Capítulo 13 "Lissa, Lissa Daniels."
Mis pensamientos vagan por todo lo que me ha pasado en este corto espacio de tiempo hasta que una voz masculina me interrumpe cuando la puerta del baño se abre y todo el vapor que había en el baño se disipa.
–¿Estás bien? –la voz de Adrián hace que vuelva en mí, pestañeo unas pocas veces y con una sonrisa asiento con la cabeza. Me levanto de la cama, solo tenía puesta una camisa de Adrián, se veía mi ropa interior de encaje negro, me acerco a Adrián y le envuelvo su cuello con mis brazos, unas pequeñas gotas le caían de su pelo mojado por la ducha que se había dado hace escasos segundos y su torso al aire estaba ya casi sin ningún rastro de gotas de agua, acerco mis labios a los suyos, rozándolos y sonrío. Posa sus manos en mis caderas y me pega hacia él, pero mis labios no vuelven a rozar los suyos, esta vez mis labios rozan el lóbulo de su oreja.
–Tienes el pelo mojado... –susurro con voz sexy, o al menos intento que suene lo más sexy que puedo. Pero él no me escucha, su toalla se cae al suelo y me quita su camisa, tan violentamente que si hubiese sido una camiseta la hubiese rajado.
Alguien llama a la puerta y entra, cojo mi camisa y me la pongo por encima mientras Adrián coge un cojín y se tapa su entrepierna. Son Emma y Dylan. Mis mejillas se tornan a un rojo pasión y sus carcajadas, mientras cierran la puerta, hacen que aumenten de color. Habría salido corriendo para abrazar a Dylan, pues había llegado hoy, pero no era el momento adecuado.
Un Adrián ya vestido me mira tierno, con sus dedos bajo mi barbilla me levanta unos milímetros la cabeza, hasta posar sus labios en los míos en un beso tierno. Se separa de mis labios. Mientras aprovecho y cojo un vestido color ocre, me lo pongo y me llega por la mitad de los muslos. Abro la puerta y veo a Emma y a Dylan con una sonrisa pícara, mis mejillas vuelven a tornarse color carmesí.
–Emma y yo pensamos en ir a la playa. –observo que ambos traían bolsas de playas, hecho que había ignorado hasta ahora.
–Yo no tengo biquini... –susurro apenada, las miradas de Adrián y Dylan me sugieren una idea, que ni loca haría. –Idlo olvidando, no voy a ir desnuda, no es una playa nudista. –los dos hacen un ligero "ohh" apenados y yo río, Emma llega a mi rescate y para variar, con una solución.
–Tengo yo uno que me dejaste hace poco. –sonríe y mueve un biquini negro, exactamente, era el que le había dejado hace unas semanas. Agradezco ser olvidadiza–. Me imaginaba que no tendrías ninguno aquí y te lo traje. –asiento y cojo el biquini.
Entro en el baño y me coloco el biquini, salgo y veo como Adrián abre la puerta de la habitación.
–Perfecto. –dice Adrián cuando sale con una bolsa en sus manos que contenía una toalla grande, un bote de crema solar y ahora, en vez de un pantalón vaquero vestía un bañador azul marino.
Cojo unas gafas de sol y me las coloco en el pelo, Emma me agarra del brazo y empieza a correr, yo la imito para que no me lleve a rastras, abre la puerta y salimos disparadas hacia la playa, dejando nuestras cosas en la casa, por lo tanto, nuestros novios tendrían que cargar con ellas.
Me subo el vestido, quitándomelo por la cabeza, enseñando un biquini negro que favorecía mí figura, echamos una carrera hacia el mar, pero cuando nuestros pies tocaron el mar nos alejamos tres pasos hacia atrás.
–Tú primera. –empezamos a decidir quién iba primero.
–No, tú. –digo yo con una sonrisa.
–Las dos. –susurran al unísono Adrián y Dylan a nuestras espaldas, nos agarran y nos llevan hacia el mar y allí, a la vez, nos sumergimos en las gélidas aguas –vale, tal vez exagere un poco–. Salgo a la superficie y empiezo a tiritar, Emma me imita.
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¿Casualidad o Destino? (Editado)
RomanceElla no cree en las casualidades y él no cree en el destino, ¿Su historia ya estará escrita o todo se basa en una improvisación? Obra registrada en Safe Creative, código: 1408211796122