INEFABLE (l.s.) TERMINADA

24

Sus saludos de cumpleaños son lo mejor. Gracias por eso, mucho amor para ustedes!

*

Louis veía que Harry estaba angustiado desde que Denis había dejado la suite. El rizado estaba en la puerta de su terraza fumandose un cuarto cigarrillo y no parecía acabar nunca de fumar. Tenía el ceño fruncido con su mirada perdida en el espacio y tiempo.

El ojiazul no le quería decir nada en ese momento, porque sabía que Harry estaba pensando en todo lo que estaba pasando. Y que decisiones tomaría.

¿Acaso dejaría todo por mi?

Esa pregunta merodean su cabeza una y otra vez sin necesidades de acabar encontrando una respuesta concreta. Era imposible saber lo que realmente Harry quería, pero Louis no lo juzgará por su decisión.

No, claro que no. Él nunca dejaría de ser médico por alguien y probablemente Harry nunca deje de ser el cantante que es por alguien. Era factible y entendible.

—Deberías dejar de fumar... —murmuró el ojiazul cuando vio que el rizado iba a prender otro.

El rizado no dijo nada, pero tampoco logro encender el que tenía entre sus labios. Tomó el cigarrillo y lo lanzó al vacío. Louis tragó duro y se relamió los labios para luego morderse el inferior.

—esto es una mierda. —dijo el rizado de pronto. Una brisa helada entro de pronto y Louis se abrazo— Y yo me metí a esto solo.

—eras pequeño. —le consoló.

—lo era, pero también era consciente de todo. —bufó— Sabía que era homosexual.

—Harry, no te culpes de todo. —dijo tranquilo— Tú eres una víctima de este sistema lleno de estereotipos.

El ojiazul se había puesto de pie y camino hasta donde estaba Harry. Le abrazo por el torso y se escondió en su cuello. El más alto le rodeó los hombros con sus brazos y sintió su aroma dulce introducirse por sus fosas nasales haciéndolo sentir tranquilo.

Louis beso su cuello un par de veces, para luego alejarse un poco para mirarle a los ojos a Harry. Intento animarle con un beso en los labios, pero el rizado parecía pensativo.

—Lo dejaré todo Louis... —dijo mirándole los ojos. El más bajo sintió que sus mejillas se sonrojaron y su corazón se aceleró lo suficiente como para dificultar su respiración— Te amo, y mi amor por ti es tan grande que lo dejaré todo si es necesario.

—no amor... —le pidió el ojiazul con un tono incrédulo y el rizado sonrió.

—si, lo haré. —dijo seguro y Louis le creyó— Diré la verdad... De ti... De mi... De nosotros.

—Harry tu carrera... —el ojiverde negó y tomó sus mejillas con las manos. Louis le miró los ojos.

—mi carrera comenzará desde cero, con otra agencia. —sonrió— Me da igual, pero continuaré con lo nuestro como debe ser.

—joder, no quiero arruinarte todo. —el rizado negó acercandose a sus labios pero sin besarlos.

—no lo harás. —le confesó— Nunca lo harás, yo diré todo por nosotros, para que podamos estar bien como pareja... No quiero perderte por estas mierdas.

El ojiazul iba a decir algo más pero Harry lo besó de una forma tan segura que de pronto toda la amargura y toda la preocupación que ambos tenían, se esfumó.

La humedad de los besos llevaron a que Louis acabase sobre el rizado en el sofá, entregándose besos tan cálidos y enriquecedores que sus corazones habían comenzado a latir desenfrenados.