•Fucking Boarding School• {Chandler Riggs y tú}.

||Cap.15||

-¿Irás?- me preguntó Alex.

Íbamos de vuelta a la habitación, amabas fuimos por unos cafés para los chicos y nosotras, mientras conversábamos sobre la maldita fiesta.

-En definitiva, no- por mi tono me notaba harta, todos la mencionan. Ella sabe que no me gustan esas cosas, sabe la razón.
Ni siquiera es tan importante, digo, solo es una fiesta- ¿Tú sí?.

-No, bueno, no lo sé. Me llena de intriga saber cómo son las fiestas aquí...no lo sé...- asentí no muy convencida sobre su respuesta, algo dudosa- ¿Los chicos irán?- subimos escaleras.

-Riggs no. Y Derek, no sé, creo que si- mi celular y su vibración hicieron que lo tomará.

-Hola, Will- la expresión de Alex me lo dijo todo, se sorprendió al oír su nombre.

-Hola, Sky. Ehhh...¿tú...?.

-¿Salir?, claro, esta vez yo voy a tu habitación- fue un tanto espontáneo, pero, vamos, él ya vino muchas veces acá.

Se rió. Me gustó escuchar por lo menos un segundo su risa por línea de teléfono. Me formo una sonrisa pequeña en mi.

-¿Hora?- sentí que sonreía.

-Media tarde- le pase la llave a Alex para abrir la puerta. Esta me miraba muy atenta esperando a que colgara.

-Esa no es una respuesta- me dijo.
Entramos, dulce habitación.

-Media tarde- le confirmé- Adiós- quería terminar la llamada, sentí la necesidad de gritar en ese momento, tal vez de alegría, emoción, ¿quién sabe?.

-Adiós- otra vez su risa. Y un pitido que avisaba que la llamada ya había terminado.

Narra Chandler:

-Media tarde, adiós- Sky. En la puerta con Alex hablando por teléfono.

Sabía que hablaba con él. Will. Su sonrisa inmensa y brillo en los ojos lo decía todo. Hablaba con él. Y a ella le gusta, le gusta él.

¿Cómo lo supe?. Sencillo; primer punto, su brillo en la mirada cuando habla de él o con él; segundo punto, pasan mucho tiempo juntos; tercer y último punto, mensajean mucho, Sky se desvela hablando con él y Will con ella. Fingía estar dormido para ver sus expresiones, sus pequeñas risitas cuando la hacía reír por medio de un mensaje, y cómo caía dormida con media sonrisa en su rostro. <Genial>, nótese mi sarcasmo.

Volviendo a la realidad, la chica anteriormente mencionada le dijo algo a Alex, pero como Berek me hablaba (obviamente yo con mis pensamientos en otro lado), no escuché.

-¿Escuchaste algo de lo que te dije?- tampoco lo escuché a él.

-¿Eh?.

-Nada- rodó los ojos.
Derek miró a Sky, después a mi, luego a Sky, de volvió su mirada a mi, y...-Te tiene como loco- se burló. Negó sonriendo acompañado de una leve risa.

Alex le seguía hablando, yo solo la podía ver a ella.

-Necesito tu...- Alex me interrumpió y se sentó a nuestro lado en la cama, con Sky.

-Chicos, su café- el tacto de lo caliente con mi mano fría me erizó la piel.

-Mhjm- Alex le dio un sorbo a su bebida y golpeó el hombro de Berek para llamar su atención. La miró- ¿Piensas ir a la fiesta del sábado?- le preguntó una vez que pudo hablar.

-Probablemente, ¿tú?- el tema de la fiesta, nuevamente.

-¿Me acompañarías?, detesto estar sola y sin hablar con nadie.

-Para eso estoy yo- bromeó, pero serio.

-Cálmate- soltamos una risa. Hay veces en las que ellos dos pelean, pero hay veces en las que se llevan bien, bipolaridad señores.

Narra Sky:

Alex se quedará hasta que llegue a mi alcoba con los chicos, dijo que quería esperarme, y bueno, cumplirá su palabra.

Ahora yo iré con Will, pasaremos la tarde en su edificio, no sé si estará su compañero, pero a como cuenta Will, me agradará.

Dos golpes con mis nudillos di, la puerta se abrió con él adentro y una sonrisa. Esa maldita sonrisa.

-Hola- lo dijimos al unísono. Sus mejillas ardieron, es raro, a mí no me suele pasar, pero a él si.

-Pasa- abrió más la puerta para que entrara.

No hay mucho que decir, es solo una habitación de chicos, paredes blancas, una ventana en medio del cuarto, dos camas, un pequeño sillón, unos mesitas de noche, un escritorio con dos sillas, un closet y un baño.

No me percibí del chico sentado en el escritorio con su computadora en el.

Giró su silla y me miró.
Un chico rubio, con ojos cafés profundos, y tez blanca.

-Hola- mostró sus dientes asomándose por su sonrisa. Le contesté lo mismo, de la misma manera por compromiso y volvió a lo que estaba.

-Oh, Sky, él es Lian; Lian, ella es Sky- Will nos presentó. Nuevamente, giró su silla y me sonrió, le sonreí- Y...¿qué quieres hacer?.

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-¡Hey!, yo gané- me quejé- ¡Yo encontré al panda primero!- no es justo.

-¡Yo encontré a la mariposa primero y no me lo valieron!- se unió a las quejas Will.

-¡Yo fui el primero!- Lian, Will y yo, un juego de mesa, en el piso. Dos palabras: no quedan.

Will y yo comenzamos la partida, después se unió Lian, así durante una hora y cuarenta minutos, pero es un desastre. Nunca sabemos quién gana.

-Me rindo- Will se dejó caer al suelo desparramado. Lo imitamos Lian y yo, quedando en medio de ambos chicos.

-Optó por jugar a algo más- opiné.

-Optó por ir al baño- se levantó Lian del sucio y frío suelo para ir a su destino.

Puedo decir que es muy agradable, a pesar de solo llevar dos horas aquí.

Me senté, me incomodaba estar acostada en el duro suelo.

-¿Qué hacemos?- me preguntó William. También se sentó a mi lado.
Subí y bajé mis hombros dándole a entender que no sabía. Hubo silencio- Sky, lo siento, pero tengo que hacer esto- fruncí el ceño, pero...

Sus labios capturaron los míos en un rápido movimiento. La distancia entre nuestros cuerpos se rompió y algo en mí se reconstruyó.

Los movimientos eran lentos y suaves. Una de sus manos fue a mi mentón, yo no sabía dónde tenía las mías. Solo me permitía concentrarme en el beso y cuánto duraría. No quería separarme, pero lo hicimos por falta de aire.

Un segundo, dos, tres segundos mirándonos a los ojos y volviendo a juntar nuestros labios.
Un escalofrío me recorrió completamente de pies a cabeza.

De la nada, la palanca de baño se escuchó. Nos separamos antes de que Lian saliera y nos viera, pero no sin antes sonreírnos.

Salió del baño.

-¿Y bien, ya saben qué hacer?- se sentó a nuestro lado.