Reencuentro y desaparición

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De repente comencé a tener un presentimiento, una extraña sensación, nunca antes lo había sentido, era algo nuevo para mí pero a la vez lo sentía tan común, fue realmente extraño...

-Amor estas bien, ¿Qué te sucede?

-no es nada, es solo que...-Raúl me interrumpió

-¿sienten eso?

-¿De qué hablas?- pregunto Jonathan

-hay alguien aquí, no estamos solos

-Raúl tiene razón, yo también lo siento.-dijo Fátima

-¿Cómo es eso posible?

-No lo sé, pero eso es lo de menos, tenemos que estar alerta, no sabemos si quien está en la cueva es amigo o enemigo, y hasta que lo averigüemos debemos ser precavidos

Seguía escondida tras las rocas, escuchando detenidamente cada palabra, pensando que hacer, en eso pise una roca suelta, todas las rocas se vinieron abajo y yo junto con ellas, el estruendo hizo resonar toda la cueva

Un mar de rocas cayó frente a nosotros, el estruendo fue ensordecedor, una gruesa nube de polvo se formo en el interior de la taberna, el polvo raspaba mi garganta haciéndome toser, cuando esta se disipo, gire mi vista hacia el tumulto de rocas... sobre ellas se encontraba ¡oh dio mío sentí que moriría! sobre las rocas se encontraba...

-¡Jesica por dios!-grite y corrí hacía ella

Estaba tumbada sobre una pila de rocas, cubierta de tierra y los amigos de Layla me miraban como si planearan asesinarme, ¡genial! suspire esto no podría ponerse peor

Me levante lentamente y me sacudí el polvo, Layla se acerco a mi llena de asombro, me tendió la mano y me ayudo a pararme, mire hacia ella, era la misma Layla de siempre, pero... pero algo en mi me decía que no era ella...

Algo era diferente, se veía igual, pero a la vez completamente distinta, volteo a verme por lo que me atrapo mirándola, nuestras miradas se cruzaron por un segundo, pero ella inmediatamente miro hacia otra dirección, ese lapso de tiempo fue suficiente, para que me percatara, de que estaba realmente equivocada, esta no era la Layla que tanto quería, esta chica no era Layla mi mejor amiga, esta joven no era la Layla que recordaba, era completamente diferente, una extraña

Cuando mire a Jesica, mi corazón se hiso trisas, sus ojos reflejaban dolor, soledad, tristeza y sufrimiento, pero no solo eso, ella estaba aterrada, no sabía que le asustaba, el verla tan mal, hizo que estuviera al borde de las lagrimas, cuanto no había tenido que pasar, ya ni siquiera la conocía.

-¿Qué es, todo esto? ¿Quién es ella?-pregunto catrín, realmente confundida

Nadie se atrevió a hablar, el lugar se mantuvo en silencio, durante un tiempo. Finalmente Jesica rompió el silencio, estuvimos poco más de una hora, escuchando y narrando todo lo que había ocurrido en las últimas semanas, cuando Jesica llego a la última parte de la historia no pude evitarlo, corrí a abrasarla y suspire exaltada

Layla comenzó a caminar de un lado al otro atraves de la cueva, no paraba de repetir una y otra vez "cómo es posible que todo esto esté ocurriendo, todo es mi culpa, debí haber hecho algo, detesto tanto que tengas que pasar por esto" finalmente me harte y pregunte exaltada-¡De qué rayos hablas!

Empecé a llorar, Luis me abrazo y comenzó a consolarme, -tranquila todo va a estar bien-susurro a mi oído seguía llorando, después de un rato finalmente me calme, tenía que ser fuerte, por Jesica, por Amanda, por Luis, por todas aquellas personas que me importaban

-Alguien puede, por favor explicarme, ¿qué está pasando aquí?

-¿Qué parte?- pregunto Jonathan

Entre Obscuridad Y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora