"Él atraerme ¡debes estar jugando!"

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Las semanas trascurrieron y todos se fueron encariñando con Lio, él y yo peleábamos mucho, el me llamaba rubia o brujita, porque lo de bruja eso era simple descubrí que era un hibrido lobo-bruja pero no solo eso sino que también me habían transformado en vampiro, pueden creerlo, pero bueno eso no importa por ahora, yo le decía bobo o idiota hasta que pudiese pensar en algo mejor, discutíamos hasta por qué pasaba la mosca, hasta que un día en medio de una discusión...

-tú no podrías hacer nada bien, ni aun que lo intentaras con todas tus fuerzas

-mira quién habla tú eres una rubia tonta, sin cerebro

-y tu un bobo, idiota, que se cree el centro del universo

-cabeza hueca

-bobo

-tonta

-idiota

-zoquete

-malcriado

En algún momento, no sé cuándo, comenzamos a acercarnos, yo tropecé con la pata de una silla y caí en sus brazos, él se quedó callado, observándome, cogió un mechón que me cubría la cara y lo coloco tras mi oreja, nuestros rostros estaban separados por escasos centímetros

-torpe.-susurro, el de forma tierna

-bobo.-susurre yo acercándome más a el

-Que rápido caíste en mis brazos brujita.-acaricio lentamente mi mejilla

Y de pronto, sus labios estaban sobre los míos, me estaba besando, podía sentir su sabor en mi boca, quería mas, el beso se profundizo, hasta que ambos acabamos sin aliento

Me separe de él, mis mejillas sonrojadas y mis labios hinchados, no podía creer que acabara de besar al bobo de Eliot, pero lo peor de todo no podía creer que acababa de besar a Lio y me había gustado.

Eliot me atrajo hacia sí y planto otro beso en mis labios, quería besarlo, de hecho estuve a punto de hacerlo pero no... lo empuje y di un paso atrás

-no Lio, no podemos.-susurre

El me miro sonrojado-tienes razón yo... lo siento, no debí haberte besado fue... un error.-se pasó la mano por el cabello-no sé porque lo hice, no quería hacerlo, bueno claro que quería, ups lo dije o lo pensé, bueno no importa solo.... Olvidémoslo

Yo lo mire, mire aquellos labios que acababan de besarme, dios a quien engañaba quería volver a besarlo, que estaba pensando, no podía hacerlo no estaba bien, estamos hablando del sobrino de la amiga de mi hermana, además de que estamos en medio de una situación de vida o muerte, no solo eso sino que estábamos hablando de Lio, por debía estar mal de la cabeza.

Qué rayos me pasaba, acababa de besar a la rubia, detestaba a esa chica, me irritaba y acababa de besarla, pero ¿por qué? lo hice, ¿Por qué? Qué demonios pasaba con mi cabeza debía odiar a la brujita no sentirme atraído por ella, todo había pasado tan rápido y había sido tan extraño un segundo estábamos discutiendo y al otro comenzó a invadirme la necesidad de besarla y pues lo hice y vaya que besaba bien la niña, rayos pero que estoy pensando.

Pasaron un par de días Lio me evitaba a toda costa y yo a él, la cosa era cada vez más seria el día de ayer las sombras habían atacado a los duendes por lo que oí hubo muchas bajas, cada vez estábamos más cerca del final, estábamos a merced de la oscuridad, esperando a que atacara para atacar, era un bobo plan lo sé pero era la única oportunidad que tendríamos, Raúl y Jonathan salían todas las tardes a revisar el perímetro y buscar rastro de mi hermana y el resto de sus amigos, pero no habían encontrado rastro de ninguno, Jesica y Fátima salían en algunas ocasiones a buscar con ellos, por otro lado Eliot y yo estábamos confinados a este refugio, no había salido de aquí desde que llegamos, ya conocía el lugar como la palma de mi mano, pasaba las tardes leyendo en el invernadero, que de dónde sacaba los libros, simple había descubierto que teníamos una biblioteca, pueden imaginarlo, cuando no estaba con Jesica cocinando estaba con Fátima entrenando mis habilidades, ya habían mejorado bastante y eso me emocionaba, Fátima era increíble como tutora era muy paciente y me daba aliento, practicábamos mi velocidad, fuerza y audición, entre otras cosas aun que había días en que sus métodos me asustaban un poco, mi vida se había vuelto tan monótona cómo es posible, a veces me gustaría que todo fuera de otra forma, extrañaba a mi hermana la odiaba por haberme abandonado.


Había pasado casi una semana desde aquel incidente, Luis y Mara fingían que no había pasado nada, que todo estaba bien pero en realidad podía ver que no era así, se mostraban fríos y constantemente se alejaban de mí, trataban de que yo no lo notara pero claro que lo hacía, hasta que un día...

Los tres caminábamos por el bosque, nos detuvimos a descansar a las orillas del rio cuando una chica un tanto extraña apareció, una chica pelirroja de cabello lizo, tez clara y ojos verdes, en cuanto Layla la vio palidecido, estaba en choque, pero porque ¿quién era aquella chica?

Layla se puso en pie y comenzó a caminar hacia la chica, la chica al verla sonrió, luego nos miró no sabía porque pero en el instante en que sus ojos se posaron sobre mí me invadió una extraña sensación de paz.

Aylwin entro en mi cabeza, nuevamente me encontraba en aquel cuarto blanco

-Hola Layla, me alegra verte

-¿Por qué es blanco?

-¿qué cosa?

-este lugar, si entiendo bien estamos dentro de mi cabeza por lo que el paisaje podría ser de muchas formas, pero no es así... es un cuarto blanco, no entiendo él porque

-te equivocas esto no es tu mente, es tu ser tu esencia, es un universo que tu creas, refleja lo que eres, aunque claro al ser tuyo podrías cambiarlo si quisieras, solo piensa lo que quieres ve he ilumínalo

Cerré los ojos y cuando los abrí, nos encontrábamos en un huerto, era otoño las hojas teñidas de tonalidades naranjas caían impulsadas por el viento, se veía como lluvia, solo que de hojas, el aire olía a naranja y a lo lejos se escuchaba el chapoteo del agua

Aylwin recogió una flor.-que hermoso, bueno debemos irnos tus amigos esperan

Parpadee... me encontraba nuevamente junto al rio, suspire se había ido, esperen que, alce la vista Aylwin estaba del otro lado del rio, palidecí me aterraba lo que pudieran pensar Luis y Mara, pero también me intrigaba el hecho de que realmente estuviera aquí, comencé a caminar en su dirección, necesitaba respuestas, rayos...rayos, como no lo note, estaba volando sobre el rio, pero no como un mutante lo haría no, estaba levitando caminando en el aire dejando una luz a mi paso, mis amigos me verían, el pánico me invadió estuve a punto de caer

"tranquila ellos no pueden verte, ante sus ojos saltaste, lo cual deberías haber hecho sabes"

"puedes hablar telepáticamente"

"¿qué? acaso creíste que solo los vampiros podían"

"mm si"

Se rió, lo que ocasiono que Luis volteara hacia nosotras "eres luz, yo tu protectora, estoy conectada contigo así que no tengo mayor problema, aun que como tal la telepatía no es gran cosa, como en una ocasión tu amigo te dijo, es solo cuestión de abrir la mente, sabes deberías poner más atención"  

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Entre Obscuridad Y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora