Capítulo 8 "Oscuridad" (editado)

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Capítulo 8 "Oscuridad"

***April's Point of View****

Mi cabeza me duele a horrores, intento llevarme la mano a la cabeza pero mi cuerpo no responde a ninguna de mis órdenes, empiezo a asustarme, escucho una voz, me está hablando pero ¿Quién es? Intento con todas mis fuerzas abrir los ojos para ver el rostro de la persona que me estaba hablando, pero es imposible, no insisto más, me dejo llevar por la oscuridad.

 Dejo de escuchar esa voz que me mantenía alejada de la oscuridad.

***Adrián's Point of View***

Mis lágrimas fluyen, mojan mis mejillas y se mueren en mis labios. Lamo mis labios, apoyo mis codos en mis piernas, apoyo mi cabeza en mis puños y observo a April conectada a cables en el hospital, todo esto me recuerda a Lissa, estuve exactamente igual hace 8 meses y esa vez la perdí, pero no pienso permitir que me alejen de April.

–No me dejes, –reprimo un sollozo –, ¿Me escuchas? Mueve un dedo, algo, si me estás escuchando por favor. –miro sus manos esperanzado pero a medida que pasaba el tiempo mis esperanzas decaían. –Por favor... –digo sollozando.

Alguien abre la puerta y puedo ver a un hombre con pelo canoso y vestido con una bata blanca. Me levanto de la silla y le tiendo mi mano, él me devuelve el saludo.

–Soy Adrián, el novio de April. –se baja un poco las gafas de montura gris y me mira.

–¿Y su familia? –aprieto mis puños, pues ni su madre, ni su hermanastro, ni su padrastro la había venido a ver y ni siquiera me cogieron el móvil, su móvil, no le cogieron a ella.

–Su padre está muerto y su madre pasa de ella, no tiene a nadie más, solo a mí. –digo y pronto añado. –Y no necesita a nadie más. –me mira de arriba a abajo.

–Edad. –me pregunta.

–19 años, para 20. –digo y asiente conforme, soy mayor de edad.

–Bueno, Adrián, solo cabe esperar a que despierte... –dice en un suspiro. –no fue muy grave el accidente, pero el impacto contra el suelo le causo un estado de coma, esperemos que supere esto. –se calla pero continua. –esta chica es fuerte. –frunzo ligeramente el ceño.

–¿Cómo sabe usted eso? –él me dedica una sonrisa amable.

–Cuándo su padre murió ella estaba aquí y no derramó una sola lágrima, puede que esperara a llegar a casa, pero fue fuerte y es algo digno de admirar, lo superará. –dice seguro y yo asiento, se aleja y yo me vuelvo a sentar en el sillón que coloqué lo más cerca posible de ella. Le agarro la mano y suspiro. Apoyo mi cabeza en su camilla pero estoy incómodo, como ella está hacía un lado me resulta más fácil tumbarme a su lado, le beso la frente y me quedo dormido a su lado.

 Iba en el coche hablando tranquilamente con Lissa, estaba tan enamorado de ella, no podía parar de mirar cómo se retocaba en el espejito que traía, íbamos a una fiesta y no le di tiempo a maquillarse así que lo hace aquí. Freno en un semáforo, doy pequeños y constantes golpes con mi dedo índice en el volante, hasta que algo impacta contra nosotros, nos echamos hacía delante bruscamente y Lissa se queda inconsciente yo miro como por el lado de Lissa dos luces se acercan hacía nosotros pitando, iba a chocar.

Me despierto sudoroso por la pesadilla que acababa de tener, me limpio las lágrimas que cane por mis mejillas. Me siento en el sillón y la puerta de la habitación se abre y entra Emma. Cuando la veo, no dirige su mirada hacía mí, si no hacía su mejor amiga que está actualmente en estado de coma. 

–Dios... –susurra y se lleva la mano a la boca, unas cuantas lágrimas caen de sus ojos y se acerca a mí. –¿Está... ? -–pregunta temerosa, yo abro los ojos como platos.

–¡No! Ni lo pienses siquiera. –digo y ella suspira algo más calmada, se sienta en la camilla y le acaricia la mano que no le sostengo yo.

 Pasan unos 5 minutos.

–Me tengo que ir. –susurra Emma y yo asiento.

Cuando ella se va vuelvo a dirigir toda mi atención a April hasta que alguien abre bruscamente la puerta. Un Dylan enfadado entra y me señala con el dedo.

–Tú. –dice con la vena del cuello a punto de estallar.

–Yo. –digo divertido.

–¡Esto… –dice señalando a April –, es tu puta culpa! –dice gritando, mi rostro se transforma, estaba tranquilo, ahora ya no.

–Y una mierda, tú la dejaste sola. –digo cabreado mientras que levanto el tono de voz. 

–Tú te fuiste con otra. –dice atacándome.

–¡Me drogó! –grito justificándome y escucho una voz débil.

–Chicos... p-parad... –dice la voz de April.

Tanto Dylan como yo nos acercamos a ella para ver si necesitaba algo. Cojo la botella de agua que me había traído y le dejo beber de ella, cuando termina me sonríe, yo le devuelvo la sonrisa.

***April's Point of View***

Escucho voces gritando, vuelvo a escuchar lo que pasa a mí alrededor, intento mover los dedos de mis pies y noto un cosquilleo, intento abrir los ojos y empiezo a ver borroso, parpadeo varias veces y veo dos figuras discutiendo. Distingo esas dos figuras, Dylan y Adrián.

–Chicos... –digo con la voz rasposa –, p-parad... –tartamudeo al ver que podrían llegar en cualquier momento a los puños. 

Los dos se acercan a mí, Adri me ofrece una botella de agua y yo bebo con ansía, me siento incómoda con los dos mirándome fijamente como si fuera una inválida. Le sonrío a Adri y él me devuelve la sonrisa.

–Vete Dylan. –le dice Adrián a Dylan y yo le miro sorprendida. ¿Por qué le echaba?

–No me pienso ir, es mi mejor amiga. –le dice y yo sonrío.

–Y mi novia, lárgate de una vez. –me muerdo el labio ¿Su novia? Qué bien suena de sus labios. 

Dylan se va enfadado y yo me siento culpable, Adrián se ha pasado, no tiene ningún derecho sobre él ni sobre mí.

–¿Por qué demonios le echas? –le pregunto con cierto enfado en mi voz. Me gustaba el hecho de que tuviésemos un momento de paz, pero no era justificación suficiente para echarle de esa forma.

–Quería... –dice susurrando. –estar a solas contigo, te acabas de despertar joder… –se pasa las manos por el pelo y tira de las puntas –, y estaba tan preocupado... –me mira a los ojos y yo me muerdo el labio. ¡No April! Se fuerte.

–Vale, pero no deberías haberle echado así. –digo y le sonrío pero él me grita.

–Yo solo me preocupo por ti. –dice elevando cada vez más su tono de voz y yo me asusto, nunca antes me había gritado.

–No te enfades... –digo con voz inocente pero él se aleja susurrando cosas que no lograba entender, dejándome sola.

Lágrimas caían mojando mis mejillas, grito su nombre pero no recibo respuesta, en cambio Emma entra corriendo y me abraza, yo sollozo en su hombro.

–Me ha dejado sola. –sollozo y ella me acaricia la espalda ¿Por qué todos conocían mi punto débil? ¿Es qué soy un libro abierto o qué?

–Está frustrado. –no la escucho solo tengo en mente algo.

–Me ha dejado sola y sin él la oscuridad me vence. –susurro.

¿Casualidad o Destino? (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora