Capítulo 22 "Carreras ilegales, siamesas y policía" (editado)

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Capítulo 22 “Carreras ilegales, siamesas y policía”

–Hola familia. –dice mientras posa su mirada en Damon, luego en mamá y por último en mí.

–No puede ser. –murmura mi madre, bajo las escaleras y me pongo delante de ella.

–Lárgate. –escupo y le encaro. Damon se pone delante de mí y nos protege tanto a mí como a mamá.

–Valiente por tu parte. –dice Adam–. Y también resulta un poco traidor, ¿No crees? –dice con una sonrisa, noto a Damon tensarse.

–Vete. –escupe con rabia Damon, Adam sonríe y se da la vuelta, se sube a un coche y dejando marcas en el suelo se marcha.

Miro a mamá, miro como poco a poco dobla las rodillas débil, Damon se me adelanta y la sujeta antes de que se pueda golpear la cabeza contra el suelo.

La sube a su habitación y la tumba, trae un vaso de agua y le moja la nuca hasta que consigue que mamá reaccione, lágrimas fluían por mis mejillas. Melissa abre los ojos lentamente.

–Es imposible… –susurra y se queda dormida.

–Vámonos, dejémosla descansar. –asiento y salgo de la habitación seguida de Damon, me dirijo a mi habitación, pintada por mamá y por mí. Me siento en la cama y Damon se sienta a mi lado.

–¿Cómo supiste que era tu hermana? –pregunto de nuevo.

–Adam me puso al día. –dice. –Yo… fui quien te secuestró, pero no sabía que eras tú, me lo dijo mientras estabas dormida. –me mordisqueo el labio y le abrazo.

–Tú me ayudaste, así que te debo la vida. –respondo en su pecho.

–No me debes nada, soy tu hermano, nací para protegerte. –dicho esto me besa la cabeza y se tumba, me tumbo a su lado y me abraza. –Nadie más te hará daño. –susurra y me quedo dormida mientras me acaricia el pelo.

–Ni siquiera ese novio tuyo. –susurra y se queda él dormido.

***Damon POV***

Me despiertan unos golpes en la puerta, miro el reloj de mi muñeca. Las 3:48 de la mañana, miro a April dormir plácidamente sobre mi pecho y sonrío. ¿Quién se atreve a hacerle daño a esta cosa tan… indefensa? Otra vez los golpes. Con cuidado de no despertar a April me levanto y bajo las escaleras. Abro la puerta y me encuentro con Adrián. Mi mandíbula se tensa.

–¿Está April? –pregunta.

–No. –contesto seco y cierro la puerta en sus narices. Otra vez los golpes, cada vez son más fuertes.

–¿Qué pasa? –pregunta April frotándose los ojos mientras baja las escaleras.

–Nada, ve a seguir durmiendo. –contesto pero Adrián vuelve a golpear la puerta y grita el nombre de April.

–¿Adrián? –dice y abre ella la puerta. Se queda parada frente a Adrián.

–Hola. –dice y ella tarda en reaccionar.

–Hola. –susurra.

–¿Estás bien? –le pregunta.

–Ajá, ¿Y qué tal está Lissa? –pregunta April y yo sonrío.

–April yo… -empieza a decir Adrián–, ¿Puedes irte? –me dice y yo niego lentamente.

–No se va. –contesta April y espera a que Adrián siga su frase.

–Sé que hice mal en… –hace una pausa.

–¿Estar con Lissa mientras a mí me tenían sabe Dios dónde? Sí, hiciste mal. –dice con una sonrisa irónica–. Mira, me duele que después de pedirme tiempo te hayas ido con ella, pero lo que más me duele es que yo nunca, nunca te he sido infiel y tú… ya lo has sido demasiadas veces. –dice y suspira. –Ahora quien te pide tiempo soy yo. –le mira a los ojos. –Podemos ser amigos y yo veré si sigo queriéndote como el primer día… -hace una pausa, sé que está reprimiendo sus lágrimas. -¿De acuerdo? –fuerza una sonrisa y Adrián asiente, también se le ve un poco jodido. Adrián se acerca a ella y la besa, ella no se separa. –Amigos, te recuerdo. –dice con una sonrisa.

¿Casualidad o Destino? (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora