Narra Grace
Me desperté la primera y bajé a desayunar. Dejé el vaso y plato en el fregadero, ya que lo recogería más tarde, y me fui a ver la televisión.
Al poco rato bajaron las dos chicas juntas y me uní a ellas mientras fregaba lo que había utilizado.
— Ahora en un rato saldremos de casa para llegar allí a las once más o menos —dijo Elaine lavando su vaso.
— Me parece bien —dijo Alicia mientras se ponía de pie.
— Yo iré a vestirme —dije saliendo del salón. Decidí ponerme un bikini y encima una camiseta ancha de playa sin mangas que hacía que se me vieran las costillas. Por otro lado, unos shorts y unas chanclas. Me recogí el pelo en una coleta y bajé a la planta de abajo.
No tuve que esperar mucho rato ya que se dieron prisa. Elaine se puso como piloto en el coche y fuimos hasta el parking de la playa. Rápidamente divisamos a los chicos, aun que justamente Ian se marchaba dirección al agua mientras que Jonah estaba en la arena limpiando su tabla.
— Hola chicas, habéis sido puntuales, así me gusta —saludó cariñosamente dándonos esta vez, un abrazo—. Ian está en el agua, pero en nada saldrá –Jonah me miró y me sonrió.
Era gracioso que por haber hecho la cena juntos, los otros tres que estuvieron en el salón, pensaran en ese instante, cosas que no habían sucedido en nuestra ausencia.
Jonah nos dijo que el plan de hoy sería explicarnos las cosas básicas de una tabla de surf y aprender a cómo debemos nadar con ella, antes de subirnos y tomar la ola.
— Por mi perfecto, de momento no quiero entrar al agua con la tabla —dijo Alicia echándose unos pasos hacia atrás.
Desconecté de ellos para fijarme un momento en Ian, que estaba cogiendo una ola y luchando por no caerse de la tabla. Aunque fuese tan bueno como dijo ayer, un chico siempre dice de más para fardar.
— Tranquila, eso lo dejamos para mañana.
Siguieron hablando por un rato hasta que una voz diferente apareció.
— Hey, hola chicas —apareció Ian detrás de nosotras. Yo me giré rápidamente y vi que se estaba fijando en mí. Me coloqué un mechón detrás de la oreja que se me había salido de la coleta y escuché como las chicas le saludaban a la vez.
— Hola Ian —saludé.
— Ya está aquí tu profe para darte la clase, tranquila —sonrió de lado y yo me reí. Dejó su tabla en la arena y me dio dos besos.
Comenzamos la clase en la que nos dijeron el nombre de cada zona de la tabla y el por qué de esa forma. Luego nos hicieron tumbarnos encima de la tabla y hacer que nadábamos para saber como debíamos poner el cuerpo para estar equilibradas en el agua. Prácticamente, Elaine fue el centro de atención durante toda la clase, aunqueo era de esperar. Era la que más interesada estaba en la clase.
— El próximo día cuando os metáis con la tabla al agua, aprenderéis mejor y os será más fácil que en la arena.
— Bueno, por hoy creo que es todo. Podríamos tomarnos un baño, ¿no? —Propuso Jonah.
Nos metimos todos y estuvimos por un rato haciendo el tonto, mojándonos unos a otros, tirándonos encima o haciendo aguadillas.
— ¿Te gustó la clase? —me preguntó Ian, el cual había aparecido a mi lado nadando.
— ¡Por supuesto! Tienes una forma de explicar..., increíble. Eso sí, como yo, no hay nadie —bromeé.
— Eso habrá que verlo...
ESTÁS LEYENDO
The Surfers
RomanceGrace, Alicia y Elaine son tres amigas que deciden ir a pasar sus vacaciones de verano, a la casa de la playa de Elaine. Allí conocerán inesperadamente cómo es la vida en Gold Coast durante los tres meses de esa estación. Unos chicos impresionantes...