Entre Obscuridad Y Sombras

El comienzo de la aventura

Era una noche lluviosa, los truenos resonaban y los relámpagos deslumbraban, yo caminaba en las tinieblas cuando de repente ¡caí al suelo!, un desfile de imágenes comenzó a atravesar mi mente. ¡Era horroroso!

Podía ver el universo rompiéndose en mil pedazos y alguien susurraba a mi oído "las cadenas dimensionales se han destrozado ¡estamos perdidos!"

De repente la imagen cambio; me transporte a un bosque, lleno de gente cantando y bailando, me parecía conmovedor pero en ello.... una sombra, mejor dicho una criatura aterradora, una criatura de un profundo negro, con un par de ojos inyectados con un rojo, un rojo color sangre, esta criatura lentamente se fue acercando y empezó a destrozar todo a su paso, en eso una pequeña niña cayó frente a mí, la criatura se acercaba ¡iba a matarnos!

Trate de agarrar a la niña y correr, pero no podía, no podía moverme, era como si mis pies estuviesen fijos en el piso y todo mi cuerpo se hubiera congelado. La criatura se acercaba, mas y más, intente moverme una vez más pero era inútil ya no había nada que pudiera hacer, este era mi fin, así que cerré mis ojos fuertemente esperando lo peor, pero los segundos pasaban, y nada sucedía, así que abrí mis ojos lista para enfrentar lo que viniste, pero cuando los abrí, estaba en mi cuarto; el sol brillaba, tarde un momento en comprender pero cuando finalmente las cosas tomaron sentido suspiré, todo había sido un sueño, mi madre entro me toco la frente y suspiro.

- ¿Que te sucede? ¿Estás bien?
-¿Por qué no habría de estarlo?
Ella se encoge de hombros-Eso dímelo tú, te escuché gritar y eso me preocupo, además estas hirviendo.

Quitó su mano de mi frente y niego- No fue nada... solo una pesadilla más.-dije un poco más aliviada
-Me alegra que solo haya sido eso, pero segura que solo fue eso.-asenti y ella se relajo-Hay cariño lamento que hayas tenido una mala noche ¿Quiere qué te prepare algo en especial para que se te pase el sobresalto?.-mientras decía eso último mi madre corrió las cortinas dejando entrar la luz

Niego- ¡Fue horrible! como no te imaginas, pero solo fue un mal sueño, todos los tenemos a veces, estaré bien.

Mi madre me abrazo con fuerza... tranquilizándome, luego me soltó suspiro y dijo...

- Deja de pensar en ello, tu lo has dicho solo fue un mal sueño.-luego jalo las mantas de mi cama y musito- ¡apresúrate o llegaras tarde!

- Ya voy.-me queje

Mi madre salió del cuarto apresuradamente rumbo a la cocina, para preparar el desayuno, aunque la verdad no tenía ganas de almorzar, lo cual era algo raro en mi ya que siempre estaba ansiosa por comer un bocadillo, siendo sincera ¡no tenía ganas de nada!, mucho menos de ir al colegio, sentarme en una dura y antigua silla mientras los maestros desfilan hablando horas y horas sin parar.
Sentía los ojos pesados, por no haber pegado ojo en toda la noche, quería quedarme en cama todo el día y ver televisión, pero que podía hacer mi madre nunca cedería; así que deje de hacer esfuerzos, me metí en mis pantuflas y fui al baño a asearme y vestirme, ya lista desayune y mi madre me llevo al colegio.

Al llegar al colegio me encontré con Amanda una vieja amiga, Amanda había sido mi amiga desde la escuela primaria, ella era una chica pelirroja, un tanto regordeta y de baja estatura, su cabello liso le llegaba hasta la cintura, cosa que le daba un aspecto de cierta forma cómico, su piel tostada y sus ojos color avellana le daban cierto atractivo del cual ella se aprovechaba, Amanda era una chica súper decidida y arrojada, para algunos un tanto excéntrica, podía ser muy fría pero si la conocías bien, como yo lo hacía, descubrías que era una dulzura, claro había días, como hoy, que se portaba insoportable al grado de no aguantar ni cinco minutos con ella.

Tras contarle sobre mi pesadilla Amanda comenzó a burlare, cosa que realmente me irrito...

-ja ja ja ¡ah! la bestia quiere comerme, ¡mami tengo miedo! ja ja.