¿Casualidad o Destino? (Editado)

Capitulo 5 "Una cena incómoda" (editado)

Capítulo 5 "Una cena incómoda"

Habían pasado un par de días y todavía no le dirigía la palabra a Dylan, y en mi interior estaba intentando no echar de casa a mi futuro padrastro, pero ayer mi madre me había informado que hoy iríamos a cenar y yo tendría que ir, y con ir se refiere a presentable así que…

Me observo en el espejo detenidamente, el vestido azul oscuro se amolda perfectamente a mi cuerpo, los tacones de color negro aumentan unos 10 centímetros mi estatura, la gargantilla de plata con mi nombre grabado abraza mi cuello... me mordisqueo el labio al ver mi rostro, mis ojos están rojos e hinchados por haber llorado toda la noche, mi nariz tiene un toque rojo como rudolf por haberme sonado repetidas veces y me siento mal por haber comido tanto helado. 

Hago un moño desordenado con mi pelo e inclinándome en el lavabo, que tiene el grifo abierto dejando correr el agua, impacto el agua en mi cara una, dos e incluso tres veces, hasta que consigo sentirme un poco más refrescada. Cierro el grifo y cojo la toalla, la poso en mi cara con cuidado y con pequeños toques seco las gotas de agua que se escurren por mi cara como si fuesen lágrimas.

Aplicando un poco de base y algo de corrector consigo unificar mi piel, lo que antes era imposible porque era la viva imagen de rudolf. Me delineo los ojos y aplico un poco de rímel y luego aplico un poco de gloss en mis labios. 

Fuerzo una sonrisa frente al espejo y creo que en estas dos horas he hecho un gran trabajo.

Salgo del baño y veo a un Dylan arrepentido sentado en mi cama, mirándose las manos, mientras juega con ellas nervioso, paso por su lado y no le dedico ni un poco de caso, sigo enfadada con él y así será hasta que me dé una buena razón por no haberme contado que sabía... que mi madre se iba a casar con su padre. Porque si la situación fuese a la inversa yo se lo habría contado, sí, lo habría hecho.

–April yo... –no le dejo hablar y salgo de mi habitación dando un portazo, y es que aunque quiero oír explicaciones todavía no estoy preparada para escuchar las palabras: Tu madre ha olvidado a tu difunto padre…

 Bajo las escaleras escopetada cuando escucho la puerta de mi habitación abrirse, allí están mi madre más mi futuro... si hasta me da asco pensarlo. «April, sé amable»

–Hola. –digo secamente mientras cojo un vaso y vierto en él un poco de agua para refrescar mi garganta.

–Sé que no empezamos con buen pie... –empieza a decir el hombre, para no contestar empiezo a beber agua, hasta que me acabo el vaso y cuando lo acabo me voy, pero la voz de mi madre me detiene. «Te dije que fueses amable»

–¿Quieres ser educada por una mísera vez en tu vida? Va a ser tu futuro padre. –me dice mi madre elevando el tono de voz, pongo cara de asco al pensar en él como un sustituto de mi padre y rápidamente la corrijo.

–Padrastro. –digo y me voy encontrándome con Dylan que me pide hablar. –¿Me podéis dejar tranquila? –digo estresada. –¡Todos! –grito y salgo por la puerta principal. «Ya serás amable en la cena, aunque conociéndote despotricaras como una yegua sin domar»

***

Me subo en la parte de atrás del coche y me coloco los cascos blancos en las orejas y me dejo relajar por la música, hasta que la puerta de mi derecha se abre y se sienta Dylan a mi lado. Me echo hacía mi izquierda, alejándome de él, pero él se mueve también y queda a mi lado. Las puertas de delante se abren y el coche arranca de camino hacía uno de los mejores restaurantes de la ciudad. 

Cuando llegamos, Connor, mi futuro padrastro, da su apellido que es con el cual había reservado mesa, yo camino más atrás, como si no fuese con ellos y eso causa confusión, cuando voy a pasar el señor de mediana edad que atiende las reservas me detiene cuando ve que tengo intención de pasar.