Los susurros de las sombras

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Al día siguiente me desperté en mi cuarto, suspire, ¿acaso todo había sido un sueño Mike, Ian, el bosque, el lago? No podía creerlo, me encontraba llena de intriga, pues no estaba segura de si había ocurrido realmente y si todo había sido solo un sueño, me vestí pues hoy la señorita Cloe nuestra maestra de pociones nos llevaría de excursión al bosque, así que me puse unos jeans, unas botas, una playera amarilla, y una chaqueta de cuero, me recogí el cabello y me encamine al comedor.

En el camino me tope con caíd, el no tenía ni la menor idea de a que me refería, cuando le conté lo que creía había pasado el día anterior el se excuso diciendo que había tenido combate todo el día y que por eso no podía asegurarme nada, también me dijo que era mejor que hablara con Mike, almorzamos y en todo ese lapso ni rastros de Mike, no apareció, lo cual se me hizo realmente extraño, el nunca se perdía el almuerzo.

Lo bueno es que hoy era sábado así que no tenía que ir a clases, bueno siempre y cuando no tomáramos en cuenta la excursión, pero eso era hasta las tres de la tarde y apenas eran las once de la mañana así que, después de comer decidí dar una vuelta por el jardín, cuando de repente mi visión se torno negra, algo me obstruía la vista, lo analice un poco, dos manos me cubrían los ojos, sentía que me tiraban hacía atrás, intente con todas mis fuerzas quitármelas de encima, pero él o ella se resistía, entonces la luz regreso y escuche una voz

-¡tranquila, tranquila, soy yo!

-oh!-suspire, me sentía como una idiota, había hecho el ridículo frente a él...

-¿Quién pensabas que era?

-no lo sé, cualquier persona menos tu

-ouch, se supone que debo sentirme ofendido

-mmm, supongo

-¿qué haces aquí?

-pues nada, solo Salí a tomar un poco de aire, y tu, cuál es tu excusa

-pues quería admirar las flores

-enserio, no me digas

-bueno me descubriste, la verdad te estaba buscando

-para que, si se puede saber

-pues, el otro día me divertí y supongo que tu igual así que, quería ver si te gustaría ir a tomar algo

-no lo sé Ian, déjame pensarlo

-oh, bueno, entonces supongo que, nos vemos.-al decir esto se fue tan rápido como llego

Seguí caminando por la vereda, patee una pila de hojas y suspire

-porque golpeas las hojas, dime que te han hecho las pobres.-ahí estaba el, con el viento golpeando su rostro, sonriendo.

-hola Mike

-¿qué haces aquí afuera?-miro mis brazos desnudos- sabes deberías abrigarte, si no te resfriaras

-tú y tus premoniciones, no me pasara nada, te lo aseguro

-bueno cuando te resfríes y acabes en cama yo estaré ahí para decir "te lo dije"

-veremos.-sonrio, luego tomo mi mano y con su pulgar comenzó a acariciar la palma de mi mano

-¿vamos a dar una vuelta?

-claro

Caminamos durante un rato, Mike hacia algún comentario sarcástico, que me mataba de la risa, yo me la pasaba haciendo boberías y el al igual que yo se moría de la risa y así pasamos el rato bromeando y tonteando, cuando me di cuenta ya estaba llegando tarde a mi excursión

Entre Obscuridad Y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora