Capítulo 24

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Después de lo que vio Luna, sabía que le tenía que contare la verdad.

- Sí, de hecho corrió muy bien. No podía haber sido mejor. - dije sonriendo.

- Me siento muy feliz por ustedes Simon, finalmente decidieron que era mejor admitir lo que sentían .... Estaba viendo que no sucedía.

- Yo tambien estoy muy feliz.....

- ¿Por qué? - preguntó Ambar detrás de nosotros.

- De la nueva relación de Simon.- respondió Luna sonriendo.

- Relación? ¿Y quién es la priveligiada?

- Hola mi amor. - dije al ver que Nina se estaba arbolando de nosotros.

- ¿Ella? En serio ? Pero los chicos por aquí están todos locos?

- ¿Por qué? No encuentras la relación tierna Ambar.

-¡No! -dijo Ambar saliendo de nuestra frontera.

- ¿Pero qué pasa con ella? - pregunté sin saber por qué reaccionó de esa manera.

- A ella no le gusta por las cosas con Matteo, y no soporta que esté feliz y ella no.

- Pero no vamos a pensar en ella ahora, estaba aquí diciéndole a Simon, que estoy muy contento de estar juntos. Es incluso malo por mi parte, saber que les gusta el uno del otro pero no puede hacer nada.

- Buenos días chica delivery.- dijo Matteo y fue a abrazar a Luna, otro caso de dos personas que se gustan pero tienen miedo de admitir.

- Buen día chico fresa.

- Buenos días guitarrista. - dijo Matteo y chocó con los chistes conmigo. Ya estamos más llegados, sí al principio no iba mucho con su cara, pero me di cuenta de que es una buena persona.

-Buenos días, -dijo Matteo y abrazando a Nina.

- Buenos días Matt.- respondió Nina sonriendo.

- ¿Pequeña, tienes lo que te pedí?

- Sí, está aquí conmigo. ¡Toma, respondió y le entregó un pequeño cuaderno.

- ¿Entonces y novedades? - preguntó Matteo sonriendo a mirarme.

- Espera tú también lo sabías? - preguntó Nina y Matteo sonrió.

- Digamos que di una pequeña ayuda princesa.

- A pesar de que me encanta estar conversando con ustedes, tengo que ir al bar, porque hoy estoy solo. - dije, pero Nina me interroga haciéndome despertar de una cosa. - ¡No sólo! Estoy muy bien acompañado.

Tanto yo como la Nina fuimos al mostrador, pues aunque a esta hora no tiene muchísimos, a partir de la hora del almuerzo, llega siempre muchas personas juntas y esa es la hora caótica.

Siempre que teníamos oportunidad le robaba un beso, pero ella estaba siempre avergonzada, tal vez por ser una cosa reciente. ¡Puedo afirmar, con toda certeza del mundo, que estoy feliz! Estaba a tanto tiempo esperando este momento y finalmente había llegado.

No me acuerdo cuando tenía celos de ver a Nina con Matteo, pero ahora sé y estoy seguro de que ella me ama y no necesito tener celos de ningún chico, a pesar de ser difícil, porque cualquiera de ellos daría todo para tener una nina como Nina a su lado, pero ella es mía. Y cuando Nina aparentemente tenía celos de Daniela, una amiga mía de México. Luna me decía que Nina estaba realmente triste y molesta por haber aparecido, pero aún así lo hizo, porque me hizo percibir que me gustaba Nina, de verdad y no era sólo una pasión sin nexo.

- ¿Simon estás bien? - preguntó Nina, despertándome de mis pensamientos.

- No podía estar mejor. Sólo estaba pensando en los celos que sentía de Matteo, por estar siempre contigo. Y estoy muy agradecido por mi amiga Daniela haber venido a visitar, creo que sin ella, no tenía el coraje de declararme a ti.

- Entonces aún así que apareció. Nunca pensé que esto sucedería.

- ¿Por qué? - pregunté mirando a sus ojos.

- Pensé que no me gustaba.

- No me gustas.

- ¿Qué? - preguntó apartándose de mí.

- Me encantas.- dije acercándome más de ella y la tomé de la cintura. - Te amo.

- No te escuche. - dijo y toco su oído.

- Te amo. - dije en un tono más fuerte.

- Todavía no he podido oír. Creo que debes hablar más alto.

- TE AMOO.- dije gritando y todos los que estaban en el bar nos miraron.

- Shh callate.- dijo tapando mi boca.- Van a cedir que somos un par de locos. - coloco sus brazos alrededor de mi cuello.

-¿ Y no es así ? - pregunté acercando mi rostro al suyo. Ella rechazó rápidamente lo que me causó ternura. Te amo.

 - Yo también te amo.-se acerco y me dió un corto beso en los labios.

Mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora