El agente especial Louis Tomlinson de treinta y cinco años de edad, pierde a su compañero en una terrible explosión que tiene lugar mientras investigaban un caso y en la que él también resulta herido.
Debido a su fuerte temperamento y otros motivos...
Los días y semanas pasaron lentos pero finalmente Louis pudo salir tras cumplirse los dos meses de su retiro, en la clínica psiquiátrica.
Su pelo había crecido visiblemente y estaba más delgado pero se sentía relajado y tranquilo.
Ya quería volver al trabajo pues la verdad era que lo había echado menos pues odiaba sentirse inútil, además de que también quería ver a todos y sobre todo Harry, aunque fuese tan solo en la distancia.
A pesar de que lo había extrañado más que a nada y a pesar de haberlo alejado por el bien de su carrera, no podía negar que el rizado le suponía un dilema.
Durante el último mes de su descanso obligado, había pensado mucho más en él, había mirado la foto donde estaban todos sus compañeros millones de veces y hasta la había doblado de tal forma que solo lo miraba a él y todos los días le había hablado, diciéndole lo increíble que era.
Ese día, su novia Danielle fue a buscarlo a la salida de la clínica, aunque le había insistido en que no era necesario pues se cogería un taxi pero ella fue tan testaruda que no pudo llevarle la contraria.
Al llegar a casa de su novia, Louis corrió a coger su móvil pues en la clínica no se le habían dejado tener y acto seguido lo encendió, entonces una tras otra, cientos de notificaciones fueron llegando.
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—Joder, madre mía.
Cuando terminó, el ojiazul volvió a revisarlo y vio que había muchas llamadas y mensajes de su madre, de sus hermanas preguntando y también de sus compañeros.
Su familia estaba molesta pues él no les había permitido visitarle en esos dos meses, ya que no quería que lo viesen allí, ni que su madre trajese a sus hermanas más pequeñas a ese lugar tan triste y horrible.
Harrison, Davison, Smith, Bristol, Boston y demás agentes del departamento, le escribían palabras de ánimo pero en particular le llamó la atención que había mensajes de Harry.
No sabía si leerlos o borrarlos directamente, ya que tenía que ser fuerte y esconder ese interés y si el ojiverde no podía olvidar aquella noche que pasaron juntos, él tenía que hacerlo por los dos.
Sintiéndose culpable al momento, borró las llamadas y dudosamente y contra su voluntad borró también los mensajes sin haberlos leído, ya que debía quedar atrás y vivir su presente con Danielle.
Tras llamar al capitán, el cual le dijo que podía reincorporarse al cuerpo cuando quisiese, ya que su placa y su pistola lo estaban esperando y había mucho trabajo, luego, Louis habló con su familia para tranquilizarla.
(...)
A la mañana siguiente y tras escuchar los quejidos, lamentos y reproches de su novia por reincorporarse tan pronto, Louis salió de su casa.
Danielle no entendía que quería sentir la adrenalina de nuevo en su cuerpo, la emoción de resolver un caso, buscar al culpable y detener a los malhechores, además de interrogar sospechosos y mandar delincuentes a la cárcel, esa era su vida, eso era lo que amaba hacer y no iba a cambiar.
...—Bienvenido Tomlinson, se le ha extrañado mucho—dijo el capitán nada más verlo—...Espero que esos meses de retiro le hayan servido de ayuda para superar el pasado y centrarse en el presente, ¿Está dispuesto a hacer su trabajo sin causar más problemas con los compañeros?.
—Si señor, estoy más que dispuesto—respondió el ojiazul.
—Bien, entonces aquí tienes su placa y su arma... Ahora largarse y haga su trabajo, vaya con Davison e investiguen el puerto, ese caso aún nos trae de cabeza.
Louis le extrañó pues pensaba que ya estaría resuelto por Harry, aunque luego pensó que quizás era porque estaba muy complicado y pudiera ser que se le resistiera encontrar al culpable.
—¿Cómo es qué ese caso aún está sin cerrar, señor?.
—Oh pues no es solo eso, hay muchos más... Estamos hasta arriba de casos sin resolver, esto es una locura desde que Styles no está aquí.
El ojiazul sintió un escalofrío al escuchar eso.
—No e-está, ¿a dónde ha ido?.—preguntó nervioso.
—¿No lo sabe?
—¿Qué cosa no sé?—volvió hablar este.
—Styles ha sido destinado a las oficinas, no hace más trabajo de campo por el momento.
—Pero si él es el mejor....Ese el agente más inteligente y capacitado que hay para resolver cualquier caso, ¿cómo ha podido enclaustrarlo en una oficina?.
El capitán resopló frustrado.
—Yo no he lo he decidido Tomlinson, ha sido una orden de arriba... Era lo mejor debido a su situación..era eso o la suspensión.
—¿Situación?, ¿Suspensión?, ¿Qué ha hecho?.
—Oh pues resulta que el inspector Styles está embarazado.
