Capitulo 37 MARATON 3/5

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-¡MARTINA! Mi madre, mi madre murió –dijo rompiendo en llanto.
-¿QUEEEEEEEEEEEE? No Diego tranquilo por favor, no quiero oírte así –dije sin querer soltar el nudo en la garganta.
-Moriré con ella Martina -escuche apenas entendible.
-Oh mi niño, no te preocupes ahí estaré ahora mismo salgo para allá –dije y colgué el teléfono-. Jorge, mi amor despierta.
-¿Mmm? ¿Qué pasa? –pregunto sin abrir los ojos.
-Mi amor tenemos que ir a San Clemente –avise sacudiéndolo un poco.
-¿Para que? –cuestiono tallando sus ojos.
-Jorge, la madre de Diego falleció –dije dejando caer una lagrima.
-¿Qué? ¿Estas segura? –pregunto preocupado.
-Si amor, tenemos que ir no quiero dejar a Diego solo en estos momentos –dije limpiando mi cara.
-De acuerdo amor –dijo tomándome de la mano, y así encaminarnos hasta mi recamara para cambiarnos y hacer una maleta para quedarnos allá unos días.

Faltaba poco para llegar a la casa de Diego y mi estomago se hizo pequeño y al cerrar los ojos para aguantar el llanto, escuche los fierros re chillantes al teléfono cuando mi madre tuvo el accidente y se fue de la hermosa vida.
-Estoy nerviosa –dije con mi voz temblando.
-Solo relájate, no puedes dejar que Chachi te vea así se supone que venimos a apoyarlo –dijo Jorge tocando mi muslo y con la otra mano en el volante.
-Si mi amor ya lo se –dije bajando mi mirada.
-Vamos –dijo apagando el motor, tome aire y abrí la puerta bajando del auto y mirando a mucha gente en la entrada de la casa.

Nos dirigimos tomados de la mano y los dos completamente vestidos de negro, entramos a la casa buscando a Diego y ahí estaba parado frente al ataúd mirando perplejo a su madre dentro de este, lleve mi mano a mi boca para no hacer ruido al dejar caer mis lagrimas, y recordé de nuevo que era sentir el perder a tu madre. Respire profundamente antes de acercarme a él, toque su hombre y este tomo mi mano aun sin voltear a verme ‘Diego’ mencione casi a su oído, se giro y al verme solo me abrazo con fuerza, sollozaba de tanto llorar y sentía lo mismo que él; un dolor que duele mas que cualquier golpe, algo que no sabes como reparar y que hace querer regresar el tiempo pero por mas que lo quieres es inútil, un enorme nudo en la garganta, querer llorar hasta que no sientas nada, querer morir con ella, sabia perfectamente el sentimiento mas doloroso, la muerte es irreversible pero al fin de cuentas nadie saldrá exento de esta.
-Esta bien llorar –dije tomándolo por la cara.
-¿Por qué Dios se la llevo? –pregunto desviando su mirada, y se vino a mi mente cuando yo preguntaba eso una y otra vez.
-Dios sabe por que hace las cosas, todo pasa por alguna razón tal vez ella ya estaba sufriendo demasiado –dije limpiando sus lagrimas.
-Quiero irme con ella, no vale la pena seguir sin mi madre –dijo mirándola atraves del cristal.
-No digas eso, hay mucho por que vivir aun tienes a tu padre y a tu hermosa hermana, se fuerte no los abandones –dije tocando su cabello.
-Diego mi mas sentido pésame –dijo llegando Jorge golpeando su espalda.
-Gracias Jorge significa mucho para mi –dijo este dándole un abrazo.
-Hola Marttina -dijo Lucia hablando en voz baja.
-Hola –respondí asintiendo con la cabeza.
-Mi amor ven tienes que comer algo –dijo ella a Diego, y ahí me percate de que al parecer Lucia y Diego ya estaban saliendo.
-No tengo hambre –dijo Diego negando.
-Tienes que amor, no haz comido nada –dijo Lucia rogando.
-No Lucia –dijo mirándola con molestia, pero creo que lo entendía cuando un dolor así invade tu ser todo te molesta y no quieres tener que ver con la demás gente, solo te importa tu propio dolor.

Luego de un rato de estar ahí con Xabiani y Lodovica platicando me distraje un poco y mire que mi padre y Trisha entraron los segui con la mirada y mi padre fue hasta con Des y dejaron a Trisha platicando con unas personas y ellos se fueron a un cuarto, mentí diciendo que iba al baño y me dirigí hasta el cuarto a donde habían entrado mi papá y Des, la puerta estaba entre abierta y me asome por el espacio que quedaba a escuchar.
-Ya paso el tiempo que me dijiste –dijo mi padre con voz dura.
-Entiéndeme Alejandro mi mujer acaba de fallecer –dijo Des limpiando su cara.
-No quiero que me falles, ¿Dónde esta el dinero que me debes? –cuestiono mi papá apuntándolo con su índice.
-No lo tengo ahora, entiéndelo –dijo este haciéndose para atrás.
-Entonces ¿Cómo le haremos? –pregunto Alejandro sobándose la frente.
-Dame una semana mas, veré la manera de conseguir el dinero –dijo Des recargándose en el escritorio junto a él.
-Ja ¿Cómo le hasta Des? Eres un pobretón sin dinero –burlo mi incrédulo padre.
-Ya me las arreglare, pero por favor no me quites la casa ¿Dónde vivirán mis hijos? –dijo el padre de mi buen amigo Diego.
-Ese no es mi problema, quedaste en una cosa y me has fallado –dijo este insensible.
-Por favor Alejandro, solo dame una semana mas –suplico Des.
-Te doy tres días, no mas –negocio Alejandro repugnante.

Me percate de que Alejandro se acercaba para salir y me hice a un lado.
-¿Martina? ¿Qué haces aquí? –me cuestiono mirándome.
-Hablemos en privado –dije haciéndole una seña con la cabeza para salir.
-¿Qué pasa? –pregunto mi padre parándose frente a mi.
-Eres la persona mas insensible del mundo, mira que pedirle lo que te debe Des en el funeral de su esposa –dije realmente molesta.
-Es una deuda, tiene que cumplir –dijo este sin problema alguno.
-Si padre pero no es el momento ahora, se me hace una idiotez de tu parte –dije negando con la cabeza, decepcionada de él.
-Lo siento no es mi culpa –se encogió de hombros.
-Claro tu siempre te lavas las manos con una respuesta que no va ni al caso y haces como si nada paso –dije fusilándolo con la mirada.
-No me vengas con eso ahora, ya te avisare que es lo que pasa con esto –dijo él sin mirarme.
-No te preocupes yo estaré al pendiente –dije por retirarme.
-¿Cómo van las cosas con Jorge? –pregunto al detenerme del brazo.
-Bien papá gracias –dije cruzándome de brazos.
-Que bueno, si les hace falta dinero o lo que sea ya sabes que me puedes decir –ofreció de inmediato.
-Claro, gracias –dije y sin decir más entre de nuevo a la casa para encontrarme con que ya estaban ahí Facu y su novia Cande.

-Hola Martina que mal que tengamos que vernos de nuevo por esta razón –dijo Facundo al abrazarme.
-Lo se, pero ya sabes como es la vida hoy estamos mañana quien sabe –dije torciendo mi boca.
-Hola bella –musito Cande dándome un abrazo.
-Hola pequeña –dije tratando de sonreír, pero por alguna razón sentía que sonreír en un funeral era de mala educación.
-¿Les ofrezco algo de beber? –pregunto Lucia levantándose.
-Yo acepto un vaso de agua pero te acompaño por él –dije mirándola.
-Claro –dijo acercándose a mi.
-Ahorita vengo amor –dije yendo hasta con Jorge y dándole un beso sobre los labios.

Fuimos hasta la cocina donde había un poco de gente tomando bocados y ponche de frutas que había ahí.
-Así que ¿ya estas saliendo con Diego? –cuestione sirviéndome ponche.
-Si, tenemos dos semanas –dijo con emoción.
-Me da gusto que estés con él en este momento tan critico para él.
-No podía dejarlo –dijo suspirando.
-Me alegro, y gracias por estar con él –le agradecí por que sentía que lo había abandonado por… segunda vez.
-¡martina! Tenemos que hablar –dijo la voz chillona de Stephie.
-No tenemos nada que hablar –dije desviando mi vista de ella.
-Claro que si ven aquí –dijo ella jalándome del brazo.
-¡Arg! ¿Qué quieres Stephie? –pregunte revolviendo mis ojos.
-¿Le dijiste a Jorge sobre lo mío con Diego? –cuestiono moviendo su cabeza de un lado a otro.
-No, pero tu si que le dijiste a todo el mundo de lo mio con Jorge, ¿no pierdes el tiempo cierto? –pregunte entrecerrando mis ojos al verla.
-Escúchame bien estúpida, o te alejas de Jorge o le digo que fuiste tu la que se acostó con Diego, tu decides –dijo esta incrédula.
-¡Ja! Tiene que ser una broma, estas loca Stephie solo admite que Jorge no te ama ¿Qué no lo entiendes? –cuestione negando con la cabeza.
-¡Cállate estúpida! –sentí un ardor en mi mejilla, caliente y como se ponía roja me había volteado de una cachetada, me puse furiosa iba a jalarme por los cabellos rubios y alguien me tomo por lo brazos.
-¡Martina no lo hagas! No vale la pena –dijo tomándome con fuerza por los brazos.

Novela Jortini - "Mi Hermanastro" - (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora