Capitulo 14

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Mis dedos en su cabello, y sus manos recorriendo más debajo que solo mi cintura.
-Bésame –susurro a un milímetro de mis labios.

No dije nada, mis acciones hablaron por si solas. El remolino de emociones llego a mi cuando sus labios estaban sobre los míos besándolos con lentitud, sus labios acoplándose a los míos perfectamente, mis dedos jugando con su cabello, y el aferrándome aun mas a él sabiendo que era imposible, sonreí al sentir sus manos en mis glúteos y con fuerza elevarme hasta hacerme enredar mis piernas en su abdomen, sentí sus labios ir mas abajo y mi cuello ya estaba húmedo de aquel cálido liquido que habita dentro de su boca.

Se sentía tan bien, así que seguí el juego y pasamos nuevamente a besarnos en los labios. Nos detuvimos, me miro detenidamente por unos segundos y me dio un tierno beso fugaz.
-Eres hermosa –menciono tan seguro al verme.
-Gracias –conteste mientras sentía las sangre que se me venia a las mejillas.
-Hay que dormir juntos ¿Qué dices?
-Claro –le dije, mientras me baja para poner mis pies en el suelo. Me puse la blusa y me fui del lado izquierdo de la cama para acostarme, mientras Jorge se cambiaba o más bien se desvestía puesto a que solo se quedo en bóxer.
Se acostó a un lado de mi y recosté mi cabeza en su pecho haciendo flexión mi piernas en su abdomen.

¿Sera posible que Jorge si pueda enamorarme en solo una semana? Me pregunte a mi misma al suspirar y sentir penetrar el delicioso aroma del perfume de Jorge.
No dijimos nada, y me quede dormida con la melodía de su corazón latiendo.
A la mañana siguiente, desperté y Jorge no estaba ahí; Me levante y fui al baño a cepillar mis dientes y peinar mi rebelde cabello, fui a la cocina del departamento y ahí estaba Jorge con unas cajas de ‘McDonalds’
-Oh Buenos días –dijo volteando su mirada a mi y acercándose lentamente.
-Buenos días –le dije mirándolo acercarse.
-¿Cómo amaneciste? –pregunto luego de darme una probada de labios, me sorprendí un poco, pues había creído que lo que había pasado la noche anterior se había quedado en la noche anterior.
-Bien gracias –dije tomando asiento en una de las sillas de la mesa.

Desayunamos y Jorge se había comportado muy lindo conmigo en todo el desayuno, luego de bañarnos y arreglarnos, estábamos en la sala mirando en la televisión un reality show.
-Vayamos de compras –comente cuando había comerciales en la tele.
-No eres de esas chicas superficiales que están obsesionadas con las compras o ¿Si? –dijo hablando rápido.
-No, pero vamos estamos en otro país y además no me he comprado ropa nueva desde que me mude con mi papa –explique escondiendo mi cara en su pecho.
-Okay vamos –nos levantamos y tomo las llaves del departamento y salimos de ahí yendo directo al centro comercial del día anterior.

Entramos a una tienda de ropa muy de temporada y todo de mujer, comenzamos a caminar pasillo por pasillo con nuestras manos entrelazadas.
-Mira este vestido es muy bonito ¿No crees? –le pregunte como si le preguntara a una chica.
-Uy si es hermoso –dijo fingiendo voz de mujer- . Busca algo lindo y elegante, iremos a cenar hoy, mientras yo iré a buscar un traje.
-Eso es tan tierno –le dije sonriendo.
-Si lo se –dijo sarcásticamente- . Ahorita nos vemos hermosa.
-Claro –nos dimos un último beso y fui a buscar un vestido.

Había tantos vestidos ahí que era imposible elegir solo uno, diferentes colores, cortes, largos, cortos.
Una chica muy amable se acercó a mi ofreciéndome su ayuda, me pareció muy linda y tomo varios vestidos que según ella me quedarían bien, fui al vestidos y me probé alrededor de 8 diferentes vestidos pero nada me gustaba, al final había un vestido color lila con detalles negros, quedando un poco mas arriba de la rodilla y algo ampón, quede realmente fascinada al verle con este hermoso vestido sin tirantes, era como si hubiera sido hecho para mi y especialmente para mi cena con Jorge.

Luego la chica me llevo hasta la parte de zapatillas, todas las zapatillas eran hermosas pero mire esas que hicieron opacar a todas las demás, color negras completamente ‘sencillas’ con eso me vería bien, supuse así que las lleve.
Pague con la tarjeta dorada que mi padre me había dado, y salí de la tienda en busca de Jorge, seguí caminando por el centro comercial y mire una tienda de ropa de hombre así que supuse estaría ahí, y cuando estaba apunto de entrar choque con el de frente.
-¿Lista? La cena es a las ocho –dijo mirándome con una bolsa donde llevaba en traje y otra donde creo yo tenia los zapatos.
-De acuerdo caballero –le dije mientras sentía como tomaba mi mano en lo que caminábamos.

Seguíamos en el centro comercial y entramos a una tienda de discos, simplemente buscando algo bueno para escuchar, pero creo que nada nos convenció y salimos de ahí. En el camino nos encontramos una tienda de libros y le pedí a Jorge que por favor entrara conmigo, hacia mucho tiempo ya que no leía un libro.
Al entrar la primera sección que encontramos fue la de los libros infantiles y ahí estaba el libro que recordaba perfectamente, no por que era el que mas impresión me causo, si no por que mi mama solía contármelo todos los días antes de arroparme para dormir, Whinnie era un oso…
-Mi mama solía contarme este cuento siempre –le platique a Jorge mientras hojeaba el libro.
-Es muy tierno –dijo mirando los dibujos junto conmigo.
-Pero ven vayamos a buscar otro tipo de historia –le dije con una risa.

Seguimos caminando y me topee con una portado que capto mi atención y al leer el titulo de este inmediatamente lo tome ‘Departamento Q: La mujer que arañaba las paredes’ Se llamaba el libro.
-¿En serio? Creí que elegirías algo mas vivo, como una novela romántica o algo que todas las chicas buscan –dijo Jorge.
-Pero yo no soy como ‘todas las chicas’ –le dije afirmándole y guiñándole el ojo en lo que caminaba por el largo pasillo hasta la caja para pagarlo.

Sentí sus pasos perseguirme, y fui a pagar el libro y una vez mas la tarjeta dorada fue deslizada para ir un poquito mas a la quiebra.
Luego de ahí nos fuimos al departamento se habían dando las 5:30 de la tarde, en todo el tiempo que estuvimos ahí caminando sin hacer nada por el centro comercial.
-Vámonos ya, que mi cabello no es fácil de peinar –dije echándole un vistazo a Jorge.
-Okay, vámonos ya –dijo deteniendo un taxi, llegamos al departamento luego de unos considerables minutos y gane el baño para bañarme y ganar tiempo en peinar mi cabello, luego Jorge tomo una ducha y en lo que yo estaba en el baño maquillándome y esperando a mi cabello se secara, escuche que Jorge peleaba con el mismo.
-¿Qué pasa? –pregunte abriendo la puerta.
-Es la corbata, no puedo hacer el nudo –dijo mirándose al espejo.
-Ven aquí yo te ayudo –le dije haciendo que se acercara.
-Gracias –agradeció mientras le hacia el nudo de la corbata, el ya estaba listo después de eso y apenas eran las 6:40- . No demores mucho.
-De acuerdo –le dije yendo al baño.

Entre al baño sellando la puerta y terminando mi maquillaje, nada exagerado pero tampoco muy natural, peine mi cabello en unas ondas grandes y luego de eso me di paso a salir del baño y mirar aquel paquete que escondía mi vestido.
Me puse el vestido, y después las zapatillas.
Me pare frente al espejo y quede satisfecha de cómo es que me miraba, sonreí victoriosa al verme ya completamente arreglada y emocionada por tener una cena con Jorge, no podía esperar a saber como es que terminaría la noche.
-¿Cómo me veo? –le pregunte a Jorge parada atrás del sillón.
-Te ves…

Novela Jortini - "Mi Hermanastro" - (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora