•Fucking Boarding School• {Chandler Riggs y tú}.

||Cap.8||

-Entonces, ¿Chandler durmió contigo?- me preguntó Alex, ahora las preguntas son serias (lo que nunca son).

Le conté de lo que pasó en la noche y que desperté con Chandler. Ambas lo tomamos como un tema serio y no para estar bromeando sobre Chandler y yo.

-Si, mira- le mostré mis brazos, los rasguños son horribles, me rasque con tanta fuerza que me abrí la piel y salió algo de sangre. Quedarán algunas marcas.

-¡Ay por Dios! Sky, ¿Tú te hiciste eso?- para ver bien agarro mi brazo, con cuidado.

-Lo sé. Es demasiado. No sé de dónde saque tantas fuerzas para lograr hacer eso- me bajé las mangas de mi blusa.

-Me alegra que te hayas desahogado con Chandler, aún que no le dijiste lo que pasó en Washington, pudiste llorar y sacar todo lo que tenías. Estuvo bien lo que hiciste- me tomó de las manos.

-Fue de gran ayuda, hace tanto que no abrazaba a un chico. Necesitaba ese abrazo- di media sonrisa.

-Sabes que cuentas conmigo para lo que sea.

-Gracias Alex, y tú conmigo- estamos sentadas en el campus en una amaca, mientras hablamos.

-¿Vamos por un café?. Muero por probar los de la nueva tienda- se paró. Asentí y camine con ella.

-¿Moca o Chai?- me preguntó Alex para adelantarse y pedir la orden.

-Chai, por favor- involuntariamente volteé a mi derecha. Lo ví. En una de esas mesas, solo y con un Frappe de Chispas de chocolate.

Alex me dio un pequeño empujonsito para que fuera con él.

Dudé en ir, pero al final decidí en acompañarlo, por lo menos un minuto.

-Hola Will- le dije algo sería, sonreiría, pero tenía que guardar algo de mi esencia, no fingiría hacerlo.

-Hola Sky- dijo algo sorprendido.

-Escucha, sé que fue una respuesta algo egoísta de mi parte al decirte que no, pero si tú quieres...- habló él.

-No voy a obligarte a salir conmigo si no quieres, no te sientas obligada- le dio un sorbo a su Frappe.

-No, bueno, es que, más bien venía a decirte que sí quería salir contigo. Quiero pensar por una vez en alguien más que no sea yo.

-¿Lo dices en serio?- sonrío. De nuevo ese brillo, ese maldito brillo en sus ojos.

Aún no confiaba del todo en los hombres, pero ese brillo, nunca me cansaría de verlo.
Ese que alguna vez me hizo daño, solo que con otra persona.

Le asentí y sonreí levemente.

-¿Qué día estas desocupada?- se acomodó en su lugar, listo para que contestara.

-¿Mañana?- le contesté con la pregunta.

-Mañana...¿Pasó por ti a tu habitación?- reímos por lo raro que sonó.

-Si, mañana. ¿A las dos está bien?- asintió.

-Nunca te había visto reír de esa manera- agaché mi cabeza.

-Es raro que lo haga- la subí. Hicimos contacto visual. Silencio, silencio incómodo.

-¿Te...veo mañana?- me aleje poco a poco de la mesa.

-Si, claro, hasta mañana.

Llegué con Alex a nuestra mesa. Los cafés ya estaban ahí.

-¿Qué tal?- preguntó pícara.