-Oh que bien, pero ¿tienes novio? –pregunto mirándome intrigado.
-Mmm… si, pero el no –dije luego de mirar a Trisha, que me asintió accediendo a que respondiera a eso.
-Oh que bien –dijo asintiendo con la boca llena.
Todo era como si Jorge acabara de conocerme, me sentía rara y mal.
Rugge se había ido, tenia que ayudar a cuidar la pastelería y promete volver, algún día tendría que hacerlo.
-¿Padre? –pregunte luego de abrir la puerta de su despacho.
-Pasa hija –dijo este haciendo una seña con su mano, dejándome entrar.
-Estoy pensando en vender la casa, quiero comprar un departamento al fin de cuentas solo soy yo –dije encogiéndome de hombros, y vino a mi mente cuando Jorge dijo que quería que nos fuéramos a vivir, juntos, solo el y yo.
-Entonces buscare alguien que la ponga a la venta –dijo este aceptando.
-Gracias –finalice.
Me fui directamente a ninguna dirección, simplemente salí de casa y caminaba por ahí, fije mi mirar derecho y mire a un chico sentado en una banca cerca de ahí, este tenia su mirada clavada al suelo y entonces cuando estaba mas o menos a un metro de distancia note que era mi hermoso novio de la infancia.
-Facundo –dije sentándome junto a él.
-¡Tini! –dijo este mirándome emocionado.
-¿Qué haces? –me interese mirarlo ahí solo.
-Nada, estaba aburrido en casa y prefiero estar aburrido fuera que ahí encerrado –dijo con una risa inocente.
-Y Cande ¿Dónde la dejaste? –pregunte buscándola a metros de distancia.
-Se fue, de nuevo con su hermana la visita muy seguido –dijo dejando caer su peso sobre la parte trasera de la banca.
-Oh –musite inhalando.
-¿Cómo estas? Supe que Jorge no te recuerda –dijo mirándome con preocupación.
-Es como si nos conociéramos de nuevo, terrible –dije afligida, y recordando la bella cara de Jorge al verme.
-¿Qué harás si no te recuerda? –quiso saber con voz tranquila.
-Huiré, no vale la pena estar aquí si él no sabe cual es la verdadera historia –dije negando con la cabeza.
-Deberías intentar enamorarlo de nuevo –dijo este poniéndose en la misma posición que yo, recargando los codos en las rodillas.
-Tal vez, tal vez no. Quiero que sepa quien soy en verdad, que no me vea como su hermanastra, es decir él cree que tiene 20 años y que su novia es Patricia –dije explicando.
-Deberías intentarlo –dijo este, a continuación su móvil sonó y se alejo un poco a contestar la llamada, se acerco a mi y aseguro que tenia que irse.
Me quede ahí por un rato mas. Me quede pensando lo que Facu me había dicho, tal vez tenia razón, enamorarlo de nuevo podría resultar, nada perdía con internar o mas bien ¿Qué mas podía perder con intentar? Si ya lo había perdido.
-Hola escuche la aterciopelada voz de Jorge hablándome a mi espalda.
-Hola –dije volviéndome ante él, desarmando por completo al ver su perfecta sonrisa.
-¿A dónde fuiste? –quiso saber caminando hasta el sillón.
-Por ahí –dije metiendo mis manos a los bolsillos traseros de mis ajustados jeans.
