un chico muy simpático, llegamos hasta un lugar muy rustico era demasiado cogedor, nos acercamos hasta una mesa vacía con dos sillas y Diego se acercó a ayudarme a sentarme, me ruborice un poco y le sonreí en forma de agradecimiento.
-La comida es deliciosa aquí –dijo entusiasmado.
-¿Algo de tomar? –cuestiono un chico dejándonos dos menú sobre la mesa.
-No gracias Facu–dijo Diego golpeando el brazo del chico jugando.
-Oh chachi no había notado que eras tu –dijo riendo -¿Quién es ella?
-Es nueva en el pueblo, tropecé con ella y como disculpa la invite a comer –explico.
-Hola linda este bobo nunca me presenta soy Facundo, bienvenida –dijo el chico estirándome su mano.
-Hola Facundo soy Martina-dije apretando su mano con algo de fuerza.
-Es la hija de Stoessel –dijo Diego.
-Entonces eres hermana de Jorge–dijo algo sorprendido.
-¿Jorge? –cuestione.
-Si el chico moreno, alto – ¡Claro! El chico que estaba en la cocina y que no olvido menciono que era linda, así que se llama Jorge.
-Bueno no precisamente hermana, hermanastra más bien dicho –mencione mirándolo.
-Bueno Facu tengo hambre ¿Qué vas a querer? –me pregunto mostrando su perfecta dentadura.
-Lasaña –dije mirándolo de reojo con una pequeña sonrisa.
-Que sean dos –dijo dándole los menú a Facu.
-Enseguida –sonrió.
Luego de otra larga charla, nos despedimos de Facu y salimos de ahí Diego se ofreció a acompañarme a casa ya que era oscuro y a ser verdad las calles se miraban un poco temibles.
-Gracias por invitarme a comer y acompañarme no era necesario –dije quitando un mechón de cabello que caía por mi cara.
-De nada y fue un placer espero encontrarte mañana también –dijo esbozando una sonrisa en su hermoso rostro.
-Claro hasta luego –entonces se acercó a mi dejando sus labios marcados en mi mejilla, me sonroje un poco y baje mi mirada y entonces repetí –Hasta luego.
Entre a casa y fui hasta lo que parecía la sala de estar y ahí estaba mi padre, con su computadora portátil sobre las piernas.
-¿Dónde has estado? –pregunto dejando de hacer lo que sea que estuviera haciendo.
-Estuve con un chico, en un restaurante.
-Eres rápida –dijo en tono de burla.
-Tropezó conmigo y me invito a comer como disculpa –dije explicándole.
-No pude ni presentarte a Trisha ni a Jorge –dijo regresando su mirada a la computadora.
-Si, lo siento por eso pero ahora estoy exhausta así que no será hoy tampoco.
-Mañana tienes que estar lista a las 2 de la tarde habrá reunión en la casa y te presentare a los amigos de la familia, usa algo decente –reí por su comentario ‘algo decente’ pero que estupidez.
-Claro –dije antes de desaparecer de ahí y como no queriendo iba pensando que es lo que usaría así que llegando a mi habitación busque entre mi ropa y encontré un vestido que había usado en una de las importantes reuniones de trabajo de mi madre ‘supongo esto servirá’ dije para mis adentros así que lo deje a la mano y me puse pijama y fui directo a la cómoda cama tapándome por completo.
Abrí los ojos lentamente y los rayos del sol hicieron que los cerrara rápidamente de nuevo, me talle los ojos un poco y con los ojos entre cerrados aun fui directo al baño mirándome al espejo y abrir la llave del agua y con ambas manos hacer una cuna con ellas para tomar agua y llevarla hasta mi cara.
Entre en la regadera y al salir me puse algo cómodo aun era temprano, baje las escaleras yendo directo a la cocina al no ver a nadie seguí caminando hasta toparme con el comedor y ahí estaban ellos.
-Buenos días –dijo mi padre.
-Buenos días –repetí lo que él había dicho hace unos segundos.
-Toma asiento –dijo mi padre apuntando una silla junto a el atractivo chico, así que me senté junto a él y me embriague del aroma que derramaba ‘Dios es tan guapo’ pensé.
-Hija quiero presentarte a mi hermosa esposa Trisha y a su hijo Jorge –dijo mi padre tomando la mano de aquella mujer.
-Hola, mucho gusto –dije sin algún interés en poner atención a lo que mi papa y Trisha hacían.
-Bienvenida a la familia –dijo Trisha muy seria.
-Hola bienvenida soy Jorge y tú ¿Cómo te llamas?...
