Cerré mi casillero rápidamente después de tomar mi uniforme para la clase de gimnasia. Sinceramente me gustaría estar en la banca, nunca fui buena para los deportes. Pero tengo que participar si quiero seguir con mi buen promedio, por lo menos es en algo que no he fallado.
Al llegar al gimnasio fui directamente a los vestidores, me desvestí apresurada por llegar a tiempo, me coloqué el uniforme, guardé mi conjunto anteriormente puesto en mi mochila y moví mi trasero hasta la clase, sin ánimos realmente.
Unos pocos chicos se situaban ya en el lugar. Sin embargo, no fue difícil reconocer a Riggs entre ellos. Hablaba entretenidamente con otros chicos que nunca había visto en mi vida. Se nota muy sereno y pacífico charlando, al verlo de esta manera, se me complica no pensar en que persona desperdicié con mi actitud. Sin duda un gran compañero y amigo.
Él siente mi mirada y me ve sobre los hombros de las personas borrando lentamente su sonrisa. Reacciono y pierdo la noción del tiempo al no saber cuánto llevaba ahí parada mirándolo. Negué para mi misma, mientras caminaba a las gradas y me sentaba mirando a un punto inexacto en la pared del frente.
Me hace girar de pronto el silbato del entrenador retumbando en el lugar y en mis tímpanos.
-¡Chicos, a sus puestos!- aplaude múltiples veces esperando a que obedezcamos.
Llegué a mi posición en la fila y el profesor divide en equipos como de costumbre. Chandler queda en el equipo contrario.-Que asco, ¿se puede hacer un cambio?- una chica rubia le murmura a una morena creyendo que no la escucho. Ya decía que las rubias eran huecas.
El maestro suena su silbato iniciando el juego. Es voleibol, puedo rescatarlo.
Un chico golpea la pelota hacia mi equipo, y una chica la regresa al otro. Otra chica golpea hacia acá, las personas de atrás logran golpearla y pasarla al otro extremo, un chico la pasa, la pelota va directo hacia mi. Alzo mis manos esperando el choque de la pelota contra mis muñecas juntas, cuando alguien a mi lado choca hombros conmigo fuertemente haciendo que caiga al suelo como reacción y la persona recibiendo la pelota, sea ella quien la golpea.
Fue un golpe fuerte, por fortuna coloqué mis manos a tiempo antes de que mi cara estampara en el frío suelo.
Todos alargaron un "Uhhh", al verme caer.
El chiflido del silbato fue para mí. Admiré a mi agresora. La chica rubia sonreía, disfrutaba verme tirada.-¿Estás bien?- llegó conmigo el entrenador y me extendió su mano, la tomé y me situó de pie. Asentí inútilmente, miré a la chica.
-Estorbas- me burló con sus demás amigas igual de huecas.
Apreté los puños y tragué el nudo de mi garganta.
Admiré a Chandler entre la gente mirando, no expresó nada en su cara. Solo me vio y apretó la mandíbula. Vamos Riggs, búrlate tú también.-¡Hey!, no permitiré este comportamiento en mi clase- se dirigió el entrenador a las chicas.
-Entrenador, solo mírela- me señaló- Ella no sirve de nada. Exijo un cambio de equipo- reprochó.
-Esta es una clase equitativa, señorita. Los equipos ya están hechos y no habrán cambios- agaché mi mirada; esto es vergonzoso. Todos me miran.
-Por favor- quejó- Las zorras no saben jugar- agregó. Todos estallaron en risas burlonas ante su comentario. Miré a todos lados avergonzada e insegura.
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•Fucking Boarding School• {Chandler Riggs y tú}.
FanfictionSky Collins, es una chica como cualquier otra; sin embargo, ella no conoce el amor, o por lo menos no de esa manera; piensa que solo es una tontería más. Hasta que llegó él... Chandler Riggs, es su compañero de cuarto, más específicos, él chico que...