-No te equivocas yo encargue esto –dijo un chico peleando el encargo, al verlo abrí un poco la boca de la impresión.
-Oye ¿que tú no eres el chico que me llevo al departamento ayer? –pregunte con una sonrisa.
-Ah eres la divertida borracha de ayer –dijo cayendo en la cuenta de que era precisamente yo.
-Si eso, lo siento si te hice algo o dije algo inapropiado –dije avergonzada.
-No te preocupes, de hecho fue muy divertido –dijo con una risa.
-Bueno al menos fue divertido, me gustaría decir lo mismo de la jaqueca del día siguiente –dije haciendo una mueca echando mi cabeza para atrás.
-Si supongo que debió ser horrible –dijo torciendo la boca.
-Dos sándwiches y dos cafés americanos –dijo la chica del mostrador.
-Ahora si ese es mío –dije acercándome a tomar las cosas.
-Si eso supongo, ¿Para quién es el otro sándwich y café? –cuestiono mientras caminábamos.
-Para Jorge, regresamos a América –dije mirando por donde pisaba.
-El idiota del que hablabas ayer –dijo entre una carcajada.
-El mismo –dije riendo con él.
-Y ¿A que parte de América vas? –pregunto mientras le daba una mordida a su sándwich.
-A… -interrumpida.
-¡Amor! –exclamo Jorge haciéndome una seña con la mano.
-Bueno creo que me tengo que ir, pero oye gracias por lo de ayer en serio ayudaste mucho –le dije parándome de puntitas para darle un beso en la mejilla.
-Claro de nada linda, fue un placer conocerte, ¿Martina cierto? –dijo con una sonrisa encantadora.
-Si, hasta luego mucho gusto Joe –dije regresándole la sonrisa.
Camine hasta con Jorge sentándome en el asiento en el que estaba antes, a su lado.
-¿Quién es ese? –pregunto con un tono frio.
-Es Joe el chico que me llevo ayer al departamento –respondí quitando la envoltura a mi sándwich.
-Y ¿Qué quería? Te esta siguiendo o ¿Qué? –dijo molesto.
-Oye relájate, me lo encontré en la cafetería solo le agradecía por haberme llevado ayer –le dije mirando como sus ojos perseguían a Joe con la mirada.
-Pues no me agrada –dijo mirándome con una cara de pocos amigo.
-Aw que tierno, estas celoso –dije acariciándole la cara.
-¡Claro que no! –negó con la cabeza.
-Claro que si, y no tienes por que ocultarlo de hecho me parece muy encantador –dije dejando escapar una risa.
-Bueno si, es que ayer casi lo besabas frente a mi –dijo bajando la vista.
-Mi amor, estaba ebria no sabia con exactitud lo que hacia –dije encogiéndome de hombros.
-Si lo se –dijo volteando su mirada a mi.
-Ya hay que comer, que no llega en darse la hora para subir al avión –dije antes de probar de los labios de mi amado.
Y ahí estábamos formados esperando nuestro turno para entrar al avión, Jorge me rodeaba con sus brazos mientras yo lo rodeaba con los mío por su abdomen, con mi cara en su duro pecho, sin dejar de oler esa fragancia que debilita a cualquiera a su paso, me separe un poco de él tomando su mano y distraída voltear para todas partes en lo que el mantenía su mirada hacia enfrente, cuando mire casi al final de la fila no podía creer que esto estuviera pasando de verdad, ahí estaba el chico por el cual Jorge se había puesto celoso, era Joe al teléfono, un ‘oh, oh’ emitió mi voz y Jorge volteo a verme preguntando ‘¿Qué pasa?’ mi vista se regreso a Joe y Jorge frunció el seño molesto de verlo.
-Ay Dios dime que el tipo no va también para Los Ángeles –dijo irritado.
-Bueno tal vez va para allá, para después viajar a otro lado de Estados Unidos –dije alzando los hombros.
-Pues ojala –dijo Jorge apretando la mandíbula.
Entramos finalmente al avión.
-¿Ventanilla o pasillo? –me cuestiono Jorge mirándome.
