-¡Jorge! ¿Qué demonios haces con ella? –pregunto Patricia parada a un costado de la cama.
-¡Patricia! –exclamo Jorge levantándose al mirarla, la tomo por la cintura y comenzó a besarla sobre los labios, me ahogaba en mis propias lagrimas y no dejaba de sollozar al mirarlos besarse con tanta pasión que parecía que no se percataban de que yo estaba presente, ¿Qué demonios sucede? Me pregunte, ¿Por qué me dijo que me ama y luego se besa con otra chica?, se dejaron de besar y me miraron riendo a carcajadas por verme llorar, ¿Qué? ¿Por qué se ríen? Pensé, se echaron a correr y los comencé a seguir lo mas rápido posible todo estaba completamente oscuro y me dejaba guiar por sus risas caminando a ciegas y utilizando mis manos como ojos, iban escaleras abajo y seguí lo mas rápido posible detrás de ellos pero parecían demasiado rápidos, no dejaba de escuchar sus risas y un eco a lo lejos, sentí un escalofrió al sentir el tacto de Jorge en mi cuello y cuando voltee a buscarlo ya no estaba y las estúpidas risas seguían vacilando conmigo.
-¡Jorge! –grite y escuche un eco atormecedor que hizo que tapara mis oídos.
-Sígueme –dijo la voz de este parándose frente a mi de la mano de la morena, se paro frente a la puerta principal y abrió la puerta, un rayo de luz despampanante se estrello en mi cara sin dejarme ver nada, entrecerré mis ojos y a la distancia mire como Jorge se iba de la mano de Patricia y en un ligero aire escuche un ‘te amo’ con la voz de la persona que amaba hasta morir.
¡Pum! Escuche los golpes en la puerta de la recamara, toque mi cabeza y todo había sido mas que un sueño, tome aire y me levante a abrir la puerta.
-Buenos días –dijo mi padre entrando-. Te busque en tu habitación.
-Quería, tu sabes sentirlo conmigo –dije tocando mi cabeza y negando con ella.
-Todo saldrá bien –dijo mi papá tocando mi barbilla.
-Lo se –dije con fe.
-¿Iras al hospital? –quiso saber.
-Si, solo deja me arreglo –dijo tallando mi cara.
-De acuerdo te espero abajo –dijo abriendo la puerta y luego retirarse.
Fui hasta mi habitación tambaleándome de un lado a otro y negando con la cabeza tratando de encontrar una explicación a mi extraño sueño, pero no encontré alguna que fuese lógica.
Baje hasta el despacho de mi padre y antes de entrar a este mire mi ropa solo para verificar que todo estuviera en orden.
-Estoy lista –dije parándome frente al escritorio.
-Siéntate quiero hablar contigo –dijo él apuntando con su mano estirada una de las cómodas sillas.
-¿Qué pasa? –pregunte luego de sentarme.
-Decidí darle trabajo al padre de Diego –dijo mi padre con una sonrisa por lo bajo.
-¿En serio? Gracias en verdad lo agradezco –dije realmente agradecida.
-Hicimos un contrato le descontare un porcentaje de su sueldo y asi ira saldando la cuenta –explico, al menos tendría trabajo y estaría pagando la cuenta con mi padre.
-Pues gracias –agradecí sellando mis ojos por un segundo.
Lo único en lo que pensaba es en que hubiera buenas noticias de Jorge, era lo que mas deseaba, mordí mi labio inferior en seña de nerviosismo y abri la puerta de cristal para entrar al hospital, nos dirigimos hasta la sala.
-Buenos días –salude a lodo y a xabi.
-Hola linda ¿Cómo dormiste? –cuestiono Xabiani.
-Bien, todo bien –dije aclarando mi garganta-. ¿Puedo entrar a visitar a diego? Quiero saber como amaneció.
-Si ya puedes entrar –me hizo saber Lodovica asintiendo.
-De acuerdo ahora vuelvo entonces –dije levantándome del sillón.
Camine por los pasillos hasta llegar al cuarto de Diego, di tres golpees con mis nudillos y en seguida Lucia se acerco a abrirme.
-Hola Martina adelante –dijo ella amable.
-Buenos días chicos –dije acercándome a Lucia dando un abrazo y repitiendo mi acción con el chico cabello rizado.
-¿Cómo amaneciste? –pregunto diego recostándose sobre dos almohadas blancas.
-Bien gracias, ¿Qué hay de ti? –quise saber, luego pensé que por alguna razón todos se preocupaban por mi mas que por como estaría la madre de Jorge.
-Yo estoy bien, me duele un poco la espalda y la pierna pero fuera de eso me siento muy bien –dijo echando su brazo al aire.
-Que bueno –dije sonriendo a la nada.
-¿Aun no hay noticias? –pregunto él buscando mi mirada.
-No aun no, o no que me hayan dicho en realidad acabo de llegar –dije soltando una risita sin ganas.
-Deberías de ir a pregunta, anda –me animo Lucia esbozándome una de esas sonrisas que ella solía hacer a menudo.
-En un momento mas regreso –prometí caminando a la puerta.
-No te preocupes –dijo el castaño.
Fui en busca de los chicos para que me dijeran si había algo nuevo.
-Aun no, el doctor no se ha parado por aquí –dijo Mandy mirando para enfrente.
-Entonces tendremos que esperar –dije cruzándome de brazos recargada en la pared, y entonces se me vino a la mente el sueño ese sueño que de seguro permanecería en mi memoria por el resto de mis días.
-Martina, ¿Martina? –dijo Joe pasando su mano por enfrente de mis ojos.
-Si, perdón –dije sacudiendo mi cabeza.
-Darán de alta a diego hoy por la tarde o mañana por la mañana –me aviso con las manos en sus bolsillos.
-Eso es bueno, yo tendré que seguir aquí hasta que sepa algo bueno de Jorge –dije torciendo mi boca.
-¡Joe! –exclamo Des a unos metros de distancia.
-Me tengo que ir, luego hablamos –dijo este dándome un beso en la mejilla.
-Claro adiós –dije sacudiendo mi mano.
Me recargue nuevamente en la pared cerrando los ojos, y el destello de luz de mi sueño se apareció, abrí los ojos dando un salto.
-Martina ¿estas bien? –pregunto Xabiani tomándome por los brazos.
-Si, si no te preocupes –dije tocando mi frente-. Xabiani quiero hablar contigo.
-De acuerdo, vamos –dijo moviendo la cabeza para que saliéramos.
Salimos y nos sentamos en una de las bancas que hay afuera, debajo de un árbol.
-Se que probablemente suene estúpido pero quiero saber si tu encuentra alguna explicación a mi sueño –dije exhalando.
-Okay, adelante –dijo este dejándome proseguir.
-Soñé que Jorge estaba conmigo, me dijo que me amaba y le pedí que por favor nunca me olvidara y el lo prometió, pero luego llego Patricia y se besaron, jugaron conmigo haciendo que los siguiera y al final del sueño un rayo de luz me hizo apenas verlo irse de la mano de ella, y solo escuche que me dijo te amo –conté hablando trabada.
-Vaya Martina no se que decirte, ¿será que? –se quedo a mitad de lo que iba a decir-. Pero no lo creo.
-¿Qué? Xabi dime, estoy muriendo lentamente –dije con un hilo de voz.
-En verdad lo amas ¿no es así? –musito Xabi mirándome.
-Tanto que duele –asegure mirándolo a los ojos.
-Lo único que te puedo decir es que puede que ese sueño este tratando de decirte algo –dijo él negando clavando su mirada en el suelo.
-¿Cómo que? ¿Que seré a la única que recuerde si es que pierde la memoria? –dije en cuestión con ironía.
-Tal vez –dijo este encogiéndose de hombros.
-No lo se Xabi…
Nos quedamos sentados ahí por un rato mas, entramos al hospital de nuevo y mi celular timbro, mire que era Ruggero así que conteste de inmediato.
-Hola hermosa ¿Cómo esta Jorge? –pregunto rápido.
-Ayer nos dijo el doctor que el golpe que sufrió en la cabeza en grave, puede perder la memoria Ruggero –dije cerrando los ojos con temor de que si llegara a suceder.
-¿Qué? Martina, iré para allá esta misma tarde no quiero dejarte sola en estos momentos –dijo él sonando preocupado.
-Eso seria muy bueno, te necesito –dije comenzando a formar un nudo en la garganta.
-De acuerdo, entonces nos vemos esta tarde y te hablo para que me digas donde estas –dijo este rápidamente.
-Claro Rugge, gracias te amo –dije limpiando una lagrima.
-Martina tranquila sabes que odio que estés así –dijo afligido-. Adiós preciosa, te amo.
Regrese mi teléfono celular de nuevo a mi bolsillo frontal y cuando subí la mirada el doctor se encaminaba a nosotros, mis manos comenzaron a sudar y solo esperaba buenas noticias.
-¿Cómo esta mi hijo doctor? –pregunto de inmediato Trisha.
-Jorge…
-Continuara.
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Todo era un sueño para las que se quedaron como 'WTF?' era un sueño chicas(: Perdonenme si se asustaronxD.
