Capítulo 27 "El Ahorcado" (editado)

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Capítulo 27 "El Ahorcado"

Observo detenidamente por primera vez el video que realicé para que Adrián pudiese recordarme, cuando lo miro no puedo evitar que las lágrimas me hagan compañía. 

«¿Rendirme o seguir luchando?» esa pregunta se pasa por mi mente repetidas veces, pero ninguna de las veces le concedo una respuesta que antes hayan meditado mi mente y mi corazón. Solamente tienen que decidir cuál de las dos opciones me causará menos daño. Porque ambas me harán daño. Si me rindo, no podré volver a tenerle a mi lado y si sigo luchando me arriesgo a que no colabore y acabe igual, sin tenerle jamás a mi lado. 

«Todos los caminos llevan a Roma, yo lo que quiero es salir de ella.»

 Cierro la tapa de mi portátil y largo un suspiro. 

Flashback.

Salgo corriendo de su habitación e ignoro mi nombre siendo gritado por la voz de Emma, que corre tras de mí, tan solo quiero salir de este lugar que me está ahogando poco a poco. Cuando estoy a punto de llegar a la salida algo –o mejor dicho alguien– tira de mí, elevo mi mirada y me encuentro con el doctor Grant observándome, desvío mi mirada y detrás de su fornida espalda está Kyle que con un toque de preocupación en su mirada me observa como se observa a un ciervo cuando no quieres que huya de ti. El silencio se inunda de los suspiros cansados de Emma –nunca fue una gran corredora–. No sé por qué pero eso me hace sonreír y parece que el ambiente, anteriormente tenso, se calma un poco, aunque no lo suficiente como para que todos pasen por alto mis lágrimas, no.

Fin del flashback.

Me tiro en mi cama, a mi derecha tengo el libro de "Bajo la misma estrella" lo cojo y observo la portada. Dejo de nuevo el libro a mi derecha y palpo mi lado izquierdo hasta dar con la película que consiguió el padre de Emma. Ella me la había entregado antes de irme a casa a cambio de tener una fiesta de pijamas pronto ya que la que íbamos a tener, no se realizó. Me dirijo al salón con la película entre mis manos temblorosas. Damon está tirado encima del sofá haciendo zapping en la televisión, cuando capta mi presencia y observa la película se levanta del sofá, yo le paso el Dvd y él lo coloca en su portátil, lo coloca encima de la mesa que hay delante del sofá y se sienta dando palmaditas al lugar del sofá a su lado. Me siento y me acurruco en su regazo, sé que es tan atento por como es mi situación actual, y también sé que pronto se cansará de hacer de niñero y se irá a vivir un rato la vida. Como hacía antes de que yo tropezase en su vida. La película empieza y cuando llega el final las lágrimas ya hacen que me piquen los ojos, no reprimo las lágrimas pero sé cuando miro a Damon de reojo que él las está reprimiendo. Una risa en medio del mar de lágrimas se me escapa de los labios y capto la atención de Damon.

–¿De qué te ríes, mocosa? –pregunta.

–Tengo una ligera sospecha que lo sabes. –digo mientras empiezo a reír. 

–¿Nunca has visto a un hombre llorar? –pregunta dolido.

–Oh, ¿Eres un hombre? –pregunto mientras me levanto de su regazo y me alejo. Empiezo a correr cuando veo que me empieza a perseguir. Tropiezo con una alfombra y caigo al suelo, Damon me pisaba los talones así que también se cae, y yo amortiguo su caída. Me empiezo a reír como una loca y Damon ríe conmigo.

–Ojalá fueses Adrián. –murmuro y me levanto, tirándolo a un lado. Medito las posibilidades de volver a casa de Emma y continuar con nuestra fiesta de pijamas y ese helado tan apetecible, pero me echo atrás cuando veo que es muy tarde, aunque no hay nadie en su casa a parte de ella. Me pongo una chaqueta y salgo de casa, dejando a Damon sorprendido y a la vez preocupado.

¿Casualidad o Destino? (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora