Corrí hacia la creatura para darle tiempo a Mara de escapar, no podía dejar que nada le pasara ella lo era todo para mí, una vez que ella dio vuelta en el pasillo corrí y tome una de las sillas del corredor la lance hacia esa bestia y una vez en el aire le prendí fuego, esta cayó sobre esa, esa cosa incendiándola, aquel monstro comenzó a hincharse más y más, hasta estallar las paredes se cubrieron de un fétido liquido verde, sonreí victorioso y me di la vuelta para ir tras Mara, pero de pronto aquel liquido comenzó a juntarse nuevamente la creatura tomo forma y me rugió, aquel monstruo había vuelto pero esta vez no saldría con vida, un monstruo iracundo comenzó a perseguirme rabioso, yo corría, corría tan rápido como mi cuerpo me lo permitía, me estaba quedando sin aliento, corría esquivando obstáculos, entrando y saliendo de una habitación a otra buscando la manera de fugarme, pero entonces quede atrapado en una habitación sin salida me encontraba en una encrucijada, aquella bestia se acercaba cada vez más y más este era mi fin, estaba sobre mi cuando...
-Detente... lo quiero vivo.-dijo un hombre de entre unos treinta o cuarenta años, fornido de baja estatura, sus ojos de un gris opaco, su piel amarillenta y flácida, sus dientes eran amarillentos y sus caninos afilados, su cabello estaba rapado casi por completo
-¿Quién eres? ¿Qué quieres?
-Mi nombre es Kamisar, tu mayor pesadilla.-saco a relucir esos horrendos dientes amarillos, en una sonrisa burlona.
Kamisar camino hacia mi yo me aleje lo más que pude, pero llego un momento en que mi espalda toco la pared y no pude retroceder más. Con un movimiento de cabeza me lanzo volando por los aires, golpee fuertemente contra el suelo, comencé a arrastrarme para intentar escapar, pero fue inútil, Kamisar alzo sus manos cerrándolas en un puño, una presión alrededor de mi cuello, no, no podía respirar, mis pies no tocaban el suelo, mis pulmones ardían, comenzaba a marearme, me estaba asfixiando
-si yo fuera tú, pensaría mejor lo que hago, eso sí valoras tu vida
Tras decir esto abrió su mano dejándome caer al suelo, el aire volvió a mis pulmones, mi respiración agitada, mi cabeza aun punzaba un poco por la falta de oxigeno
-ahora escúchame bien, vas a decirme donde están todos y cada uno de tus amigos, si no lo haces solo digamos que tendré que ir tras cierta brujita cuál era su nombre, Mira, Mera a si Mara
-¡noooooo!-grite eufórico-no te atrevas a tocarla
-bien bien entonces dime donde se encuentran los insolentes que osan retar al señor y amo de las tinieblas, al terror de los terrores al mal mismo
-no se
-no seas tonto muchacho
-ya te dije que no.....
-suficiente.-grito él, me tomo por los hombros, me alzo y azoto contra la pared con una fuerza inmensurable-no es una pregunta mocoso, oh me dices ahora oh.-alzo su mano, sus dedos se transformaros en feroces garras, poso la punta de una en mi garganta
-no, no se.-todo mi cuerpo temblaba, el furioso me cargo y lanzo al otro extremo del pasillo tan fuerte que todo se tornó negro
Convertir a mi hermana en un vampiro, no, no podía hacerle eso, debía, tenía que haber otra forma
-no, no puedo, no puedo hacerle esto
-es tu decisión, mira debido a que fue una sombra la que le arranco la vida su alma ha sido marcada por la oscuridad lo único que tú tienes que hacer es....-me mordí el labio-romperle el cuello así su marca se activara y ella regresara
-ja entonces lo único que tengo que hacer es coger el cadáver de mi hermana muerta y romperle el cuello, así de fácil la condenare a una miserable existencia, ja sí que fácil.-mis ojos me ardían y las lágrimas amenazaban con salir, quería a mi hermana de regreso más que cualquier otra cosa, pero no quería condenarla a ser presa de sus instintos el resto de la eternidad, a vivir estancada, no podía simplemente no, era demasiado cruel y egoísta, pero no, no podía perderla para siempre, lo siento Isa, lo había decidido...
Seria egoísta, me puse de pie y en un parpadeo ya me encontraba parada junto al lecho de mi hermana, la envolví entre mis brazos un par de lágrimas resbalaron en su rostro, no lo pensé más y con un movimiento rápido y firme, le rompí el cuello, crack fue todo lo que se escuchó, un mar de llantos comenzó de dentro de mí, con cuidado deposite a mi hermana en el suelo, di un paso hacia atrás, musito un lo siento hacia ella y un cuídenla hacia los chicos y me fui corriendo, perdiéndome en la espesura de los bosques
Cuando abrí los ojos lo primero que vi fueron unos barrotes de acero, estos me rodeaban completamente, intente moverme pero una punzada de dolor atravesó mi cuerpo, cada vez que intentaba respirar sentía un dolor agudo en mi abdomen, pase una mano por la zona que me dolía, en cuanto mi mano ejerció una ligera presión en mi abdomen, comencé a chillar de dolor, me quede un rato tirado retorciéndome de dolor, luego con las pocas fuerzas que me quedaban comencé a arrastrarme hasta aquellos barrotes, cada movimiento era un total infierno, cuando llegue al extremo de mi prisión, mire atraves de los postes que me retenían, me encontraba en una jaula a veinte metros del suelo, alrededor mío docenas de jaulas similares, esboce un grito esas jaulas no estaban vacías, no claro que no, todas y cada una de estas resguardaban a jóvenes, niños, viejos y no tan viejos mutantes, muchos de ellos amigos míos del instituto, chicos que solo había visto un par de veces y no había cruzado palabra y otros muy cercanos a mí, alrededor de las jaulas cientos, mejor dicho miles de cuervos revoloteaban, pero esto no era lo que más me aterraba, si no el hecho de que en el lugar en donde sus ojos deberían estar no había nada, como lo oyeron aquellos pajarracos no tenían ojos solo unos penetrantes y profundos agujeros negros...
Tras mucho trabajo y prometerle a Mara que encontraríamos a Mike ella logro calmarse, luego los tres regresamos a la academia pero cuando estuvimos frente al que solía ser un majestuoso edificio...
Uno de los costados de la academia se había derrumbado, concreto, piedras y tierra por doquier, de la torre norte no quedaban más que los cimientos, la puerta principal había sido quemada, no quedaban más que cenizas, las paredes ahora se encontraban negras, una montaña de cimientos descansaba en uno de los costados, el techo se había venido abajo
Comenzamos a escuchar pisadas, la reja o lo que quedaba de ella chillo haciendo un estrepitoso estruendo, se abría y se cerraba, el viento golpeaba fuertemente, los árboles se sacudían con fiereza, todo se encontraba demasiado callado, el suelo comenzó a temblar a sacudirse de arriba hacia abajo, sacudiéndose de forma magistral, otra de las paredes se vino abajo acompañada de un mar de tierra, las piedras caían por doquier nosotros esquivábamos el derrumbe tanto como podíamos, una columna cayó, no la vi a tiempo así que no fui capaz de esquivarla esta me golpeó noqueándome, el golpe fracturo mi pierna aquella estructura de concreto se encontraba sobre mí presionándome haciendo daño, mi pierna se había deformado, me dolía demasiado, no podía ni moverla, al intentar retirarla para poder salir escuche una leve crepitación eso no podría ser nada bueno, Luis corrió hacia mí al instante tomo la columna y la lanzo lejos.
-mi héroe.-Esboce una sonrisa, intente moverme, pero el dolor era tan intenso que las lágrimas comenzaron a volar Luis me abrazo, frunció el seño
-eso no se ve nada bien
-ni que lo digas
Me paso la mano por la herida para ver la gravedad de la lesión, en cuanto sentí su toque solté un quejido, hizo una mueca luego de un tirón desgarro mi jersey dejando la herida a la vista, mi pierna estaba roja e hinchada, parecía una pelota, maldición no debería haber sanado ya, de que serbia ser vampiro si no tenías poderes, bueno de acuerdo, si los tenia, pero nunca hacían lo que quería podríamos decir que tenían mente propia
Luis me miro preocupado –perdón.-susurro
-por q....au.- Luis cogió mi pierna y la trono, bueno no literal mente quiero decir que acomodo el hueso, así sin más, crash, dolió como el demonio
Pero como por arte de magia mi pierna comenzó a desinflamarse y puf se curó, no lo podía creer se había curado, ya con mi pierna como nueva me puse en pie y comencé a caminar hacia el lugar de donde provenía aquel ruido extraño... pero de pronto, una silueta se hizo visible entre el polvo
De dentro del edificio salió un hombre de baja estatura, fornido, con la nariz afilada, caminaba en dirección a nosotros
¿Qué creen que ocurra? ¿Qué les pareció? comenten
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Entre Obscuridad Y Sombras
Science FictionElla es Layla una común chica de diecisiete años, con una vida completamente normal y despreocupada. Cuando de pronto su vida da un giro de ciento ochenta grados, todo cambia radical mente...Layla descubre la existencia del mundo de las sombras y n...