-Ventanilla, odio la ventanilla pero odio mas el pasillo –dije riendo.
Nos sentamos e inmediatamente me acomode sobre el pecho de Jorge, cuando el avión comenzó a moverse este me tomo de la mano mientras yo se la apretaba con mi débil fuerza.
Luego de un rato Jorge se quedo dormido sobre mi hombro, y yo iba leyendo el libro que parecía interminable.
Las horas pasaron y pasaron, luego de que él se despertó yo me dormí hasta que se dio la hora de aterrizar ‘Finalmente’ dije aliviada, llegamos a L.A y al llegar me di cuenta de que todo con Jorge tendría que ser aun mas secreto, al ir por la maletas no dejaba de pensar en eso y mi mirada parecía perdida.
-¿Qué pasa? –pregunto Jorge interesado.
-Nada, solo que me doy cuenta de que todo será mas difícil ahora –dije con un hilo de voz.
-No importa, lo superaremos y sabremos lidiar con esto mi amor te lo prometo –dijo tomándome de la cara haciendo que lo vea.
-De acuerdo –dije derramando una lágrima.
-Pero no llores y tapate ese tatuaje no lo dejemos a la vista hasta llegar a casa –dijo dándome un beso penetrante en los labios.
-Esta bien –sonreí y antes de caminar para buscar a Trisha y mi padre lo detuve- . ¡Hey! Te amo.
-Y yo a ti preciosa –dijo dándome otro beso.
Caminamos hasta casi la entrada para darnos cuenta de que ahí estaban Trisha, mi padre, la hermosa prima de Jorge y el divertido del mejor amigo de Jorge, Xabiani.
-¡Hey amigo aquí! –dijo Xabiani saludando con la mano.
-Hola –dijo Jorge sonriendo y feliz de ver a su amigo.
-¡Martina hola! –exclamo Lodo extendiéndome los brazos sonriente.
-Hola linda –le dije sonriendo, y camine cerca de donde estaban Xabiani y Jorge.
-¡Martina ¿Cómo estas?! –me abrazo Xabiani como si nos conociéramos de una vida eterna.
-Cuando lleguemos hablaremos –dijo mi padre entre dientes fingiendo una sonrisa.
-Si claro papa, todo lo que quieras –dije sarcástica, y rápidamente me aleje de ahí.
Me subí a la camioneta, y en el camino al pueblo iba platicando con Mandy sobre el viaje y de cuantas ganas tenia ella de conocer por allá.
Llegamos y tuvimos una ‘cena familiar’ y después de ahí fuimos al despacho de mi papa Jorge y yo.
-Y bien ¿Cómo salieron las cosas? –pregunto mi padre mirándonos directamente, en lo que Jorge y yo cruzamos miradas rápidamente.
-Pues muy bien de hecho Alejandro –respondió Jorge, en lo que yo quise reír pues si mi papa se entera de lo bien que salieron las cosas le da un infarto.
-Martina....
-¿Eh? Si, si todo muy bien papa –dije mirándolo al escuchar mi nombre alarmada.
-¿Les gusto Inglaterra? –cuestiono ya mas tranquilo.
-Si es muy bonito –dije sonriendo.
-Jorge y a ti ¿Qué te pareció? –le cuestiono.
-Pues si, es lindo –dijo sin prestar mucha atención.
Tocaron a la puerta era Maria interrumpiendo por una llamada telefónica a mi padre ‘Luego hablaremos Martina’ dijo solo asentí y salimos de ahí, Jorge se fue con Xabi y me dejo con Lodo.
-Dime ¿Qué paso? –pregunto ella con mas interés de lo normal.
-¿A que te refieres? –pregunte arrugando mi frente y con temor de que supiera.
-Oh vamos Martina, Jorge ya no te ve como cuando se fueron de aquí, se que algo paso conozco a mi primo –dijo guiñándome un ojo, tan segura.
-Bueno no se si deba contártelo –dije frunciendo los labios dudosa.
-No te preocupes, no se lo contare a nadie de eso puedes estar segura –continuo -. Quiero mucho a mi primo como para darme cuenta de que Stephie no es buena para el.
-Bueno si es así pues…