||Cap.26||

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Y un día conoces a alguien, que te cambia la vida de una manera más hermosa y alocada, incluso si ya no había esperanza. Pero se va, no se queda, porque no debe o no puede.

Y aquí estoy...reparándome, deshilando hilos, desatando ataduras, rompiendo cadenas, terminando historias, transformando la promesa de un "para siempre" en basura, derrumbando lo construido, rompiendo sonrisas, arruinando mi maquillaje, convirtiendo canciones deprimentes de desamor en algo personal, dejando heridas, restando lo sumado, retirando un corazón de su lugar dejando vacíos, dejando deseos, provocando una desintoxicación involuntaria, una desintoxicación de él, de su presencia, de su sonrisa que provocaba delirios, de su mirada que me hacía recordar que existía algo más, de sus cálidos y satisfactorios abrazos, de sus dulces labios, de su adorable cercanía, de su voz, de su extraño y adorable humor, de tus pláticas y así...así estoy. Desintoxicándome de la fantasía, de los anhelos, de los sueños, de las promesas y de un futuro, nuestro futuro. Haciéndome regresar a la realidad, después de hacerme adornar lo irreal de su compañía, dejándome sola, enseñándome que realmente siempre estuve sola, solo hacía falta verlo, verlo a él. Que solo fue una ilusión, una encantadora ilusión que me dejó sin nada, sin armas, sin valor, sin él y sin mi.
Creer en la persona equivocada es un desencuentro en el que pocas veces salimos ilesos. El error no fue conocerlo, fue pensar que era diferente.

Hay una delgada línea entre perder el orgullo y perder la dignidad. El orgullo...el orgullo lo pierdes cuando no quieres perder a alguien que amas; La dignidad, la pierdes cuando decides dejar de quererte a ti mismo porque era quien no te quiere. Lamento decir que esta vez es diferente, perdí ambas.

Me he cansado de la forma en la que me han querido, tal vez dicen que me quieren, pero no es suficiente. Me siento su último nombre en su lista de prioridades, me siento sola, porque siempre es igual. Termina igual.
Mi cabeza dice: "No lo busques, en verdad...no lo busques. Su ego se eleva hasta el cielo cada vez que lo haces y es que lo haz dado todo, es tiempo de parar, ten dignidad. Lamento ser tan rudo, pero no es justo verte tan vacía por no guardarte nada para ti; Así que ven, limpia esas lagrimas". Pero...el resto de mí no coincide con mi cabeza. No puedo, así de simple. Quiero, pero no puedo.

Estos días me siento en la cama, durante horas en la oscuridad, pensado en cada cosa que me lastimó en mi vida. Y en ocaciones por las noches, suelo preguntarme entre llantos si las personas tóxicas son mi droga.

-Sky...está bien llorar...

-¡Pero ya no quiero, Chandler!. ¡No puedo parar!- sollocé.

Chandler lo hubiera golpeado aquella tarde, hablando de Will, pero lo detuve, lo hice.
Está sucediendo...esta sucediendo otra vez. Las mismas palabras rebotan en mi mente como si de salida no hubiera.

-A mí también me han lastimado. Su nombre es Valley- empezó a contar. Mis lágrimas no terminaban de fluir, pero escuchaba con atención como una niña pequeña escuchando un cuento- Al principio éramos tres: Nathan, Valley, y yo. Comencé a salir con Valley por un tiempo, todo marchaba bien, hasta que un día, nos reunimos los tres en casa de Nathan, al entrar a la habitación de mi amigo, mejor amigo- se corrigió- los encontré besándose- suspiró- lloré igual a como tú ahora. La amaba, mucho. Pero la vida me enseñó que hay que seguir el camino y dejarse llevar, porque nos toparemos con personas mejores en la vía.
Está bien que llores, te entiendo, es...mejor sacar todo lo que tengas dentro.

Me quedé quieta sorbiendo mi nariz abrazando mis piernas.

-¿Cuándo fue eso?- susurré.

•Fucking Boarding School• {Chandler Riggs y tú}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora