Capitulo 29

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Parece que se resigno y al fin contesto.
-Vaya hasta que te dignas a llamar –respondió molesto.
-Perdóname, deje el teléfono a un lado de la cama y mientras me arreglaba puse música a casi todo volumen –explique desesperada.
-¿Arreglándote? ¿Para que? ¿Vas a salir? –cuestiono seguido.
-Si saldremos con mi papá y con tu mamá iremos a una cena es por eso –conteste.
-Seguramente ese ruggero se va a aprovechar e ira contigo como pareja –dijo hablando muy enojado aun.
-No mi amor, solo es una cena –dije queriendo que se tranquilizara.
-Como sea diviértete con ruggero, que yo aquí lo hare igual –dijo y colgó dejándome con la palabra en la boca, una lagrima recorrió mi mejilla inmediatamente.

Si tan solo no hubiera dejado el estúpido teléfono a un lado, pero claro el maldito ‘hubiera’ no existe, me dije para mis adentros, mas lagrimas viajaban por mi mejillas hasta parar en mi boca y algunas hasta caer en mis manos.
-¿Qué te pasa? –pregunto ruggero notando luego de un rato que lloraba.
-Acabo de hablar con jorge, tenia once llamadas perdidas de el y se molesto –le conté con la voz cortante-. Me dijo que me divirtiera contigo que él allá lo hará igual –dije dejando el llanto salir.
-Si él te ama no hará nada que pueda lastimarte –dijo rugge acercándose a mi.
-Si ruggero pero Stephie esta con él y se que ella se va a aprovechar de la situación –dije recargando mi cabeza en su hombro, así era Ruggero siempre me ponía su hombro si era necesario, era mi cómplice, mi secuaz, mi hermano mayor, es por eso que era mi otra mitad si hablábamos de amistades.
-No pienses en eso, todo va a estar bien –dijo limpiando mis lagrimas-. No llores, no te ves bonita llorando.
-Gracias por venir Rugge –dije sonriendo.
-Para eso estamos los amigos hermosa –beso mi frente, y al cabo de unos minutos llegamos al salón de un hotel muy elegante, parecido al hotel donde nos hospedábamos.

Un chico de traje rojo con blanco nos abrió la puerta de la limosina y Liam como todo un caballero me dejo salir primero y me tomo por la mano para entrar, en el salón lleno de gente muy elegante que se miraba con solo mirarlas que eran de mucho dinero ya estaban mi padre y Trisha, ellos los dos muy elegantes.
-Buenas noches –dije tímida a unas personas que estaban con ellos.
-Hola buenas noches –respondió amable el señor junto a mi padre.
-Ella es mi hija Martina y un amigo que nos acompaña su nombre es Ruggero –nos presento mi padre.
-El es mi hijo Peter y yo soy Adam Lanzani –dijo el señor amable presentándose y a su atractivo hijo.
-Mucho gusto –dijimos al disparejo Ruggero y yo.
-El gusto es mío –dijo Peter mirándome con una sonrisa encantadora.
-¿Gustan algo de tomar? –llego una chica bien vestida con una charola con varias copas de un liquido casi transparente.
-Claro –dijo Trisha tomando dos vasos y pasándolo a Ruggero y a mí.
Ruggero y yo cruzamos miradas mirándonos confundidos y aceptando al mismo tiempo las copas.

Luego de platicar un rato con el señor Lanzani y su hijo Peter, rugge y yo nos des afanamos de ahí y nos fuimos a parar lejos de la gente mirando como iba vestida y como bailaban.
Luego nos sentaron a todos en diferentes mesas, nuevamente sentándonos con el señor lanzani y su hijo castaño de ojos bonitos.
-Se ve bien –dijo Ruggero a mi odio-. Pero no tengo ni la menos idea de cómo se come.
-Shhh y haz el intento no me hagas reír por favor –dije pero por suerte yo si tenia idea de cómo comerlo, había ido a varias cenas de trabajo de ese tipo con mi mamá.
-Y ¿A que universidad entraras? –pregunto con interés Peter.
-Un no lo se la verdad, no he pensado con claridad en eso –dije alzándome hombros.
-Yo también aun no se en cual entrar, la verdad es que no quiero seguir la universidad –me dijo bajito.
-Si suena a que tienes que crecer muy rápido –dije asintiendo con la mirada.
-Pero no queremos depender de nuestros padre toda la vida o ¿si? –tercio en la conversación Ruggero.
-Suena bien mientras nos dejen salir cuando quiéranos –dije entre una risa.

Los chicos siguieron hablando de solo imaginaran que seria ir a la universidad, de las hermandades, y de las chicas pero que todo pensaran en las chicas, distraje mi vista de un lado a otro discretamente, mi vista se detuvo en una pareja joven que estaba justo frente a la mesa de nosotros, ellos se besaban y hacían cariños tiernos mientras comían, sus padres al parecer se llevaban muy bien y todos parecían muy felices.

Y entonces todo vino a mi lo momento con Jorge llegaron a mi mente como una avalancha y no pude evitar el nudo en la garganta, por la discusión de hace un rato, una lagrima estaba al borde de mi ojo y pedí permiso antes de levantarme de la mesa para ir al baño a ahogarme en un mar de lagrimas, me sentía tonta por haber el dejado el estúpido teléfono, lo llame una y otra y otra vez pero el no contestaba.

Lo único que quería era salir corriendo y tomar el primer vuelo a Los Ángeles para irme directo a San Clemente y mirarlo por tan solo un segundo, poder besarlo y decirle lo mucho que lo amo. Pero tenia que estar con mi padre ahí y no podía dejar a Ruggero a menos que me cubriera, pero también pensaba en el hecho de que no quería encontrármelo con Stephie.

A la mañana siguiente al despertar, fui a la sala y Ruggero estaba desayunando.
-Te mirabas muy cómoda no quise despertarte –dijo sacudiendo la cabeza.
-Gracias –dije abrazándolo por el cuello y dándole un beso en la mejilla.
-¿Cómo amaneciste? –pregunto mirando su plato de comida.
-Bien gracias y ¿tu? –pregunte mirándolo de reojo mientras tomaba agua.
-Bien ¿quieres desayunar? Te puedo encargar algo –se ofreció tierno.
-No te preocupes ahorita lo hago yo –dije agradecida-. Comiendo con cuchara eh.
-Si ya sabes que solo frente a las personas que les tengo confianza puedo comer con cuchara –dijo, pues él le teme a las cucharas por una muy rara razón.

Luego de desayunar, en lo que yo me bañaba Ruggero estaba en la computadora, luego me puse a leer el libro mientras lo miraba muy concentrado platicando con alguien en su portátil, supuse que con una chica.
Mi celular comenzó a timbrar menos mas que estaba junto a mi, era Jorge mi corazón latió mas rápido de lo normal y conteste.
-Hola Jorge –dije tranquila, pero en realidad lo que quería hacer era pedirle nuevamente perdón por mi error.
-Te la pasas de lo lindo ¿cierto? –dijo sonando raro.
-Pues ni tanto estoy encerrada en el cuarto de hotel con Ruggero –dije encogiéndome de hombros.
-Ya mire las fotos Martina, ¿Qué mas hacen? ¿Hace el amor mejor que yo? –pregunto exaltado.
-¿De que demonios hablas, que fotos? –pregunte casi gritando.
-No te hagas las acabo de ver, no cabe duda de que eres solo una….
-¿Una que? Ibas a decir una perra, por que si eso es lo que ibas a decir ¡Dilo! ¡Pero no se de que jodidos me hablas! –exclame al borde del llanto.
-Dejémoslo aquí, si regresas o no, no me importa ya –dijo dejándome nuevamente sin poder defenderme.

No quería llorar así que me hice la fuerte mientras Ruggero me miraba, me levante me senté junto a él y mire su pagina personal.
-¿Qué buscas? –pregunto mirándome extraño.
-Tu debes tener a Stephie, Ruggero acaba de mirar unas fotos pero no se de que fotos hable seguramente la rubia subió una foto de nosotros editada –dije mirando la pantalla buscando el perfil de Stephie pero él no la tenia como amiga.
-No tengo a ninguna Stephie –dijo negando con la cabeza.
-Entonces ¿haz aceptado a alguien, una chica que no conozcas? –pregunte mirándolo rápido y luego regresando mi vista a la portátil-. ¡Aquí esta!

Novela Jortini - "Mi Hermanastro" - (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora