•Fucking Boarding School• {Chandler Riggs y tú}.

||Cap.29||

=~={Una semana después}=~=

Demonios, ya solo queda el resto de esta semana (3 días exactamente) para salir de vacaciones decembrinas y regresar a nuestros hogares con la familia. No quiero contarle de esto a mis padres, y menos quiero que me vean así, ya se me ocurrirá algo, alguna excusa, pensaré en algo.

Salir de aquí no es fácil; me refiero a lo que sea que tenga en estos momentos. ¿Depresión?, no tengo idea. Quizás solo es un momento de tristeza, uno que ya duró mucho. Todo continúa igual; sigo llorando cuando alguien me critíca o me insulta, también por las noches. Es algo que no puedo controlar. A veces pienso que Chandler ya está harto de mi, harto de mi actitud de mierda y niñita chiflada. Sin embargo, siempre está ahí para mí, no le importa la situación.
Hago intentos por dejar de llorar, por dejar de ser débil. Yo no era así, quiero decir, antes de lo del asunto con Louis lo era, pero luego deje de serlo. Como llegué aquí, fue como me convertí.

Mis ojos arden todo el tiempo, siempre están hinchados, como si se me hubieran irritado los ojos a causa de algo. Los profesores ya lo notaron, pensaron en mandarme a psicología, pero les prometí mejorarme. Que gracioso.
Necesito ayuda...ya no sé que carajos hacer.

-Se trata de dejar ir, de soltar, de poner el punto final. Es sencillo decirlo, pero realmente es jodido.
Porque a veces nos aferramos a personas pensando que son "indispensables", aunque nos causen tristeza o amargura. No sé, pero creo que si estás escuchando esto es porque necesitas tener la fuerza de liberarte de algo, de cerrar un proceso y darte cuenta que después de cerrarlo, estarás liviana...estarás feliz.

Las palabras de Lian fuera de mi habitación son difíciles de comprender, ya que...sí, es realmente jodido. Riggs se quedó igual de impresionado que yo al oír eso. Como yo no contesté, él lo hizo por inercia; solo le dijo un "gracias" y los zapatos de Lian se escucharon alejarse. Lian sabía que estaba escuchando.

Mis ojos se cristalizaron en lágrimas. ¿Cuándo dejarás de ser tan inútil?. ¡Estúpida débil!.

-Creo que esto...esto ya es demasiado. No has mejorado nada en estos últimos días, se supone que...

-Lo sé, Chandler. ¿Crees que no me quiero mejorar?- dije fría. Ese era otro problema conmigo, no media lo grosera o antipática que podía ser en los momentos difíciles.

-Deja de pensar en él, has un intento por sacarlo de tu mente en definitiva.

-No puedo.

-Si puedes- contradijo.

-¡Es que ya lo he intentado!, ¡no es sencillo!- le dije histérica. Suspiró- Tu no eres yo, no sabes lo que siento, apestar de lo que pásate, esto es diferente...

-¿Qué es lo que no te deja olvidarlo?. ¿Qué es esa maldita cosa que ocurre entre tú y ese chico?- se enfadó. No debí tocar su tema, no debí mencionarlo.

-¡Will me hace sentir bien!, ¿hay algo malo en eso?. Me da miedo- le exigí. Me acerqué a él de pie. El ambiente es tenso y pesado.

-¿Miedo?, ¿miedo de una persona tan mierda como él?. ¡Abre los ojos y ve al realidad, no puedes pensar en él!.

-¿¡Porque no!?- ambos estábamos muy molestos. Discutiendo a gritos y tensando la mandíbula- ¡Él se fue de aquí sin importarle nada!, ¡sin importarle las críticas que dejó y que ahora son escupidas a mi!. ¡Lo odio!. Lo odio...¡Siento que nunca volveré a ser feliz de nuevo y cada día va de peor en peor!. ¡Ya no puedo hacer más esto!. ¡No puedo...no quiero!- tragué duro- ¡Él nunca dijo adiós!, ¿¡Cómo piensas que lo olvide!?.